“Mugroso ¿Sabes qué es
lo bonito de dormir? El saber que puedo soñar contigo... y es lo más bello al
despertar... T.Q.M.”.
Dayana
1.
En Edén...
Más exactamente en la isla de Óç.
Al otro lado de los confines del
universo oscuro del demiurgo Samael.
El centauro Félix cantaba sus versos
de amor a la hermosa Dayana,
princesa ondina de aguas cristalinas
y olas etéreas de mar...
“¡Oh mi
bella amada!
Princesa ondina de cabello liso
y frio como cascada de hielo...
Ven sobre mi espalda a viajar sobre el agrimensor de esta ínsula...
Tuya es,
como tuyo es mi corazón de poeta...
Ven conmigo,
amada mía
y lanzaré mi flecha al infinito...
para que guie nuestro amor por el
eterno sendero de frutas frescas que te ofrezco...”
Así,
cada tarde la bella ondina subía al
lomo del centauro
y juntos recorrían a plenitud toda la
isla de Óç.
Eran felices...
2.
Hasta que un día la vampira Lilith
oyó el canto del centauro...
Entonces sintió celos de la ondina.
Se llenó de ira
y envidia por tanto amor
desplegándose entre la brisa del mar,
la playa
y la arboleda...
Se quejó ante su esposo el orate
Samael para que raptara a la princesa
y la arrojara al mundo...
El demonio de tres nombres complació
a su consorte.
Raptó a la niña
y la expulsó al séptimo cielo a la
tierra de Yaveth.
3.
Entre tanto,
el centauro se enteró de lo que le
había ocurrido a su amante
y con gran enojo
y coraje.
Tomó su arco
y sus flechas...
Y desde la montaña más alta de toda
la tierra de Óç.
Gritó portentosamente...
Y desafió a duelo al demiurgo
opresor...
Mas éste ni siquiera le hizo caso.
Entonces el centauro Félix pensó en
que hacer para rescatar a su amante del mundo...
Y no le quedaba otra cosa que
lastimar al demonio por la espalda...
4.
Y el vate cantó:
“¡Oh malvada Lilith!
Me has robado el amor que siempre he tenido por mi niña...
Pero tú no sabes ni sabrás lo que es amar...
Porque siempre has sentido celos,
odio
y envidia.
Pues tu consorte es el rey del
desamor...
En cambió yo,
aunque mi amada no esté...
Desde mi soledad siempre la seguiré amando en el mundo...”
Al escuchar esto Lilith se enfureció
más
y cada vez más.
Pues la vampira se había enamorado del
poeta...
Y de sus canciones.
Entonces ávida de amor
y placer tomó la forma de la ondina.
Se arrojó a los brazos del
centauro...
Y le hizo el amor estrepitosamente
como una gran explosión de súper nova...
Y llegó la noche en el bosque...
y el Arkher nació de aquella doble
traición.
5.
¡Al enterarse de todo Samael estalló
en ira!
6.
Félix el otrora pacífico poeta,
decepcionado
y triste,
se había enfrascado en la guerra contra los
lapitas
y había sido capturado por Teseo.
Samael en venganza pagó el rescate
del centauro
y en castigo por la afrenta lo arrojó
al mundo...
Hoy en día el centauro Félix Rey de
la isla de Óç. es un pobre gordo hipertenso,
medio poeta,
soñador
y enamorado;
y la bella ondina Dayana...
su primita hermosa a la que ama eternamente.
Félix M. de Óç.
(Imágenes
bajadas de internet)
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