jueves, 29 de julio de 2010

INCERTIDUMBRE


Incertidumbre

Hermanos de ARKHER
L. y C.

Objetivos, lineamientos claros. Todo el mundo busca seguridad en el orbe. Si no hay historia que justifique nuestra existencia ahora, necesariamente debería de haberla, porque de lo contrario el hombre moriría de vértigo en las olas indómitas del devenir y el caos. Si mínimo no hay una balsa... no navegamos... preferimos seguir nadando en mar abierto antes de sentirnos inseguros a la deriva del mar.


Y las circunstancias siempre allí, como islotes salvavidas; y sin embargo, confiamos menos en lo espontáneo, en el momento concreto, en lo que se hace. Para fiarnos del plan, de lo que no existe, del deber ser, de lo que debería de guiarnos, de los objetivos y lineamientos que no están en ninguna parte, salvo que en la memoria de los hombres que hacen el presente, lo viven y escriben con sus actos.


Entonces el hombre no es historia, sino hecho concreto, el ahora. No hay más realidad que la nuestra en el preciso instante en que se vive. Lo demás es ilusión o recuerdo. Si en este preciso momento me levanto para irme ¿A dónde debo llegar? No hay sentido entre el hecho y la pregunta; así mismo no hay lógica entre vivir y planificar la vida, pues la vida jamás se somete a un plan, la vida simplemente se desarrolla.


El control sólo existe entre la voluntad y las circunstancias, cuando estas lo permiten. El ganarle el juego al destino es asunto de quererlo simplemente, de poder hacerlo. Estamos en mitad del caos y sin embargo, parecemos orden, hacemos orden. Rectificamos nuestro camino andando en él, no fuera de él, en el mismo lo abrimos, lo inscribimos, lo hacemos. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” profirió el poeta.

S. y L.
Félix M. de Óç.
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SOBRE EL NIHIL


SOBRE EL NIHIL



Hermanos de ARKHER
L. y C.


1.


Por lo que he podido notar, el tratamiento que se ha dado a la nada por parte de algunos pensadores de alguna manera “nihilistas” contemporáneos (Schopenhauer, Heidegger, Sartre) es más de carácter psicológico: un estado de inconsciencia frente a la existencia que una realidad en sí misma, metafísica de naturaleza contraria al ser, o sea, inexistente.
2.
La nada como cosa en sí no aparece en el lenguaje filosófico pos kantiano. Mas bien, un manejo mejor en cuanto metafísico, aun cuando lógico y tácito, le presta el presocrático Parménides de Elea, al hablar de la nada como el no ser del que no se puede decir nada más que no es, ni siquiera ser pensada. Pero que al fin y al cabo le transluce su naturaleza “nihilística” de no ser y punto. Suficiente para recatar del anonimato el motor inmóvil del devenir de Heráclito (obvio sin pretenderlo aquel) o de la Hilecinética en la Reif pretendiéndolo el suscrito.

3.


Todo esto para justificar la nada en el universo, y la fe del carbonero que en ella prescribo desde hace tiempo, cual religioso consumado o caballero de la fe, para citar a Kierkegaard, al verme sumido en el nihil metafísico de mi pseudosofía especulativa.

4.


Por otro lado, Nietzsche interpreta el nihilismo en cuanto trastrueco de valores: Nihilismo Europeo por un nihilismo auténtico Nietzschesiano, donde la voluntad de poder, la fuerza, el eterno retorno y el súper hombre ponen fin a la tabula moral de equidad y humildad judeocristianas establecidas en Europa.
5.

¿Será acaso la nada "discontinuante" el motor inmóvil que procuraba Aristóteles? Partamos del principio de que la nada no es. Lo que no es no existe; sin embargo, lo que no existe como podría mover lo que existe ¿Su inexistencia misma permitiría tal logro? una cosa es clara, el cambio en los fenómenos es irrefutable, la materia se mueve de manera intrínseca; pero el ser permanece. No obstante, sólo hay algo que es distinto en naturaleza y cualidad al ser que existe, diferente de la divinidad que permanece como espíritu. Y es lo que no existe, y por lo tanto, no permanece: la nada. Ahora bien, observemos la naturaleza del devenir: cambiante, es y no es, goza del ser y la nada; mas no es espíritu tampoco. Sustraigamos el ser y el espíritu y el motor inmovil no "será" otro más que la nada "discontinuante".
¿Pero y la conciencia?

S. y L.
Félix M. de Óç.
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CONDUCTA Y ACTO


Hermano Mohamed
L. y C.

