CANTO
VIGÉSIMO CUARTO
1.
“Como
parte de los hombres estaban siendo aniquilados, su grito subía hasta el cielo”. (Libro
de Enoc)
Entonces
Dijo Jehová a Sariel:
"En
seguida enseña al Justo, al hijo de Lamec, lo que debe hacer para preservar su
alma para la vida y escapar definitivamente, pues por él será sembrada una
planta y serán establecidas todas las generaciones". (Libro de Enoc)
Después
a Noé:
“Después de eso Dios le dijo a Noé: ‘el fin de
toda carne ha llegado delante de mí, porque la tierra está llena de violencia
como resultado de ellos; y aquí estoy arruinándolos junto con la tierra”. (Génesis)
Así
el nieto de Enoc estaba predestinado a construir el Arca De Noé. Una especie de frigorífico que
salvaguardaría toda la información genética de los seres vivos en la tierra. Antes
de la gran inundación (El primer gobernante ahora como enemigo de Lucifer se
encargaría de ejecutar el diluvio [1]) y guerra, que supondría el fin de los
hijos de Shemihaza...
[1] “El
primer gobernante lamentó todo lo que había nacido a través de él. Una vez más
hizo un plan y decidió traer una inundación sobre el mundo humano”. (Libro
secreto de Juan)
2.
Ahora
bien, por mandato del Anciano de días, los Nuevos Vigilantes iniciaron una
persecución acérrima en contra de los Nefilim, que junto con la hibridación de hombres y
dragones, procuraban detener la venganza de Lucifer como respuesta a la piedra
de fundamento…
Entonces
Jehová dijo a Gabriel:
"Procede
contra los bastardos y réprobos hijos de la fornicación y haz desaparecer a los
hijos de los Vigilantes de entre los humanos y hazlos entrar en una guerra de
destrucción, pues no habrá para ellos muchos días”. (Libro
de Enoc)
Entonces
Jehová dijo a Miguel:
"Destruye todos los espíritus de los
bastardos y de los hijos de los Vigilantes porque han hecho obrar mal a los
humanos”. (Libro de
Enoc)
En
conclusión, a causa de la persecución angélica la gran mayoría de ellos
murieron, Pero unos pocos lograron salvarse [1]. En tanto, que Jaldabaoz y la
descendencia de Caín, se sublevaron también en su contra.
[1]
“Pero los hombres que habían subido con
él dijeron: “No podemos subir contra la gente, porque es más fuerte que
nosotros”. Y siguieron presentando a los
hijos de Israel un informe malo acerca de la tierra que habían espiado,
diciendo: “La tierra, por la cual pasamos para espiarla, es una tierra que se
come a sus habitantes; y toda la gente que vimos en medio de ella son hombres
de tamaño extraordinario. Y allí vimos a
los nefilim, los hijos de Anaq, que son de los nefilim; de modo que llegamos a
ser a nuestros propios ojos como saltamontes, y así mismo llegamos a ser a los
ojos de ellos”. (Números)
Félix M. de Óç.
Imagen de internet
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