domingo, 2 de septiembre de 2018

PRONTUARIO EVOLUTIVO DEL SER


 
1.
Todo empieza por un sueño, aún no lo sabes, pues estás durmiendo en el vientre de tu madre…
Pensar que han pasado miles de millones de años de inconsciencia, en una sincronía relativa, antes de volver a soñar y después del último sueño…que tuviste…pequeño ser…
Ahora despiertas y no queda más que un vago recuerdo en el subconsciente, información que a veces aflora entre emociones, durante la vida que sigue después de volver a nacer una y otra vez, en cada universo paralelo…
Extraña intermitencia entre la vida y la muerte del multiverso vivo que eres tú…
Como una estrella de neutrones que se enciende y se apaga en un tenue agujero negro, que se evapora lentamente para volver a brillar en otra dimensión de un nuevo hiperespacio-tiempo, en un juego infinito de luces cósmicas que se iluminan y extinguen como los días y las noches de la profunda existencia…

2.
Observas…
Y el universo vivo aparece a tu alrededor.
Tuviste un infinito e infinitesimal tiempo…
 Latente…
Para crear un poema de once dimensiones elevado a la N…
Como versos de materia y energía lumínica en continuo movimiento.
Por eso eres parte de la Súper-conciencia del Eterno Observador… El Gran Ser…
Y también emanación de tu propio devenir, pequeño ente…
En tu mundo confluyes desde ambas partes, cual diminuto riachuelo e inmenso océano de energía que en ti se encuentran…

3.
La razón es luz de una vela en el espacio oscuro e infinito del cosmos, apenas si alumbra el camino de la emoción hacia la grandeza del universo.
La intuición un faro en el mar, el instinto un grito en la selva.
Pero la fe y la imaginación son la voz del “Espíritu/Dios” al creyente.
El contacto directo,  la comunicación del todo absoluto con la conciencia; sin embargo, la facultad psíquica desconocida aflorará algún día en el ocaso del penúltimo giro ascendente…

4.
He visto ramificarse siete universos paralelos, fractales, horizontales, desde un tronco vertical de existencia; vórtice infinito de energía evolutiva cual “Árbol de la vida”…


5.
Me reconforto entre pensamientos que fluyen como rayos de luz entre sombras permanentes; porque en la divagación he comprendido que la fuente de energía es infinita…
Como el amor del Padre a su creación…

6.
El ser existencial observa el mundo, cual monje de cara adusta y pálida, desde la ventana de un monasterio antiguo y solitario, en la cima de una montaña de grandes lajas y laberintos interiores, que suscitan el ansia por descubrirse a sí mismo a través de su mirada fija en el infinito…  

7.
He visto al “hijo pródigo” retornar en espiral ascendente desde la nada absoluta hacía el Espíritu/Dios; o sea, ir de la inconsciencia a la consciencia universal, de la singularidad infinitesimal al Todo Absoluto…
Pero también lo he visto recular, decaer desde el espíritu a la materia, desde la luz hacia la energía oscura en una singularidad infinita de aceleración súper-lumínica…


8.
La perspectiva de la Esencia/Existencia es inversamente proporcional a la del Espíritu/Dios; en otras palabras, el hijo retorna al padre desde la nada absoluta visto desde la óptica del Gran Observador…

9.
La ciencia descansa en la realidad física del ser como un satélite artificial alrededor de la órbita terrestre, simple o compleja pero hermosa…
Su primogénita la tecnología un complemento a esa aventura…
Por su parte, la filosofía es a su idealidad como el pensamiento al lenguaje, una misma cuestión, un mismo asunto, ese algo interior que se concreta en un discurso…
La religión en cambio, es la historia universal y sagrada, conjugación de la ciencia y la filosofía en un entramado existencial que le da sentido al ser y que va más allá de la episteme y la ontología…
 En cuanto el arte, es su máxima y suprema expresión o contemplación generosa aunada al goce estético…

Félix Muriel P.