Como podéis observar el querer del sujeto se manifiesta a través de la ideación y planeación de su conducta, plano irresponsable del derecho penal; no así en cuanto al poder por ejecución y resultado que si implica responsabilidad punible. De lo cual se puede deducir que una conducta picara, aun cuando legal las más de las veces, se deriva de la facultad racional del sujeto, no obstante, imprudente y peyorativa para con los demás. Así las cosas el arte del engaño como puede ser el negocio lícito (Corporaciones multinacionales) e ilícito se basan en la razón para perfeccionarse en el mundo y de alguna manera escapar de las instituciones creadas para prevenir y combatir el delito, igualmente inescrupulosas y corruptas, como todas las demás instituciones creadas por el hombre.
En cuanto al acto, hecho o circunstancias encajan en ellas el instinto y los sucesos naturales e institucionales que escapan al querer del sujeto y lo comprimen al mundo de las obligaciones, coerción, stress e intranquilidad. Aquí se impone la dimensión objetiva al sujeto y lo limita y restringe a su máxima expresión de destrucción por agotamiento. (Hemos de observar el deber desde la realidad objetiva; pero recordemos que bien puede, también, el deber ser visto desde una realidad fáctica del mismo. En otras palabras, el deber objetivo implica la naturaleza y el fáctico la cultura, para el caso concreto de esta carta: el Estado).
Me he referido al derecho penal por ser la institución humana más injusta y atroz de todas las racionales, basado en el principio de que quien puede lo más puede lo menos, así que la institución coercitiva por naturaleza representa a las otras sin la menor excepción de brutalidad y eficiencia destructiva de la libertad.

S. y L.
Félix M. de Óç.

viernes, 23 de julio de 2010

LA PROMESA DE VIDA ETERNA


LA PROMESA DE VIDA ETERNA

Hermanos de ARKHER

1.
“De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte” (Juan 8, 51). Interpretemos este pasaje del Nuevo Testamento como promesa cristiana de salvaguardar nuestra alma o conciencia de los cambios abruptos de la realidad esencial y formal del universo.
2.
A la cual Jesús denomina el mundo, o sea, la realidad objetiva y fáctica de circunstancias aleatorias, fenómenos físicos, dinero, enfermedades, problemas, injusticias; el mundo de la muerte, del Hades in-existencial, de la desilusión de un Zeus material, eterno e ilimitado pero inconsciente, de un Poseidón formal de infinitas transformaciones: devenir de la substancia inmanente. Que inclusive, el propio Salomón afirma del mundo material la posibilidad de in-existencia como solución final cuando dice: “Y felicité a los muertos que ya habían muerto más bien que a los vivos que vivían todavía. De modo que mejor que ambos (es) el que todavía no ha llegado a ser, que no ha visto obra calamitosa que se está haciendo bajo el sol” (Eclesiastés 4, 2-3). Una postura escéptica, triste, negativa del orbe secular; que mas sin embargo, el mismo Jesús suaviza, mengua o al menos presenta de alguna manera positiva, cual esperanza, al suplicar a Dios “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” (Juan 17, 15). Pues en el mundo también hay cosas buenas.
3.
Clave en el advenimiento de la conciencia, de la res cogitans, de la esperanza de un alma trascendental, porque la conciencia proviene de Dios y a Dios vuelve incólume, no obstante, se junta con el cuerpo para que se haga la vida en la tierra y Dios es vida, “porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven” (Lucas 20, 38) incluso las bestias salvajes.

4.
Y dijo jesús: “Salí del padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al padre” (Juan 16, 28). Porque la substancia trascendental es el ágora de la conciencia. Pero también, es inteligencia, comprensión, fe, sentimiento, imaginación, memoria, sensibilidad, inclusive instinto, porque todas las facultades psíquicas se agrupan en el espíritu del sujeto pensante como un logos, un lenguaje sagrado tal como Juan lo describe en el capítulo primero versículo uno del nuevo testamento: “En el principio era el verbo, (dice) y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios”. Pero, también proclama en boca de Cristo: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10, 30) y... “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros” (Juan 14, 20). Eterno retorno de la conciencia a la substancia trascendental.
5.
En otro aparte de la biblia el sabio Salomón afirma: “y el Dios (verdadero) mismo continúa buscando aquello tras lo cual se sigue”. ¿Será la evolución de la conciencia? Gary Zucav, en su libro “El lugar del alma” plantea la evolución del espíritu en las siguientes palabras: “La personalidad y el cuerpo que la sustenta son aspectos artificiales del alma. Cuando al final de la encarnación del alma han cumplido sus funciones, aquélla les abandona. Llegan al final, pero no así el alma. Después de una encarnación, el alma regresa a su estado inmortal y eterno. Vuelve una vez más a su estado natural de compasión, claridad y amor infinito... Tal es el contexto en que se desarrolla nuestra evolución: la encarnación y la reencarnación continuas de la energía del alma en el campo físico, en nuestra escuela terrenal”.
6.
No obstante la fe en Dios, el verbo místico, el logos divino, la substancia trascendental. Miguel de Unamuno critica la posibilidad del alma como algo etéreo absoluto, inmortal no fenoménico y advierte de querer existir eternamente, pero además en el cuerpo de carne y huesos: “Todos los esfuerzos para sustantivar la conciencia, haciéndola independiente de la extensión -recuérdese que descartes oponía el pensamiento a la extensión- , no son sino sofísticas argucias para asentar la racionalidad de la fe en que el alma es inmortal. Se quiere dar valor de realidad objetiva a lo que no la tiene; aquello cuya realidad no está sino en el pensamiento. Y la inmortalidad que apetecemos es una inmortalidad fenoménica, es una continuación de esta vida”. Pero si la conciencia es interpretación de la realidad del universo en todas sus dimensiones, como palabra sagrada que es, como lenguaje místico; no solamente se puede volcar a la visión fenoménica del mismo. Debe necesariamente ampliarse en todo su esplendor. Mirar la luz de Dios y no solamente su sombra. En otras palabras, abrirse a la realidad, a la fe, al silencio: “esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17, 3).
7.
Lo fenoménico es conocimiento físico. No obstante, Jesús también recriminó a los sacerdotes al quererle probar en cuanto a equiparar en valor lo secular y místico diciéndoles: “...Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios” (Lucas 20, 25). En otras palabras, la conciencia se extiende tanto para Dios como para el mundo. Pero lo más importante es la promesa de resurrección, entonces dijo Jesús: “... Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11, 25). De una cosa podemos estar seguros de que aun cuando la substancia inmanente, por efectos de la nada absoluta en la entraña del ser existencial implique la muerte, o sea la transformación inevitable de las cosas. Hay una substancia trascendente: el alma, la conciencia, el verbo inmortal que evoluciona pero no muere, que permanece en estado de paz y amor infinito, que nos garantiza ser felices para siempre... pero sobre todo, que implica la vida, o sea: la resurrección. Esa es la esperanza, la bendición de Dios. “El cielo y la tierra pasaran, pero mis palabras no pasaran” (Lucas 21, 33) prometió Jesucristo.

