1.
Basándonos
en el primer principio de la termodinámica, puede haber un futuro del tiempo en
donde exista un universo físico a punto de colapsar, debido a su gravedad
infinita o a desgarrarse por completo, producto de la enorme cantidad de
energía oscura.
Como
la energía es infinita e ilimitada en el universo, la posibilidad de un mundo
en estas circunstancias es igual de infinita e ilimitada.
Las
partículas componentes de este sistema cósmico se han transformado en taquiones
súper-lumínicos. Generando así un universo negativo, en donde el tiempo se
retrotrae y los efectos anteceden a las causas.
Razón
por la cual, en un solo salto cuántico se va de la muerte a la resurrección,
del apocalipsis al génesis, del final al principio.
Por
lo tanto, el universo no se crea ni se destruye, simplemente se transforma.
2.
Por
otra parte, en un eterno presente, un sistema complejo de energía psíquica, el
ser, la Esencia/Existencia, al observar-observa el acontecer de aquel universo
implotado.
Al
pensar-piensa “Siempre habrá energía
disponible para crear nuevos mundos”.
Al
crear-crea un nuevo universo con los residuos del universo anterior.
La
materia en movimiento al 100% de la velocidad de la luz, en medio de un
hiperespacio cósmico, ralentiza el tiempo hasta anularlo completamente.
¡El
tiempo se detiene!
Sesenta
y cinco mil millones de años equivalen a cero.
El
universo cambia sus partículas a fotones, neutrinos, gravitones y sobre todo, mónadas de conciencia, en estas
circunstancias, la realidad física es superada por la idealidad psíquica del
ser pensante.
Tal como el campo electromagnético del universo, el campo de conciencia despide ondas de energía psíquica que a su vez son mónadas de conciencia. Entonces
hablamos de un universo mental similar al espacio tridimensional, relativo al
ser, pero sin tiempo, imperecedero, eterno y pletórico de conciencia.
En
conclusión, el universo neutro es un ser espiritual de conciencia, facultades
psíquicas y constructos mentales.
Sin
embargo, continente de un eterno presente implícito de materia congelada, en
él. Pero que a pesar del congelamiento le es imposible alcanzar el cero
absoluto; de allí, que siempre habrá energía disponible para crear nuevos mundos.
3.
Aquel
mundo compreso es ahora una Onda/Partícula que contiene el todo de aquella
energía colapsada. Que de acuerdo a la entropía, se reiniciará de nuevo en una
gran explosión caótica.
Sentado
esto, el universo seguirá una línea temporal que irá del pasado al futuro,
desacelerándose en el espacio hasta alcanzar una velocidad menor que la luz.
En
consecuencia, según se expanda y aumente su frecuencia en el tiempo, la
evolución creará formas reales de materia ordinaria, guiada a su vez, por las
cuatro fuerzas naturales y la energía oscura.
Después
del Big-Bang sus partículas se abrazarán al bosón de masa, llamado de Higgs e
iniciará una nueva historia evolutiva, hasta alcanzar el estadio de la
Mente/Cerebro, el homínido receptor de la nueva realidad.
Por
otra parte pero en relación a lo dicho, el observador del universo
implosionado, ha tenido gran trascendencia a punto de ser el creador de esa
nueva obra. Su propia obra.
De
allí, que la Esencia/Existencia sea el pequeño demiurgo de su propio universo
psicofísico.
Félix M. de Óç.
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