sábado, 29 de enero de 2011

El ACTOR



A CARLOS ANDRÉS

Ya se levanta el telón...
Mi artista.
Los tramoyeros,
cual translucida tela de aire dominical en el parque,
lo elevan como estandarte eólico...
entre las musas
y el público...
anonadado de ensoñación.

Inicia el primer acto:

Suena una música de pitos,
Flautas
y faunos...

Segundo acto:

Saltas a escena vertiendo sangre de salsa de tomate...
se contrasta en tu rostro el amarillo
y carmín...
de una tragedia de “Shakespeare”...
dramaturgo anónimo del barrio...
Esmeralda.

Vienes de una comedia de ayer...
Y ahora te mueres retorcido en los adoquines del parque Caldas...
Todo parece darse en Signos Teatro...
como una historia real...
de universos paralelos.

Tercer acto:

Que hermoso es verte actuar...
Payasito.
Parece que el sol esculpiera en tu cuerpo la expresión mágica del arte hecho carne,
movimiento...
fluidez,
canción...

Das vida con tu vida a la ficción del personaje,
Co-ayudando a crear la ilusión complementaria del poeta en el papel
y la tinta...
de la obra insigne del vate desconocido.

Acto final:

¡Ah una portentosa voz se entremezcla entre la obra
y público!
Una niña disfrazada de pájaro vuela...
Tres actores más se lamentan...
lloran...

Fin de la obra...

La gran escena callejera termina...
Se recogen las telas,
girones que se arrancaron de emoción del disfraz...
Cae el telón...
Los actores se inclinan,
Luego se abrazan...
Nada de flores.
Un demente desprevenido piensa:
¡Qué está pasando allí en medio de ese poco de locos!

Tú miras al cielo,
suspiras
predicas:
bendito sea Dios que no soy yo,
el orate que actúa en la obra de todos...

Félix M. de Óç.

lunes, 24 de enero de 2011

LA VÍA



LA VÍA


1.
Salgo de trabajar,
(Como siempre cada día el negocio está peor)
Me voy camino a casa recorriendo un sendero de huecos café amarillo,
putrefactos...
llenos de agua sucia...
como lagos de vida micro-orgánica,
primitiva,
olvidada,
superviviente
como la ciudad del pasado inscrita en el presente...
inexistente como un recuerdo de ayer.

Me dirijo por las carreras despavimentadas del pueblo blanco,
calles profusas de abandono público.
Avenidas pletóricas de autos último modelo,
motorratones,
carretas de caballos
y estiércol...
Siglos 18
y 21 juntos...
pero divididos por la injusticia social de un Estado indiferente...
heredero del Dragón...

De pronto me detiene un trancón a varios metros de un semáforo estorboso que hace de policía de transito...
sin que medie entre él
y el infractor una conducta de cohecho
o de soborno...
pues implícitamente parece resplandecerlo en sus colores...

Ha pasado casi una hora
y el pobre aún no sabe si es rojo,
amarillo
o verde...
entre tanto un grupo de desplazados con cartones húmedos pide limosna,
mientras la llovizna moja sus cabezas
y las de sus pequeñuelos hijos a sus espaldas...
cada pito desesperado resuena como disparos de paramilitares...
¡Ya es insoportable el trancón!
Los saltimbanquis demuestran que la cúpula de smog parece carpa de circo.
Una estatua humana ve rodar como lágrimas su pintura plateada.
Un cieguito
y un invalido riñen por la compasión de otros pobres humillados...
Algún chavito quiere limpiar el parabrisas.
¡No alcanzan quinientos pesos para todos!
2.
¡Ah!
¿En dónde estará Dayana en este instante?
Quisiera decirle que veinte años no son nada en comparación con nuestra edad en el universo...
Ojalá me creyera...
me diera un beso...
¡La quiero tanto!

Por un momento me he olvidado del trancón
y de toda la realidad social que sirve de holocausto de fuego a la tierra en este mundo.