Félix M. de Óç.

lunes, 12 de julio de 2010

AMOR OBJETIVO O CONTRACTUAL




AMOR OBJETIVO
(Arkheismo y Prosaica)


1.
Amor objetivo es corolario final,
producto de la mordedura infecciosa bacteriana de Dragón de Comodo…
y sentarse a esperar a que la septicemia haga lo suyo.

[Es darse mutua oportunidad,
para permitirse entre ambos el instante de fuego
o pasión sexual,
después de concertada la cita,
pero a la óptica del constructo racional del ser humano.
Conclusión legal del protocolo.

Es la junta en la cama de la mala fe con la oprobia intención.
Los dos a la defensiva
(Entre nicho de armas psicológicas con herramientas jurídicas:
Contrato solemne de matrimonio...
incluida la cláusula penal;
o casi...
el verbal de lenocinio
en mi caso).

Escrupulosos hasta la muerte.

Sabios en herir a todo el mundo a usanza de vendetta,
seguros de que a nadie le importa la vida de los demás,
salvo para alimentar el ego propio,
egoísmo recíproco,
altruismo consciente,
simbiosis necesaria.

Amor objetivo es querer a nadie con el corazón,
pero amar a conciencia más allá de los impulsos.

Amor objetivo es pensar para enamorarse
y no enamorarse por no pensar.
Mas si algo falla,
cobrar indemnización por el entuerto].

Es esperar silencioso,
hasta que el agente patógeno mate a los amantes;
para luego,
devorar su miseria,
comerse su podredumbre,
tragarse su mortecina.
Finalmente huir con las mandíbulas profusas de microbios,
el estomago a reventar,
y la llaga de piedra hecha pedazos de tanto soportar heridas,
muerta:
(nuestro inocente corazón,
amor subjetivo,
natural,
idealista de los primeros amantes,
carroña de los dragones ahora,
veneno que fortalece su boca).

2.
Amor objetivo es yantarse el corazón,
para amar con el cerebro.
Característica fundamental
y civil del ser humano...
Elevar a res pública lo que se fragua en el Eros.

Félix M. de Óç.
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viernes, 9 de julio de 2010

ALGUNA REFLEXIÓN SOBRE LA DIMENSIÓN ESTÉTICA DEL HOMBRE
Hermanos de ARKHER
Lealtad y coraje

1

Cuando decimos que el interés general prima sobre el particular, es tanto como si dijéramos que los demás son más importantes que uno; desconociendo que para el ser, el sí mismo es lo más importante. No quiero decir con esto, que el sujeto deba ser egoísta a ultranza, sino todo lo contrario, solidario al máximo... además de interponer a su conducta toda una tabula axiológica que implique su responsabilidad para con los demás. De allí que en el sujeto se presente una doble categoría dimensional en lo que respecta a su participación como ser social y como individuo auténtico. Hablamos del ser ético y del ser estético. Entendiendo al sujeto, en la primera categoría, como una parte sinérgica del sistema social y en la segunda, como la creación del sí mismo en su interior y posiblemente ir más allá... Digamos que en está última posición existencial, el saber-querer del individuo basa su poder en el libre desarrollo de su personalidad como derecho. En otras palabras, se concreta en el mundo como una obra de arte a la luz de la libertad jurídica.


