CANTO DÉCIMO OCTAVO
1.
El Eón Lucifer estaba sometiendo cruelmente
a los Santos descendientes de Set, cuando por intervención de Jehová y de su
hijo Jesucristo, se vino al piso la bestia con pies de barro, en la cual el
Eón, había edificado su triunfo…
Los constructores del universo físico
ahora se hallaban en grandes aprietos, pues en el pasado de los días, hace 65
millones de años atrás con respecto a nuestra era, los dinosaurios habían sido
extintos por un meteorito teledirigido a la tierra. La razón de los Nuevos
Vigilantes, era causar un vórtice diferente de realidad espaciotemporal, cuyo
efecto inevitable sería la muerte de Lucifer, y el consecuente final del
imperio de la Cabra en el futuro del tiempo, además del nacimiento de Set y el
consecuente coronamiento de los Santos de Dios en el cielo...
“Tú, oh rey, estabas
contemplando, y, ¡mira!, cierta imagen inmensa. Aquella imagen, que era grande
y cuyo resplandor era extraordinario, estaba de pie enfrente de ti, y su
apariencia era pavorosa. En lo que
respecta a aquella imagen, su cabeza era de buen oro, sus pechos y sus brazos
eran de plata, su vientre y sus muslos eran de cobre, sus piernas eran de hierro, sus pies eran en
parte de hierro y en parte de barro moldeado. Seguiste mirando hasta que una
piedra fue cortada, no por manos, y dio contra la imagen en sus pies de hierro
y de barro moldeado, y los trituró”. (Daniel)
2.
A consecuencia de lo anterior, la
extinción de los dinosaurios fue el acicate perfecto para que los mamíferos dominaran
la tierra [1]. Los primeros mamíferos dieron lugar a los primates, luego a los
homínidos que fueron modificados genéticamente para dar paso a los hombres que
finalmente darían lugar a los dioses [2]...
¡La Gran Hermandad de Cristo existía! [3]
[1] “Jesús
les dijo: “¿Nunca han leído en las Escrituras: ‘La piedra que los edificadores
rechazaron es la que ha llegado a ser la principal piedra angular. De parte de Jehová
ha venido a ser esto, y es maravilloso a nuestros ojos’? Por eso les digo: El reino de Dios les será
quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos. También, el que caiga sobre esta piedra será
hecho añicos. En cuanto a cualquiera sobre quien ella caiga, lo pulverizará”. (Evangelio
de Mateo)
[2] “Yo
mismo he dicho: ‘Ustedes son dioses, y todos ustedes son hijos del Altísimo”.
(Salmos)
[3] “Ciertamente,
por lo tanto, ustedes ya no son extraños y residentes forasteros, sino que son
conciudadanos de los santos y son miembros de la casa de Dios, y han sido edificados
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra
angular de fundamento. En unión con él,
el edificio entero, unido armoniosamente, va creciendo para [ser] un templo
santo para Jehová. En unión con él,
ustedes, también, están siendo edificados juntamente para [ser] lugar donde
habite Dios por espíritu”. (Efesios)
Félix M. de Óç.
Imagen de internet
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