CANTO
VIGÉSIMO SEXTO
1.
Los
hombres instigados por Satanás y sus demonios psicológicos [1] intentaron tomarse el cielo por asalto, presionaron desde su base la caída del imperio celestial [2]…
[1]
“Los Arcontes quisieron engañar al
hombre, viendo que éste tenía parentesco con los verdaderamente buenos:
quitaron el nombre a los que son buenos y se lo dieron a los que no son buenos
con el fin de engañarle a través de los nombres y vincularle a los que no son
buenos. […] Pues ellos pretendían raptar al que es libre y hacerlo su esclavo
para siempre”. (Evangelio gnóstico de Felipe).
[2] Entonces dijeron: “¡Vamos! Edifiquémonos
una ciudad y también una torre con su cúspide en los cielos, y hagámonos un
nombre célebre, por temor de que seamos esparcidos por toda la superficie de la
tierra”. (Génesis)
En respuesta Jehová habló así a la Gran
Asamblea de Dios:
“A
continuación dijo Jehová: “¡Mira! Son un solo pueblo y hay un solo lenguaje
para todos ellos, y esto es lo que comienzan a hacer. Pues, ahora no hay nada
que tengan pensado hacer que no les sea posible lograr. ¡Vamos! Bajemos y confundamos allí su
lenguaje para que no escuche el uno el lenguaje del otro”. Por consiguiente, Jehová los esparció desde
allí sobre toda la superficie de la tierra, y poco a poco dejaron de edificar
la ciudad. Por eso se le dio el nombre
de Babel, porque allí había confundido Jehová el lenguaje de toda la tierra, y
de allí los había esparcido Jehová sobre toda la superficie de la tierra”. (Génesis)
“Y
Jehová Dios pasó a decir: “Mira que el hombre ha llegado a ser como uno de
nosotros al conocer lo bueno y lo malo, y ahora, para que no alargue la mano y
efectivamente tome [fruto] también del árbol de la vida y coma y viva hasta
tiempo indefinido...”. […] De modo que expulsó al hombre, y al este del jardín de
Edén apostó los querubines y la hoja llameante de una espada que continuamente
daba vueltas para guardar el camino al árbol de la vida”. (Génesis)
2.
A
raíz de la hipnosis colectiva en parte y en parte a la propia soberbia e
ignorancia humana, los hombres se hundieron cada vez más en el abismo de la muerte,
a su vez que despreciaban ingentemente la luz que guía el camino hacia a la
vida [1]. De allí, que jehová comenzó a sentir gran repulsión hacia la
humanidad [2].
[1]
“Hubo aquellos que estuvieron morando en
oscuridad y sombra profunda, prisioneros en aflicción y en hierros. Porque se
habían portado con rebeldía contra los dichos de Dios; y al consejo del Altísimo
le habían mostrado falta de respeto…” (Salmos)
[2]
“Y la cólera de Jehová empezó a arder
contra su pueblo, y él llegó a detestar su herencia. Y repetidas veces los dio
en mano de las naciones, para que los gobernaran los que los odiaban, y para
que sus enemigos los oprimieran, y para que fueran sojuzgados bajo la mano de
ellos”. (Salmos)
Félix
M. de Óç.
Imagen de internet
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