2


En la última estrofa del poema quinto de “Rimas y Leyendas”, Gustavo Adolfo Bécquer deja entrever la visión pasiva del sujeto-ego. En ella, el poeta simplemente es un ser instrumento de algo mayor y trascendental, el paraíso perdido que habita el universo áureo del espíritu romántico del siglo 18. A la letra dice: “Yo, en fin, soy ese espíritu. / desconocida esencia, / perfume misterioso / de que es vaso el poeta”. En la visión existencialista por el contrario, el sujeto-ego ya no es más pasivo, todo lo contrario, es activo aun cuando pesimista, juega un rol importante en la historia... se siente ser al menos: “la cosa no es nada: la cosa soy yo La existencia liberada, desembarazada, refluye sobre mí. Existo, existo”. Escribió Jean-Paul Sartre. La visión estética por el contrario, aun cuando se aproxima más a la existencialista, en tanto que reconoce la existencia del individuo, persigue más la creación de éste que su simple reconocimiento. El sujeto será artista de sí mismo, su propio creador. Darío Botero Uribe se pregunta al respecto: “¿Cuál es el sentido de la vida de un individuo?” Luego, responde dirigiendo su atención a la dimensión entitativa del hombre: “Este no se encuentra jamás en la realidad, es tarea del filósofo crearlo, armado de una síntesis del arte, de la cultura, de la ciencia, del desarrollo social y de una intuición muy poderosa”.


3

Hermanos míos: en conclusión, Don Quijote de la Mancha es paradigma de transformación estética. Así Mohamed ibn Silva, entendió cuan valioso fue para el manchego llevar su vida de orate y en alguna ocasión expresó: “Me pregunto: ¿qué hubiera sido del quijote si hubiese trastocado cordura por locura en plena batalla de molinos de viento?” Sin duda que hubiera muerto, como al final del libro pasó. Pues cuando el impostor Alonso Quijano recobró la conciencia, el auténtico caballero de la triste figura “desapareció para siempre”... Afortunadamente Don Quijote de la Mancha nunca murió y gracias a él sobrevive el ARKHER.

Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.

miércoles, 7 de julio de 2010

LÍRICA, POÉTICA, POESÍA, PROSAICA Y ANTIPOESÍA

LÍRICA, POÉTICA, POESÍA, PROSAICA Y ANTIPOESÍA

Hermano: Abdul Halic Mohamed ibn Silva
Lealtad y coraje


Para hallar la diferencia filosófica entre los preceptos de poema y poesía, partamos del concepto de lírica-poética como género literario, o sea, continente y legislación a la vez. Dos caras de una misma moneda, enfatizando la lírica como género en sí, no obstante, la poética, como normatividad que permite el desarrollo del género anterior.
Encontrada la causa de deducción, poema sería todo escrito en verso independientemente de su extensión; mientras que poesía sería el numen de la obra, esencia de belleza literaria que estriba en el fondo mismo del escrito. Por lo tanto, la poesía se predica del trasfondo de la obra y el poema de la forma versificada y permitida por la poética. En otras palabras, el poema es el escrito en concreto, entre tanto, que la poesía se deriva de éste en abstracto, pero solamente a los ojos del crítico literario o del lector.
Bien podría decirse entonces que no todo poema encierra poesía y en consecuencia, que puede haber poesía más allá del poema como por ejemplo, en la prosa poética de Simón Bolívar, un cuadro de Monet, una escultura perfecta de Miguel Ángel o la "Constitución Política Colombiana de 1991". Universalidad. En este punto la poesía se libera de todo género literario y se encausa en las alas de la belleza: armonía, luz y proporción. Como dijimos, toma un significado universal. “Podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía” alguna vez reseñó o mejor, versificó Gustavo Adolfo Bécquer.
Sin embargo, puede ocurrir entonces que el cuerpo letrado e inerte, abandonado por el espíritu ecuménico de la poesía, se llene de otras sustancias menos dulces y más amargas como pueden ser la prosaica y la antipoesía. Lo feo. Posesión lírico demoniaca como pueden ser mis poemas: “Apoteosis equino” y “Amor objetivo” de neto talante subjetivista, inclusive autobiográfico; o también la antipoesía del chileno Nicanor Parra, de corte social, crítica de la sociedad de consumo y abiertamente antipolítica. Bellísima. (El burro siempre adelante, pensarás).
En conclusión, la poesía puede ser el alma del poema, mas el poema no necesariamente su cárcel. La prosaica y la antipoesía los demonios que rondan el continente lírico en busca de posesión escrita. Y la poética, a toda luz, la ley hecha para violarla, pues de lo contrario no hubiese habido poetas contemporáneos. Ojo con el simbolismo maniqueo.

Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.