Y me he ido a la casa de mi Padre soñando con Dayana de la mano.
Mira cuantos universos físicos se expanden a tus pies
y con cada experiencia creas una historia,
entre miles de millones de historias infinitas...
¡Como eres libre como el viento!...
¡Como eres vida como el agua!...
¡Como eres Luz como Cristo!

¡Mi chiquita...
cuanto Espíritu se abre a los dos...
como un océano infinito de vida!
¡Que acaso no miras a los ángeles de Dios...
en este reino cuántico del Logos
y Sofía!
No solamente los miras...
sino que te confundes en la unidad del Creador con ellos.
Te mimetizas.
También somos herederos del reino de Barbelo...
Del pléroma eterno...
mi chiquita...

3.
Ya hay vía en la dimensión horizontal de polvo de estrellas...
Luz verde,
luz verde;
mas siempre habrá luz verde en la evolución vertical del Espíritu de vida,
paráclito,
Espíritu Santo.

¡Dios te guarde Dayana!

Félix M. de Óç.

sábado, 22 de enero de 2011

EL ENCUENTRO



A LUZ ELENA

L
uz Elena…
Sabes,
las almas iguales se buscan…

Tal vez odies las bajas pasiones
y el alcohol…
que han bullido por mi cuerpo como lava ardiente de volcán activo.
Bohemio,
descuidado,
hedonista…
en el paraíso perdido de la incertidumbre he sido…

Pero nuestras almas gemelas…
han descubierto en la delicada paz de la palabra silenciosa…

¡El encuentro!

Y nos hallamos en la tranquilidad del ensueño,
junto a una fuente,
en medio de un campo abierto,
fresco
e infinito…
Donde llueve…
El agua moja nuestras cabezas…
Proviene de las manos sacras del Bautista Juan.
En una catedral solitaria,
gótica,
francmasónica,
hecha de piedra arquitectónica,
y sabias inscripciones esotéricas.
Junto al ágape griego.

-Y en nombre de la Santísima Virgen María…
Shekinah...
Isis...
Asera…
manifestación femenina de Dios...
Jesús...
Cristo en el altar…-

¡Nos bautiza!

Y ya somos hijos de la palabra silente,
Verbo...
Arkhé...
Vástagos conversos de la crucial filosofía…
¡Se ha perfeccionado el encuentro!
El Aleph
Hermanos somos en el Logos…
Complemento de luz
y oscuridad…
felicidad…
unidad de contrarios…
hallazgo misterioso de la noche
y el día…
Luz
y Félix unidos
en la dimensión vibrante de los sueños...
en Edén cuántico de ilusiones
y esperanzas...

Félix M. de Óç.

Imagen de internet


ROSITA TEJIENDO SUEÑOS



ROSITA TEJIENDO SUEÑOS

¡Ya nació la caucanita!
Tal vez pensó mi abuelo abriendo la puerta de la alcoba.
Eran las nueve,
pero aún el susurro de la brisa mañanera,
como polvillo cósmico,
invadía cada recodo de un pueblo azul,
pequeño,
de casas amplias con pisos contrastados de baldosas verdes
y amarillas,
paredes de adobe calsecas…
puertas
y ventanas de madera.
Y una población trabajadora en víspera del día del campesino.
Era Timbio en un cuatro de junio,
de mil novecientos cuarenta
y nueve.

La pequeña Rosalbita,
la última de diez hermanos,
había nacido fruto de la unión de don Salomón Palacios
y su señora esposa:
Ana Julia Ordóñez de Palacios.
Ambos nariñenses,
Inmigrantes de la patria chica con difícil situación económica,
que se habían apostado en Timbio Cauca con el deseo vehemente de luchar,
de progresar
y por qué no,
de reivindicar el estatus económico de otros tiempos…

Pero pronto,
la otrora acaudalada familia se instaló en Popayán.
Aquí Rosita,
como los vecinos le decían de cariño,
desde el viejo mostrador verde de una humilde tienda llamada caucanita,
desde una casa esquinera,
que por poco se lleva el Instituto de Crédito Territorial,
aprendió el bellísimo arte de tejer.
Entrelazó hilos con precisión
y mágica armonía,
construyó cadenas,
palos,
redondetes,
formas artesanales de hermosos colores,
y suave sensación táctil.
Tejió carpetas,
vestidos,
sobrecamas
morrales.
Se ganó la vida con el arte de Ariadna
y como ella,
también tejió una historia de amor.

