LA APOSTASÍA, LA CAIDA Y EL PECADO
“Y estalló guerra en cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón, y el Dragón y sus Ángeles combatieron. Pero éste no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo”. (Revelación 12, 7-8)
“En Edén, el jardín de Dios, resultaste estar. Toda piedra preciosa fue tu cobertura, rubí, topacio y jaspe; crisólito, ónice y jade; zafiro, turquesa y esmeralda; y de oro era la hechura de tus engastes y tus encajaduras en ti. El día que fuiste creado fueron alistadas. Tú eres el querubín ungido que cubre, y yo te he colocado. En la montaña santa de Dios resultaste estar. En medio de piedras de fuego te paseabas. Fuiste exento de tacha en tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que se halló injusticia en ti. [...] Y yo te pondré como profano fuera de la montaña de Dios, y te destruiré, oh querubín que cubre, de en medio de las piedras de fuego. [...] A la tierra ciertamente te lanzaré. Delante de reyes ciertamente te colocaré, [para que ellos] te miren.”(Ezequiel 28; 13, 14, 16 y17).
Como afirma Douglas Bookman[1], el gran evento de la caída por causa de la rebelión Angélica no se describe directamente en la biblia; sin embargo, si es revelada en distintos episodios de alta inspiración, como por ejemplo en Ezequiel 28, Isaías 14, 12-14, Revelación 12, 7-9 entre otros. Además, dicho autor también específica que muchos investigadores han concluido que tales episodios no concuerdan con la realidad histórica a la cual se referían los profetas al momento de lanzar sus predicciones. Pues declaran éstos hallar inconsistencias exegéticas al respecto de tales profecías. Sin embargo, como el mismo autor señala, las profecías trascienden la realidad histórica humana y encuentran su verdadera consistencia en una lucha de tipo espiritual. (Es más, la Biblia debe interpretarse bajo poder de inspiración de manera holística, en una entrega total a Dios... como un todo en la parte y la parte en el todo... llenos de Espíritu Santo y no secular e históricamente. Pues debe haber en el hombre revelación para hablar como profetas y entendimiento revelado, para interpretar como sacerdotes. Doxásticamente[2] o como Doxa de fe es como debemos leer la biblia. “El que tenga oídos que oiga”).
“En este punto surge un problema de carácter exegético. De hecho, en ambos casos la memoria de la rebelión de Lucifer se introduce de manera abrupta dentro del contexto que nada tiene que ver con Satanás por lo que muchos investigadores han concluido que estos pasajes no se refieren a la rebelión de Lucifer y ponen el acento en el hecho de que la atención es enfocada exclusivamente contra los hombres que gobernaban esas naciones paganas... Sin embargo es necesario entender, que Isaías y Ezequiel, mas allá de acusar a los reyes humanos por sus crímenes, querían referirse al grande prototipo del mal y la rebelión, esto es, Satanás”. Es más, añadiría yo que no solamente se refieren al prototipo mismo del mal, sino al propio espíritu de Satanás o Lucifer... en persona, príncipe de este mundo, que nos ha manejado a hombres y mujeres como títeres a su antojo, cuando ha logrado alejarnos de Dios; esto es hacernos caer en pecado. “entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no resplandezca a través de ellos”. (2 Corintios 4, 4).
Ahora bien, recordemos que Satanás o Lucifer no fue solamente arrojado a la tierra, sino que además arrastró con él a la tercera parte de los ángeles del cielo que le acompañaron en su rebelión contra Jehová. Esto es un claro indicio de toda una legión de demonios en el mundo de los hombres y no simplemente una alusión al concepto de un mal impersonal en la tierra. Ahora bien, según Isaías 14 su caída se debió a su tremenda soberbia de quererse ubicar por encima de las estrellas de Dios y hacerse como Él. Al respecto en Isaías se escribe: “¡Oh como has caído del cielo, tú el resplandeciente, hijo del alba! ¡Cómo has sido cortado a tierra, tú que estabas incapacitando a las naciones! En cuanto a ti has dicho en tu corazón: A los cielos subiré. Por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré sobre la montaña de reunión, en las partes más remotas del norte. Subiré por encima de los lugares altos de las nubes; me haré parecer al altísimo”. Sin embargo, tal atrevimiento lo redujo al mundo de los hombres, al peor lugar del universo... Co-creación humana que será su cárcel por tiempo indefinido, además de ser su imperio secular, pero por tiempo de poca duración. “Pues sus sepulturas han sido puestas en las partes más interiores de un hoyo, y su congregación resulta estar alrededor de su sepulcro, todos ellos muertos violentamente, caídos a espada, porque habían causado terror en la tierra de los vivientes”. (Ezequiel 32, 23).