CINCO PUNTOS



Hermanos de ARKHER
Lealtad y coraje


I

Nuestro mundo sensible es energía, energía discontinua y susceptible de cambio. El reino azulado de Poseidón fenoménico: la HILECINÉTICA.
Como olas, así se presentan las formas cambiantes en el mundo. No obstante, en su interior bulle la fuerza portentosa de Zeus existencial, inquebrantable poder del rayo (primera ley de la termodinámica: conservación de la energía). Ya sabéis que la substancia inmanente encierra bajo su potestad a otros tres dioses: Hera, Cronos y Urano. El viejo dios le sirve de frontera a la esposa del olímpico, y su padre el destronado de posibilidad histórica. (El espacio tridimensional y el tiempo unidimensional dan las cuatro dimensiones objetivas a la materia).

II

Nuestro mundo es energía, mas, cuando las formas energéticas se agrupan generan cuerpos sólidos: quarks, átomos, moléculas, células, sujetos, planetas, estrellas, galaxias, cúmulos, supercúmulos, etc. pero, también, se pueden disipar en una franja electromagnética infinita como la radiación cósmica de fondo y por qué no, la oscuridad. Entonces la energía puede ser simple y compleja. Simple como las cuatro fuerzas naturales (gravedad, electromagnetismo y las dos fuerzas nucleares: débil y fuerte. Y complejas como las formas físicas que se mencionaron al principio.

III

Vuelvo y recalco, hermanos míos, que la energía es materia en movimiento. En su esencia existencial, la materia vibra (spin), se mueve (a la velocidad de la luz). Y tal como la palabra AMOR: cada letra representa una partícula de materia ordenada o mejor, situada en el espacio (la parte con respecto del algo), que si por causas naturales, físico-químicas las letras saltan de su lugar de origen y se sitúan a manera de reflejo, (posibilidad temporal) la palabra incuestionablemente se transforma en ROMA. (Dejar de ser) AMOR (antes), (para ser) ROMA (después). Entonces en la forma el Hades in-existencial "aparece", la nada absoluta se traga lo que dejo de ser. Toda forma tiende a dejar de ser (segunda ley de la termodinámica: entropía). Así las cosas, la anterior forma AMOR ahora es ROMA: un antes y un después de la materia en el espacio que se curva como una serpiente o una cuerda... Transformación inevitable de energía.
Energía forma omnidimensional discontinua y susceptible de cambio, el otro lado de la ecuación, la cara fenoménica del mundo. Tejido existencial en que se entrelazan en sí las formas. El sol naciente nunca será el mismo del poniente, "nadie puede bañarse dos veces en un mismo río" dijo: Heráclito. No obstante, en esencia la materia es perpetua como el átomo de Demócrito, siempre será la misma, pero en distinta posición. La materia se mueve, la energía se transforma. Esto es tanto como decir que nuestra queridísima y viejecita madre tierra está quieta y cada vez más vieja, pero moviendose a la velocidad de la luz.
IV

¿Pero qué ocurre si en vez de la forma ROMA aparece la “palabra” MROA? ¿Podremos hablar de caos? ¿Será el caos un estado posicional de la materia como el orden? ¿Cuál será el porcentaje de probabilidad de hallar un mundo ordenado o caótico? ¿Cuántas veces nuestro universo ordenado según el código suscrito por el azar, en sus orígenes, se podrá repetir a sí mismo? ¿Será acaso esto el eterno retorno de Nietzsche o la promesa de resurección de Cristo? ¿Tal vez será este continuo ir y venir de caos y orden, de orden y caos la aparente base lógica de la entropía en las formas?
V

En la naturaleza el objeto contiene al sujeto y este al concepto. Quiere decir esto que en la realidad objetiva prima el objeto. Las cuatro dimensiones físicas, las cosas. No obstante, una vez evolucionan del caos de la materia en movimiento formas más complejas dentro de las complejas formas, del cosmos advienen los sujetos y con ellos, la conciencia. Aparece en escena la cultura y la historia, el orbe multidimensional: el querer, el poder y el deber; y todo ello, bajo la primacía de una realidad fáctica. Nace el hombre histórico, el sujeto pensante. El mito de Sísifo cobra vida en la absurda existencia del hombre confrontado a su realidad de vivir, siendo en últimas, un ser para la muerte[1]. Pero, la muerte también le lleva a inspeccionar sus entrañas metafísicas, a ser observancia de sus poderes ocultos, de sus capacidades como substancia inmortal. Se contacta con los dioses a través de la religión, la fe y la esperanza, crea su alma casi similar a substancias trascendentales, sobrevive a la muerte. Cree en la resurrección, sabe que al fin y al cabo todo es posible en el universo.

Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.