Mas esta vez el héroe se llamaba Luis Muriel.
El laberinto:
las carreteras destapadas de Colombia
y el Mino-Tauro,
la vida licenciosa de un hombre,
aventurero,
enamorado,
vacilador.
El hilo de Rosa rescató a Luis Muriel de Asterión
y el laberinto.
Se casaron en la iglesia de Fátima un ocho de diciembre de mil novecientos setenta
y uno.

De la nueva familia nacimos cinco hermanos.
Y según parece,
hemos sido el mejor regalo para nuestra señora madre.
Pues para doña Rosita,
la familia representa la máxima expresión de felicidad en la vida.
Es más,
¡la vida misma hecha felicidad!
Por eso,
la muerte de sus padres,
sus siete hermanos,
su esposo
y uno de sus hijos,
le han dado a probar por vez primera…
el sabor amargo de la tristeza a cuenta gotas;
no obstante,
nuestra madre ha sabido superar el llanto con una sonrisa,
una bendición,
una postura de fe que mi filosofía aún no entiende,
y que sin embargo ha bastado para superar la crisis.

Hoy en día mi madre todavía sigue tejiendo,
tejiendo sueños…
y la poesía se hace carpeta en sus blancas manos…

Félix M. de Óç.

ODA A MIS DOS VIEJOS



ODA A MIS DOS VIEJOS


Miro las fotografías de dos viejos caminantes de la vida:

Una de mi abuelo,
el alto comerciante,
tierno
y bonachón…
severo con sus hijos.
La otra de mi padre,
el duro trabajador
y buen vecino.

1.

Mi abuelo caminaba conmigo hasta el mercado…
Yo sostenía el morral sin hacer fuerza.
Me regalaba dos pesos,
suficientes para un huevo,
cascaras de fríjol parecidas a soldados,
una resma de papel periódico…
lienzo en que expresaba yo mis ilusiones
juegos infantiles,
y deseos…
dibujos de niño robados al corazón lúdico del lapicero…
Cariño…
y todos los días…
un pedacito de carne de su almuerzo.

Yo tenía siete años…
y mi abuelo toda una vida de rigor…

A la misma edad de su nieto,
de aquel viernes del ochenta
y uno…
se había ido desde el Guarangal hasta la sucursal del cielo…
Temeroso del castigo,
por haber matado a un pollito con un trompo,
comenzó el designio del caminante sin par…

caminante de sendero real,
de barro húmedo
y podrido,
de mulas grises
y tiempos de violencia liberal…

Llegó a Buesaco a vender anís,
no tenía más que su palabra,
pero suficiente para hacer fortuna…
fortuna que se fue en los gallos
y el póker.

Mi abuelo Salomón Palacios murió tranquilo sentado en su cama,
sin un solo peso entregó su vida al señor…
pero dejo una montaña de sueños,
ilusiones,
críticas,
odios,
palabras,
papeles…
y un título de propiedad infinita encaminado a no ser de nadie…

Pero,
sobre todo su AMOR…
en su irremplazable
y triste silbido:
pio…
pio…
pio…
cuando llegaba por las tardes a casa.

2.