De alguna manera, al hombre se le revelado la caída; ahora bien, sobre el porqué del comportamiento (en el corazón) de Satanás ante Dios, solamente él y Dios lo sabrán. Sin embargo, el hombre entiende de tal apostasía. Tanto así, que sabemos del odio de Lucifer hacia nosotros, de sus malas intenciones por mantenernos cautivos hasta el fin del sistema. El sabe que Dios no ama y sin embargo, busca que nos alejemos de Él, embaucándonos en ilusiones mundanas de falso poder, prestigio y lujuria. Nos crea ídolos que nos aturden en el mundo y nos distancian de la espiritualidad. Ha creado toda una parafernalia de instituciones, no humanas y nos ha hecho matricularnos en ellas, como si fuésemos extensión de las mismas. La familia[3], el Estado, las Religiones, el Progreso... todo constructo racional impersonal nos aleja del amor a hacia Dios, hacia el prójimo y hacía nosotros mismos, por muy aparente “buena voluntad” que tengan los constructos. “Para Kierkegaard: el pecado no consiste solo en hacer cosas malas, sino en anteponer las cosas buenas por encima de Dios”[4] .
A guisa de síntesis podemos decir: que la caída antecedió a la creación, que con el Dragón el mal, el pecado y la muerte entran en el alma del hombre; que el hombre es creador de su mundo, pero Satanás es quien lo gobierna, que estamos como rehenes, atrapados en él... y que lo único que puede liberarnos de su yugo es el poder de Dios. Ahora bien, algunos teólogos han concluido: que si bien Dios hizo todo perfecto en su creación; Éste siempre habrá de respetar su palabra... y en su promesa estaba incluido el libre albedrio de sus creaturas. De allí que el mal entró al mundo por Satanás y no por Dios. “Y Jehová pasó a decirle a Satanás: ¿Has fijado tu corazón en mi siervo Job, que no hay ninguno como él en la tierra, un hombre sin culpa y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? [...] Por consiguiente, Jehová le dijo a Satanás: ¡Mira! Todo lo que tiene está en tu mano. ¡Solo que contra él mismo no alargues tu mano! De manera que Satanás salió de ante la persona de Jehová.” (Job 1, 8, 12). Ahora bien, Yo personalmente me sostengo: ¡Qué si mi Dios Jehová Verdadero, todo poderoso, creador del cielo y de la tierra... en todo su esplendor de poder absoluto y gran gloria... consciente de lo que hace... siempre y por siempre estará por encima del bien y del mal, o sea de la ley moral en la tierra de los hombres; y sin embargo, jamás abandonará a su creación a su suerte! Por eso, Tan sólo será menester humano tratar de comprender algunos de sus misterios, siempre y cuando nos sean revelados. “Las cosas ocultas pertenecen a Jehová nuestro Dios, pero las cosas reveladas pertenecen a nosotros y a nuestros hijos hasta tiempo indefinido, para que llevemos a cabo todas las palabras de esta ley”. (Deuteronomio 29, 29).
Félix M. de Óç.
[1] El origen y la caída de Satanás por Douglas Bookman traducción por: Past. Samuel Daniele.
[2] “El término griego doxa, es traducido comúnmente por “opinión”. Fue usado en sentido filosófico ya por Parménides al presentar y, según la mayor parte de comentaristas, contrastar la doctrina de la opinión, en cuanto apariencia, ilusión o engaño con la de la verdad”. Sin embargo, “los términos dóxico y doxástico -especialmente el último- son empleados en investigaciones de epistemología de la creencia y lógica de la creencia”. Diccionario de Filosofía J. Ferrater Mora. Sin embargo, en este caso la doxástica no debe entenderse como simple opinión, ni como una lógica de la creencia; sino como voluntad de opinión, o sea de entrega a la verdad revelada. En otras palabras, el poder conferido por Dios a sus creaturas vivas para interpretar lo revelado, en la entrega total a Dios. En la escogencia de la luz y en la misericordia de Dios.
[3] Ver Marcos 3; 33, 34, 35. Entiéndase que no es el apartarse del prójimo y menos aún de nuestros padres y hermanos verdaderos y vivientes; sino de aquella institución artificial que hoy en día se hace denominar el núcleo de la sociedad liberal: la familia... como podría hacerse extensivo este concepto a Nación, Imperio, Estado, República, Reino Secular, etc.
[4] En defensa de Dios. Timothy Keller.
(La imagen fue tomada de internet).