CANTO
VIGÉSIMO SEGUNDO
1.
Monólogo de la Bestia herida de muerte,
el Hombre y el Ángel.
Pensar por un momento que distancia
existe entre cada circunstancia que divide nuestro amor; tú, desde el cielo en
tu extraña posición en el mundo; yo, desde el mundo en mi extraña posición en
el cielo...
“Dijo Jesús: «Cuando contempláis lo que se
os parece, os alegráis; pero cuando veáis vuestras propias imágenes hechas
antes que vosotros —imperecederas y a la vez invisibles—, ¿cuánto podréis
aguantar?»”. (Evangelio gnóstico de
Tomás)
2.
Desde el
enfoque de una matesis especulativa: El Ángel es igual al Hombre sobre la
Bestia; mas, La Bestia equivale al Hombre sobre el Ángel; sin embargo, el
Hombre podrá ser igual al Ángel por la Bestia o a la Bestia por el Ángel, según
escoja.
“Jesús dijo: «Dichoso el león que al ser ingerido
por un hombre se hace hombre; abominable el hombre que se deja devorar por un
león y éste se hace hombre»”. (Evangelio gnóstico de Tomás)
3.
Con
el Adán Hilecinético y la Eva Hilenoética, realidad e idealidad física y psíquica [1], subyugados al poder de
la serpiente. Aparecen en la escena de la creación humana, el engaño, la
transgresión, la dominación, la violencia; en otras palabras, el mundo en su
perversa plenitud o Infierno conceptual del hombre.
[1]
“Mientras Eva estaba [dentro de Adán] no
existía la muerte, mas cuando se separó [de él] sobrevino la muerte. Cuando
ésta retorne y él la acepte, dejará de existir la muerte”. (Evangelio
gnóstico de Felipe)
4.
De la
oscuridad a la luz transita el ser viviente en medio de un Armagedón
policromático, a través de una lucha interminable entre las fuerzas del bien y
del mal, en procura de la evolución de la conciencia, de la conquista de la
Divinidad Heredada, no sin antes como Hijo Prodigo, sumergirse en la
profundidad acuosa del caos, del pánico existencial, de la cosificación del
sujeto por el concepto, de los instintos primarios y la obnubilación de la
mente por la fluidez endocrina del cuerpo [1]; para luego emerger y retornar en
un proceso dialéctico de progreso y conservación de la experiencia, cual Alma
prístina o Ángel sempiterno a la blanquísima luz del Espíritu Santo de Dios, en
la liberación absoluta hacia la vida eterna en un continuo progreso espiritual
[2].
La oscuridad de
la nada como magma de fuego y azufre, alimenta la penumbra del desconcierto y
lento fluir del devenir, que de un momento a otro se agita como un océano de
carne; y luego, se evapora en espíritu, hasta alcanzar el sosiego del ser, de
la conciencia liberada, del alma en reposo en el pleno esplendor del universo
vivo, de ser y sentirse hijo de Dios.
[1] “Entonces dijo: “Cierto hombre tenía dos
hijos. Y el más joven de ellos dijo a su
padre: ‘Padre, dame la parte que me corresponde de la hacienda’. Entonces él
les dividió su medio de vivir. Más
tarde, no muchos días después, el hijo más joven recogió todas las cosas y
viajó al extranjero a un país distante, y allí malgastó su hacienda viviendo
una vida disoluta. Cuando lo hubo
gastado todo, ocurrió un hambre severa por todo aquel país, y él comenzó a
padecer necesidad”. (Lucas)
[2] “De modo que se levantó y fue a donde su
padre. Mientras él estaba todavía lejos, su padre alcanzó a verlo, y se
enterneció, y corrió y se le echó sobre el cuello y lo besó tiernamente. Entonces el hijo le dijo: ‘Padre, he pecado
contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Hazme
como uno de tus asalariados’. Pero el
padre dijo a sus esclavos: ‘¡Pronto!, saquen una ropa larga, la mejor, y
vístanlo con ella, y pónganle un anillo en la mano y sandalias en los pies. Y traigan el torillo cebado, degüéllenlo, y
comamos y gocemos, porque este hijo mío estaba
muerto y volvió a vivir; estaba perdido y fue hallado’. Y comenzaron a gozar”.
(Lucas)
5.
El hilecronotopo o campo
espacio-temporal de la “Esencia/Existencia”
puede reducirse a unas determinadas coordenadas físicas o psíquicas, o
bien, puede ubicarse en diferentes coordenadas a la vez, según la capacidad
tecnológica o biotecnológica que tenga; en otras palabras, la “Esencia/Existencia” puede estar determinada
o indeterminada en cualquier lugar del universo, según su capacidad de poder.
El principio de interacción cuántica permite este resultado.
Por esta razón, el Amor es el principio
de la integración de la parte con el todo; sin embargo, podemos estar divididos
[1] o indefensos o estar en cualquier parte y ser a la vez una integridad como
la Poderosa Hermandad del Cordero…
[1]
“Dijo Jesús: «Bienaventurados los solitarios y los elegidos: vosotros
encontraréis el Reino, ya que de él procedéis (y) a él tornaréis»”. (Evangelio
gnóstico de Tomás)
Félix
M. de Óç.
Imagen de internet
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