Don Luis Muriel se llamaba mi padre,
de verdad que lo conocí cuando más lo necesité…
El viejo era un hombre pragmático,
insensible en apariencia.
Enamorado
y poco soñador.
¡Pero trabajador como él no he visto!
Odiaba el fútbol,
el alcohol
y a casi todos los chulavitas conservadores.
Amaba el cine,
las mujeres bonitas,
el gaitanismo
y el buen comer…

Caminaba rápido por las aceras.
Se desesperaba en tiempos de crisis.
Ayudaba a quien pudiese sin pedir nada a cambio.
Fue excelente padre,
hijo
y hermano,
honorable señor,
responsable
y buen esposo…

De él aprendí la sinceridad sin importar cuanto duela.
Me enseñó de la vida a dudar,
a no confiar demasiado,
de ir a tientas aun cuando haya luz a montones.
De ahorrar
y pensar en los que siguen luchando…


Por eso mi padre se molió en los caminos llevando la carga a las ciudades,
se hartó de gasolina,
humo
y carretera…
al final de sus días de fastidiosos papeles
y requerimientos burocráticos…
se lo llevó el estrés,
la diabetes,
los cigarrillos
y el corazón…

se murió de sesenta
y dos años…
Y nos dejo un recuerdo inquebrantable…
más una ilusión que se muere conmigo.

Félix M. de Óç.

jueves, 20 de enero de 2011

A YAYITO



A YAYITO

El cielo para igualar tu grandeza necesitó irremediablemente de ti...

Hola Yayito:
Han Pasado casi veinte años…
Pero en esta tarde de hoy,
mi pequeño hermano,
he oído nuevamente tu risa alocada…
desbordarse desde tu dientecito solitario,
como una oleada de música dispuesta a decirme:
¡Cuán dichosa siempre ha estado tu alma!

Veo a Orosco asomar la cabeza por el canto de la cama.
Me produce un absurdo contento.
Sabía que eras feliz en lo perverso del mundo,
por eso te consentía con sus ridículos juegos.

Pero también tu llanto fue felicidad de pucheros,
angelito terreno,
de alma dulce,
santa
y peregrina…

A veces mirabas el infinito tendido en el lecho…
Eras libre desde tu pensamiento como ave de sueños.
Querías volar
y volabas…
Pues tenías alas en un cuerpecito rígido que jamás pudo apresar tus ilusiones.

Yayito:
Han pasado casi veinte años desde que te fuiste.
Pero apenas hoy comprendí tu verdadera libertad
y alegría.

¡TU MISIÓN!

Pues fuiste feliz en el orbe donde la felicidad es mentira.
Un solo error significa la perdición,
el dolor,
y mil veces el llanto.
Y sin embargo,
siempre supiste como Dios sabe hacer sus cosas…
¡Picarón!
acataste su orden divina con estoica resignación
y obediencia.
Tal vez como Jesús,
tu homónimo,
expiaste compartido el pecado del hombre.

¡Bendito sea Dios…!

Gracias por acompañarme en esta tarde,
Hermanito.
Por expiar mis pecados…
mañana podré estar contigo todo el día.

Félix M. de Óç.

miércoles, 19 de enero de 2011

A YOLIBY



A YOLIBY
(Cuando se inspira al pintar)

“Nadie fuera de nosotros mismos puede juzgarnos interiormente. Cuando sabemos esto, nos volvemos libres”.
(Sabiduría oriental)

Cada pincelada cromática...
vuela libremente como un astro rey...
que ha salido del oriente de sus manos...
hechas sensaciones...
sin censura pictórica.

En el carruaje del color ha dejado sus alas,
libre expresión de sentimientos,
momentos de alegría
y de tristeza...
instantes camuflados en el lienzo,
formas,
viaje...
vetas casi melancólicas de un atardecer cercano...
o distante quizás...
pero lleno de melancolías de invierno.

Ha querido retratar sus infinitas tardes...
pensando en la libertad de un segundo de soledad ante el viento...
reflexión,
y caminatas,
brisa marina.

Se oye en el cuadro su voz como un susurro...
y se deja allí...
llevar en cada trazo como una ola de mar...
¿Qué más puedo decir?
Sino que su alma reposa entre el oleo
y la tela:
¡Oh sano sentimiento...
de sentirse volar más allá de una ilusión!

