1.
El-ser-en-sí-para-Dios, creó al
ser-en-sí-para-sí, y éste a su vez, el-ser-en-sí-para-otros.
Esto quiere decir que
el-ser-en-sí-para-sí (sujeto existencial) como imagen y semejanza del Creador,
otorgó el cero y tanto por ciento de su energía dinámica para crear el mundo…
Y el resultado final fue la entropía…
El pecado original, la ignorancia…
De esto sucede que el mundo sea una
copia burda del espíritu; por eso, el-ser-en-sí-para-sí arrastra el mundo como
un grillete;
Sin embargo, de él se sirve para
evolucionar y luego, trascender…
2.
El-ser-en-sí-para-Dios es Dios,
equivale al cien por ciento y más de energía vital… es el todo absoluto…
La fuente infinita de energía.
Por otra parte, el-ser-en-sí-para-sí
es el sujeto existencial, la conciencia.
Su herencia de energía es del noventa
y nueve y tanto por ciento con respecto al cero y tanto por ciento del
ser-en-sí-para-otros, que es el mundo, su vana creación.
3.
La relatividad del ser, hace al ser
absoluto.
4.
El ser se crea para evolucionar y
retornar a sí mismo como Dios creador…
5.
En el momento en que el ser es a
partir de la nada, la nada no es a partir del ser; no obstante, el dejar de ser
para ser son la nada gnoseológica y el ser en el ser…
6.
El ser cual “Mente/Cuerpo” es finito, pero a su vez, infinito e infinitesimal,
pues se halla entre el ser como “Espíritu/Dios”
que es infinito y el ser cual “Onda/Partícula”
que le conforma infinitesimalmente…
7.
Creación, evolución e integración son
las tres etapas del ser para ser “Espíritu/Dios”…
Se crea de la nada al observarse
desde el ser infinito.
Infinitesimalmente desde “Onda/Partícula” en gran explosión,
hasta el ser como “Mente/Cuerpo”, evoluciona
material, biológica, cultural y psíquicamente hasta adquirir conciencia…
A partir de allí, el ser retorna al “Espíritu/Dios”…
Para crearse, evolucionar e
integrarse en espiral trascendente…
8.
El ser va del mal hacia el bien en
una espiral trascendente y constante; pero en cada giro al mal le supera el bien,
porque en cada giro, cada vez más, se perfecciona el ser… en cualquier caso, el
bien y el mal son relativos, mas la constante final siempre será el bien…
9.
Un cuerpo de materia ordinaria se corroe
en la herrumbre del futuro como un pedazo de hierro en el mar; en cambio, un
cuerpo de luz es eterno pero estático en un presente pasivo como un haz en una
singularidad cósmica; por el contrario, un cuerpo súper-lumínico se retrotrae a
los inicios del tiempo más allá de cualquier paradoja; mas, sólo un cuerpo que
se transforme en los tres es claramente un dios…
10.
Así como el cuerpo une al ser con el
mundo, la conciencia lo une a Dios…
Félix M. de Óç.
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