1.
Todo
empieza por un sueño, aún no lo sabes, pues estás durmiendo en el vientre de tu
madre…
Pensar
que han pasado miles de millones de años de inconsciencia, en una sincronía
relativa, antes de volver a soñar y después del último sueño…que tuviste…pequeño
ser…
Ahora
despiertas y no queda más que un vago recuerdo en el subconsciente, información
que a veces aflora entre emociones, durante la vida que sigue después de volver
a nacer una y otra vez, en cada universo paralelo…
Extraña
intermitencia entre la vida y la muerte del multiverso vivo que eres tú…
Como
una estrella de neutrones que se enciende y se apaga en un tenue agujero negro,
que se evapora lentamente para volver a brillar en otra dimensión de un nuevo
hiperespacio-tiempo, en un juego infinito de luces cósmicas que se iluminan y
extinguen como los días y las noches de la profunda existencia…
2.
Observas…
Y el
universo vivo aparece a tu alrededor.
Tuviste
un infinito e infinitesimal tiempo…
Latente…
Para
crear un poema de once dimensiones elevado a la N…
Como
versos de materia y energía lumínica en continuo movimiento.
Por eso
eres parte de la Súper-conciencia del Eterno Observador… El Gran Ser…
Y
también emanación de tu propio devenir, pequeño ente…
En tu
mundo confluyes desde ambas partes, cual diminuto riachuelo e inmenso océano de
energía que en ti se encuentran…
3.
La
razón es luz de una vela en el espacio oscuro e infinito del cosmos, apenas si
alumbra el camino de la emoción hacia la grandeza del universo.
La
intuición un faro en el mar, el instinto un grito en la selva.
Pero la
fe y la imaginación son la voz del “Espíritu/Dios” al creyente.
El
contacto directo, la comunicación del todo
absoluto con la conciencia; sin embargo, la facultad psíquica desconocida
aflorará algún día en el ocaso del penúltimo giro ascendente…
4.
He
visto ramificarse siete universos paralelos, fractales, horizontales, desde un
tronco vertical de existencia; vórtice infinito de energía evolutiva cual “Árbol de la vida”…
5.
Me reconforto
entre pensamientos que fluyen como rayos de luz entre sombras permanentes; porque
en la divagación he comprendido que la fuente de energía es infinita…
Como el
amor del Padre a su creación…
6.
El ser
existencial observa el mundo, cual monje de cara adusta y pálida, desde la
ventana de un monasterio antiguo y solitario, en la cima de una montaña de
grandes lajas y laberintos interiores, que suscitan el ansia por descubrirse a
sí mismo a través de su mirada fija en el infinito…
7.
He
visto al “hijo pródigo” retornar en
espiral ascendente desde la nada absoluta hacía el Espíritu/Dios; o sea, ir de
la inconsciencia a la consciencia universal, de la singularidad infinitesimal
al Todo Absoluto…
Pero
también lo he visto recular, decaer desde el espíritu a la materia, desde la
luz hacia la energía oscura en una singularidad infinita de aceleración
súper-lumínica…
8.
La
perspectiva de la Esencia/Existencia es inversamente proporcional a la del
Espíritu/Dios; en otras palabras, el hijo retorna al padre desde la nada
absoluta visto desde la óptica del Gran Observador…
9.
La
ciencia descansa en la realidad física del ser como un satélite artificial
alrededor de la órbita terrestre, simple o compleja pero hermosa…
Su
primogénita la tecnología un complemento a esa aventura…
Por su
parte, la filosofía es a su idealidad como el pensamiento al lenguaje, una
misma cuestión, un mismo asunto, ese algo interior que se concreta en un
discurso…
La
religión en cambio, es la historia universal y sagrada, conjugación de la ciencia
y la filosofía en un entramado existencial que le da sentido al ser y que va
más allá de la episteme y la ontología…
En cuanto el arte, es su máxima y suprema
expresión o contemplación generosa aunada al goce estético…
Félix
Muriel P.