Notas:
[1] Ver a Albert Camus.

sábado, 3 de julio de 2010



AMOR POR LA MUJER


Hermano Ómar
Lealtad y coraje

Quisiera confesaros que al calor de Afrodita, flechazo de Cupido y lecho celestino de Eros, he amado de ocho formas distintas a varias mujeres en cuestión. Así:
Primero: El amor platónico nace de la unilateralidad venusina del niño. Es el amor solitario, simple, idealizado de la pareja que no existe pero se ama. Se eleva a la doncella a pedestal de oro, se la venera como reliquia santa, se la protege en sueños, pero ella jamás se da cuenta, nunca lo sabe, pues es nuestro secreto, nuestro arcano inalcanzable… estrella fugaz que se pierde en el horizonte y simplemente la dejamos pasar. Lloramos por ella pero ella nunca se dará por enterada.
Segundo: El amor romántico en cambio es correspondido, pero adolescente. Aquí se ama recíprocamente aunque alejado de toda pasión: un beso y un helado en plena lluvia hacen la diferencia, nacen los primeros versos y las primeras lágrimas en compañía de la pareja, el teléfono se hace infinito y las manos sudadas a la hora del crepúsculo nos recuerdan que debemos partir para vernos luego, mañana otra vez en el parque, en el cine o en la esquina de la casa de sus padres. Cualquier lugar será perfecto para hablar de amor en poesía.
Tercero: El solemne entre tanto implica obligaciones. Conducta ceremonial ante el estado y las instituciones sociales. Aquí ama el ético, responsable y ortodoxo señor de casa, hombre patriarca: pater familias del yus romano a su querida esposa.
Cuarto: El sexual o pasional es el afrodisiaco por excelencia o también el amor por el amor sin más espacio que el tálamo de eros: el mundo en su esplendor si fuera posible. Este es el amor de juventud, bohemio y pobre en dinero más sin embargo, recursivo y poderoso, bello, inagotable, sano, perfecto, rico en sexualidad y holocausto de amantes locos, libidinosos, vasallos del placer y el goce infinito. Amantes en todo sentido.
Quinto: El de lenocinio sin embargo, sólo funciona de manera pecuniaria o sea con dinero, se trafica por cuerpos hermosos y cálidos momentos de placer e ilusiones perdidas, pasajeras, sofistería. No hay en él obligación alguna, sólo fantasías sexuales, alcohol y de pronto drogas, derroche y sana vulgaridad. Es manifestación de onanismo puro.
Sexto: El concupiscente en cambio, es corrupto, pero único. Aquí el veterano don Juan se derruye por la colegiala inescrupulosa y adolescente, inocente niña sin corazón, lolita enamorada, prohibida, deseada en lo imposible, amada en la ropa, en el sillón, en la mente. En este gran amor el caballo viejo siempre pierde la batalla, porque como en el Platónico es uno solo el que se enamora, o sea el potro que habita el desgarbado rocín, que incuestionablemente se muere por la joven potranca.
Séptimo: El gitano también es unilateral. En esta clase de amor una de las partes ama mientras la otra simplemente se deja amar. No hay lugar para escuchar suplicas. El amor es leonino o “te acoges a mi manera de amar o te vas, pero nunca esperes que me quede contigo, soy gitano y por lo tanto libre. Y si me pones a escoger entre tu amor y mi libertad siempre ganará mi vuelo, nunca me cortarás las alas”.
Octavo: El otro distinto en cambio es idéntico a ninguno de los anteriores, es lo restante de tanto amar a las féminas, lo que quede sui generis de todo tipo, el rescoldo del gran corazón de Félix, su remanente amatorio.

Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.

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EL SUEÑO

Hermano Ómar
Lealtad y coraje


Cuando soñamos volamos en la dimensión onírica de Morfeo. Aquí la energía bulle a alta intensidad de susceptibilidad de cambio, en la discontinuidad mínima que le sirve de frontera. Por eso todo fluye tan rápido y de sobremanera transformable. En cierta forma se parece a la realidad virtual del ciberespacio, no en vano es cuántica como ésta, libre, espectacular y mágica. Elevada incertidumbre de física de partículas en minúsculo suceso. A diferencia de nuestro mundo objetivo, macroscópico y pesado de enorme discontinuidad y complejas dimensiones donde todo es lento, obtuso, calculable, cierto, legal, de formas inmensas, predecibles, aburridas. Vigilia, terror y miedo residen en la multidimensional espacialidad del orbe sostenido de Atlas, suplicio terrible del vástago titán de Japeto.

Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.
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STRESS-RELAX