Félix M. de Óç.
Imagen de internet

AMOR CIBERESPACIAL


Amor ciberespacial


Amiga:
Me enamoré de tu alma...
de tus palabras en un profundo viaje desde la espiritualidad al momento del ensueño...
de tu voz escrita,
como códice celeste,
a través de mensajes electrónicos,
pulsos pletóricos de vida que recorren el universo
y se manifiestan claros,
tiernos,
hermosos...
en este mi viejo celular,
obsoleto,
pero espejo mágico de tu voz
y tus palabras...

¡Ah
y que decir de tus fotos,
bellas imágenes,
dulces,
prístinas,
en el mundo cuántico de internet..!

Alguna vez se me dijo:
“¡Cuantos sentimientos se edifican en la red!”
Y comprendí que un poema es un lugar del corazón adscrito al ciberespacio.

Amiga:
En este preciso momento en que te escribo este mensaje,
estoy frente a la pantalla de mi celestino portátil,
inspirado:
contemplando tus fotos bajadas de facebook...
y acabando de releer algunos de tus mensajes que aún viven en el dossier de mi memoria electrónica...

un abrazo...
Enter.

Félix M. de Óç.

jueves, 6 de enero de 2011

CARGAR LA CRUZ



CARGAR LA CRUZ 1.


“Y cualquiera que no acepta su madero de tormento y sigue en pos de mí no es digno de mí”[1].


Hermanos en la luz de Dios: El hombre fue arrojado al mundo para purificarse luego de su transgresión a la Libertad, luego de pisotear la responsabilidad que implicaba el libre albedrio otorgado por el creador. Fue reducido a sujeto-objeto de Leyes mundanas y luciferinas. De la Vida Involucionó a la muerte. No obstante, el Deber como códice del yus natural y positivo le sirve de holocausto de ofrenda para su Alma... pues él mismo eligió el camino de la ley, del vericueto de la depuración con fuego y azufre. “... Cierto hombre tenía dos hijos. Y el más joven de ellos dijo a su Padre: Padre, dame la parte que me corresponde de la hacienda. Entonces él les dividió su medio de vivir. Más tarde, no muchos días después, el hijo más joven juntó todas las cosas y viajó al extranjero a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo una vida disoluta”[2]. El hombre creyó en el vil engaño del materialismo, en el poder y el honor, los vicios y la guerra... todos principios satánicos de la gran celada conceptual, del averno de llamas, del escabel de los pies de Jehová, de la ira de Dios... de su sombra... principado de su hijo, el apostata Lucifer... el malvado conspirador, la bestia, el vampiro, el reducido a Dragón de fuego y azufre. “¡Oh cómo has caído del cielo, tú el resplandeciente, hijo del alba! ¡Cómo has sido cortado a tierra, tú que estabas incapacitando a las naciones!”[3] Y sin embargo, “no te regocijes, oh filistea, ninguno de ustedes, simplemente porque ha sido roto el palo del que te golpeaba. Porque de la raíz de la serpiente saldrá una culebra venenosa, y su fruto será una culebra ardiente voladora”[4]: Satanás y su reino... el mundo conceptual del hombre... El camino al Gólgota y la cruz de tormento. Pues al hijo de la oscuridad y a sus demonios, se les dio la cárcel como reino... mas “¡Ay del mundo por motivo de los tropiezos! Pues, forzosamente tienen que venir los tropiezos, mas ¡ay del hombre por medio de quien viene el tropiezo!”[5] ¡Ay de ti Satanás... que heredaste el imperio de la Cabra y no pudiste de ninguna manera sostenerlo... con él te hundiste en tus pecados y ahora eres muerte en el infierno! No obstante, si hubo muerte eterna para ti, habrá también redención para el hombre... Y el Hijo de Dios se entregó en sacrificio por nosotros... estableció el imperio celestial del Cordero y trajo la luz y la gnosis... entonces el hombre “cuando recobró el juicio, dijo: ¡Cuantos asalariados de mi Padre tienen pan en abundancia, mientras yo aquí perezco de hambre! Me levantaré y haré el viaje a mi Padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Hazme como uno de tus asalariados”[6]. Y así, el Alma trasciende tras depurarse en el continuo fuego de la desesperación: los infinitos cuerpos mueren calcinados en el holocausto del mundo... y se elevan en humo de ofrenda hasta agradar a Dios... Y el hijo prodigo pasó a decir a su Padre, tal cual como se lo había propuesto en su corazón... “Pero el Padre dijo a sus esclavos: ¡Pronto! Saquen una ropa larga, la mejor, y vístanlo con ella, y pónganle un anillo en la mano y sandalias en los pies y traigan el torillo cebado, degüéllenlo y comamos y gocemos. Porque este mi hijo estaba muerto pero ha vuelto ha vivir; estaba perdido pero ha sido hallado. Y comenzaron a gozar”[7].


