CANTO
QUINTO
1.
En
el Jardín del Edén, en las Regiones Celestiales, o lo que es lo mismo, el
Paraíso abundante de Energía Psíquica, el “Espíritu/Dios”
se ha manifestado en infinidad de conciencias en perpetua evolución espiritual…
donde la suprema “Esencia/Existencia”
es el Padre: Jehová de los ejércitos, la Madre: María Santísima y el Vástago de ambos: Jesucristo, seguidos de
un sinfín de luminarias creadas por Él…
El
Espíritu/Dios:
“¿Qué debo deciros sobre él? Su reino eterno
es imperecedero: es tranquilo, es silencioso, está en reposo, y está ante todo.
(…) Es la cabeza de todos los mundos, y
lo sostiene por medio de su bondad. (…) Porque
el Perfecto se contempla a sí mismo en la luz que lo rodea. Este es el
manantial del agua de vida que produce todos los mundos de todas las clases”. (Libro
secreto de juan).
2.
El
Padre, la Madre y el Vástago
El
Padre:
“El
Padre penetró a Barbelo con una mirada, con la luz pura, brillante, que rodea
al Espíritu invisible.
(…)
Barbelo concibió, y el Padre produjo un rayo de luz que se parecía a la luz
bendita mas no era tan brillante.
Este
rayo de luz era el Vástago único del Padre común que había salido, y el único
retoño y el Vástago único del Padre, la luz pura”. (Libro
secreto de juan).
La
Madre:
“Ella es
el primer poder: ella precedió a todo y salió de la mente del Padre como el Pensamiento
Anterior de todo.
Su
luz se parece a la luz del Padre; como el poder perfecto, ella es la imagen del
perfecto e invisible Espíritu virgen.
Ella
es el primer poder, la gloria, Barbelo, la gloria perfecta entre los mundos, la
gloria emergente”. (Libro secreto de juan).
El
Vástago:
“El
Espíritu santo llevó a la perfección al Vástago divino y producido por sí mismo
del Espíritu y Barbelo. Entonces el
Vástago pudo colocarse ante el poderoso e invisible Espíritu virgen como Dios,
Cristo, producido por sí mismo, a quien el Espíritu había honrado con grandes
aclamaciones. Este Vástago salió a
través del Pensamiento Anterior. El
Espíritu virgen invisible colocó a este Dios verdadero, producido por sí mismo,
por encima de todo, e hizo que toda autoridad y la verdad interior estuvieran
sujetas a él”. (Libro
secreto de juan).
La
creación de los Reinos Celestiales:
“El
verbo siguió a la Voluntad. Pues Cristo, el Dios producido por sí mismo, lo
creó todo mediante el verbo. (…) Ahora
de la luz, Cristo, y de la Inmortalidad, por la gracia del Espíritu, llegaron
las cuatro estrellas que se derivan del Dios producido por sí mismo. El miró a
su alrededor e hizo que las estrellas se colocaran ante él”. (Libro secreto de juan).
Félix
M. de Óç.
Imagen de internet
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