STRESS - RELAX


Hermano: Riguel
Lealtad y coraje


El hombre nace como ser social; no obstante, debe bien morir como “individuo auténtico”. En consecuencia, vivir implica crear su propio mundo o enclave en el orbe social al cual la obligación le ata, sin perjuicio del libre desarrollo de la personalidad interior o introspectiva que a fin de cuentas le libera. En todo caso la redención consiste en vivir a plenitud el relax estético y afrontar con gran estoicismo el stress del deber y la ética.
No quiere decir esto mi amigo, que el ser estético se sirva del atropello a los otros, de ninguna manera. Lo que pasa es que ser auténtico sugiere soledad al máximo, o sea, apartamiento hasta donde sea posible. Lo cual significa disgregación del rebaño. Así las cosas y por bien del sistema siempre habrán perros pastores custodiando el mismo, cualquier oveja descarriada es una menos que trasquilar. Sin embargo, el grupo compacto implica protección y supervivencia aun cuando esclavitud y obediencia para los agregados.
Así mi amigo, la soledad actúa de ámbito para ejercer el libre desarrollo de la personalidad introspectiva como válvula de escape interior. El lado estético del hombre. Ideación y planeación (veréis Riguel que el derecho penal, restrictivo por excelencia, separa estos dos principios de su jurisdicción en tanto que respeta lo incorpóreo de la conducta y sólo aplica responsabilidad a la ejecución y resultado de la misma) simplemente como principios de dicha lúdica; en otras palabras el hombre necesita esconderse en sí mismo para ser libre y por lo tanto feliz. Fuera de sí mismo no existe sino dolor y tristeza, angustia y stress, cadenas, grillos, atropello y sufrimiento.

Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.

REFLEXIÓN SOBRE EL CUERPO HUMANO


REFLEXIÓN SOBRE EL CUERPO HUMANO


Hagamos una breve reflexión sobre el cuerpo humano sin encasillarnos solamente en la perspectiva materialista del mismo. Lo cual implica percibirlo más allá de lo sensible. Pues el cuerpo humano a la luz de los sentidos se reduce a un simple juicio sintético a posteriori, o sea a un sumario de todas sus partes abstraído de la realidad física por la experiencia o facultad psíquica cinco sensorial del sujeto pensante.
Esto no quiere decir que nuestra realidad física no exista, por el contrario, existe tanto como otras dimensiones no físicas del cuerpo humano derivadas de una realidad inmanente. En otras palabras, el cuerpo humano existe en tanto se perciba, aun cuando la percepción del objeto se reduzca a bioquímica y fisiología del cuerpo… No obstante, se podría argüir que en esta otra forma de percepción prima el juicio analítico a priori, o sea, la deducción racional del mismo a partir de la idea de él. Entonces ya no hablamos de la extensión corporal sino de la dimensión conceptual, la res cogitans, la psique, otra categoría.
Pero dónde queda entonces la percepción emocional de la materia, si al elevarse por encima del lenguaje lógico se transforma en alegoría poética no menos real que la biológica y la conceptual, el cuerpo a través del alma hecho poesía… “cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,” “te pareces al mundo en actitud de entrega…” esto sintió Neruda en su poema primero de los “veinte poemas de amor y una canción desesperada”, al percibir el cuerpo humano de la mujer desde el corazón enamorado, desde su alma de soñador y poeta. Y no obstante, también ocupa una dimensión real como las otras dos anteriores pero a la óptica de Apolo, de las musas y de las utopías del corazón.
Pero así mismo también el cuerpo humano se puede ver desde los ojos salvajes de Dionisio en el acto sexual simple y vulgar entre dos seres abandonados al instinto de la reproducción animal, solo sudor, gestos, quejidos, humores, fluidos corporales en una sola palabra: el coito irracional, sin poesía ni conocimiento empírico… pues solo basta la mera carne y el deseo realizado de poseerla, de cumplir con el instinto. En la percepción sensible hay conducta, en el instinto no, simplemente hay acto.
Pero el cuerpo también se puede intuir desde su esencia inmanente, acceder a la materia en movimiento, al micro-caos físico que le da piso existencial. A la incertidumbre cuántica de infinidad de partículas a velocidad luz, invisibles, imperceptibles al ojo humano pero reales, no obstante, virtuales en su manifestación empírica, inexistentes a la lógica tradicional, vacuas a la poesía, inaccesibles al instinto. El conocimiento directo de las bases metafísicas del ser y el no ser se intuye, se comprende mediante la filosofía, la física cuántica y el arte. No en vano John Briggs y F. David Peat en las “Siete leyes del caos” escriben: “en los últimos diez años la idea del caos ha traspasado el terreno científico del que nació: ahora hay artistas que se refieren al caos cuando hablan de sus pinturas…” también se refieren a la poesía, mas sin embargo, para mí, la poesía como la música son más hijas de la emocionalidad que de la intuición a diferencia del arte pictórico que es una forma de filosofía en abstracto y por lo tanto descendiente de la comprensión metafísica.
Otras perspectivas del cuerpo son la fe, la memoria y la imaginación. La primera al igual que la intuición, no se diferencian en sí mismas más que por el objeto de conocimiento; o sea que la fe traduce o interpreta la substancia trascendente, mientras, que la intuición predica de la substancia inmanente, mas ambas son de carácter inmediato. En tanto que la memoria y la imaginación visualizan el cuerpo bien sea en la forma del mismo como antes o después en el tiempo. En primera instancia como recuerdo (dejar de ser) y en segunda como especulación (para ser).
En conclusión el cuerpo depende de la percepción con que se le aprecie. Dicha percepción aclara la dimensión que habita en el momento de acceder a él: bien puede ser objeto, sujeto o concepto. En estas instancias la realidad se presenta de manera multidimensional al sujeto que la percibe. Ahora bien, ninguna percepción actúa en nombre propio sino en colaboración mutua, recíproca. Lo que pasa es que según de donde provenga la realidad, así mismo cualquier facultad psíquica toma preponderancia sobre las otras; pero se alista para discernir el mundo junto con las demás.