En conclusión hermanos, cargar la cruz es motivo de fe en Dios y de amor para con nosotros mismos, pues por cada experiencia crecemos en santidad y alcanzamos la gnosis que nos retorna al Padre.


2.


“Pero Jesús les contestó, diciendo: ha llegado la hora para que el hijo del hombre sea glorificado. Muy verdaderamente les digo: a menos que el grano caiga en la tierra y muera, permanece solo [grano]; pero si muere, entonces lleva mucho fruto”[8]. Hermanos en la luz de Dios: las distintas experiencias de los infinitos cuerpos, en cada universo físico, se hacen una sola unidad en el Alma del ser. Ésta evoluciona trascendentalmente hasta recuperar la libertad perdida y continuar en el retorno dialéctico hacia Dios... en una perpetua evolución de Amor, Fe y Gnosis. El Alma alcanza el estado angelical de libertad a cambio de la consumación del cuerpo físico en ofrenda. Cada posibilidad y experiencia incrementan dicha libertad en el Espíritu santo de Dios; y no obstante, el mundo será un mal necesario para la evolución del ser. “El velo mantenía oculta en un principio la manera cómo Dios gobernaba la creación; pero cuando se rasgue y aparezca lo del interior, quedará desierta esta casa o más bien será destruida. Mas la divinidad en su conjunto no huirá [de] estos lugares (para irse) al Santo de los Santos, pues no podrá unirse con la [luz acrisolada] ni con el Pléroma sin [mancha]. Ella [se refugiará] más bien bajo las alas de la cruz [y bajo sus] brazos. El arca [les] servirá de salvación cuando el diluvio de agua irrumpa sobre ellos. Los que pertenezcan al linaje sacerdotal podrán penetrar en la parte interior del velo con el Sumo Sacerdote. Por eso se rasgó aquél no sólo por la parte superior, pues (si no) sólo se habría abierto para los que estaban arriba; ni tampoco se rasgó únicamente por la parte inferior, pues (si no) sólo se habría mostrado a los que estaban abajo. Sino que se rasgó de arriba abajo. Las cosas de arriba nos quedaron patentes a nosotros que estamos abajo, para que podamos penetrar en lo recóndito de la verdad. Esto es realmente lo apreciable, lo sólido. Pero nosotros hemos de entrar allí a través de debilidades y de símbolos despreciables, pues no tienen valor alguno frente a la gloria perfecta. Hay una gloria por encima de la gloria y un poder por encima del poder. Por eso nos ha sido hecho patente lo perfecto y el secreto de la verdad. Y el Santo de los Santos se (nos) ha manifestado y la cámara nupcial nos ha invitado a entrar. Mientras esto permanece oculto, la maldad está neutralizada, pero no ha sido expulsada de la simiente del Espíritu Santo, (por lo que) ellos siguen siendo esclavos de la maldad. Mas cuando esto se manifieste, entonces se derramará la luz perfecta sobre todos y todos los que se encuentran en ella [recibirán] la unción. Entonces quedarán libres los esclavos y los cautivos serán redimidos”[9]. Félix M. de Óç.


[1] Mateo 10, 38 [2] Lucas 15, 12-14 [3] Isaías 14, 12 [4] Isaías 14, 29 [5] Mateo 18, 7 [6] Lucas 15, 17-19 [7] Lucas 15, 22-24 [8] Juan 12;23,24 [9] Evangelio Gnóstico de Felipe. Verso 125