Félix M. de Óç.

ENSAYO PROYECTO DE VIDA



ENSAYO PROYECTO DE VIDA

La existencia del ser humano implica por una parte las circunstancias aleatorias buenas o malas que circunscriben su ser y por otra su voluntad de luchar y de conseguir la felicidad, inclusive en la desgracia. Los hechos de la naturaleza aparentemente dejan al sujeto sumido en la “violencia” e “indiferencia” de la misma, como un cúmulo de materia a la deriva del espacio y el tiempo. Sin embargo, a partir del individuo como sujeto único y social a la vez, su conciencia hace frente a los “cuatro elementos” de partida en un campo de batalla entre el ser y las cosas. Una lid entre el hombre en sentido amplio y las circunstancias que le constriñen.
Para Jean Paul Sartre “el ser-para-sí es un tender hacia el ser-en-sí que no es ella” o sea, es el Dasein de Heidegger “el hombre, ser temporal, indeterminación radical que está “condenada a ser libre”, a pesar del contexto socio-histórico de la legalidad, incluso de toda coacción… cualquier imposición aceptada, asumida aunque sea a regañadientes, es una huida frente a la libertad, porque no hay nada que pueda salvarnos ni descargar nuestra libertad ni siquiera Dios”[1]. En esta situación el hombre es dueño de su presente. Pues es consciente de su voluntad de hacer. De él y solamente del él depende ser un Ser o una cosa. De tocar el picaporte y confundirse con la puerta, de ser un simple hecho o toda una conducta susceptible de responsabilidad histórica.
Federico Nietzsche nos dice que “el ser independiente es privilegio de los fuertes”. Pero también nos advierte que cuando un hombre fuerte se arruina el hecho debe ocurrir tan lejos de los demás que estos no puedan compadecerle. “¡… él no puede volver atrás, a perdido hasta el derecho de compasión de los hombres!”[2]. De allí su critica al cristianismo, pues ante tanta austeridad social aristocrática el hombre haya cedido su responsabilidad a la humildad de vasallo divino. Que sea Cristo en nombre de Dios quien responda por nuestros actos. Si bien el libre albedrio promulgado por santo Tomás impone a los hombres la obligación de salvarse y ser dueños de su destino a un cuando sea a guisa trascendental. San Agustín por el contrario, sabe que cualquier libertad individual por humilde que sea, implica un menoscabo al poder de Dios, de allí que sea preferible la predestinación y la gracia.
Porfirio Barba-Jacob en su poema “Oh, noche o antorcha contra el viento”, como en sus postreros días cambiara de título, deja entrever la confusión del ser humano ante lo indescifrable de la vida y como tal incertidumbre de alguna manera se reduce a un mal existencial: “mi mal es ir a tientas con alma enardecida, / ciego sin lazarillo bajo el azul de enero; / mi pena, estar a solas errante en el sendero; / y el peor de mis daños, no comprender la vida”. Igualmente, el Fausto de Goethe se recrimina por ser sabio ignorante que tal vez en Mefistófeles halle salvación o castigo: “¡Ay!, he estudiado ya filosofía, jurisprudencia, medicina, y luego teología también, por mi desgracia, con caluroso esfuerzo, hasta el extremo. Y aquí me veo ahora, pobre loco, y sigo sin saber más que al principio”. Y en otro verso interpela y recrimina al demonio: "¿Tú que podrías darme, pobre diablo?" En cuanto al pesimismo existencial, Hamlet de Shakespeare no se queda a atrás y en la escena primera del tercer acto, el principal actor profesa su universal dictamen de la vida: “Ser, o no ser: ésta es la cuestión: si es más noble sufrir en el ánimo los tiros y flechazos de la insultante fortuna, o alzarse en armas contra un mar de agitaciones, y, enfrentándose con ellas, acabarlas: morir, dormir, nada más, y, con un sueño, decir que acabamos el sufrimiento del corazón y los mil golpes naturales que son herencia de la carne”. El filosofo Epicuro prescribe anteponer la mesura al placer o sea, una especie de hedonismo negativo, donde lo primordial es la tranquilidad espiritual o Ataraxia.
Una cosa si es importante y es saber que estamos en el mundo y que nos toca hacerle frente a la vida. Que si nos apoyamos en Dios o nosotros mismos es cuestión de gustos, de fe o de filosofía. Y como parangón, que mejor que la leyenda del Quijote que luchó de la mano de Dios como buen caballero cristiano, pero que al final de sus días fue derrotado por la cordura, no sin antes haber dejado su historia de gran orate en los libros de caballería; o sea haber vivido lo universal del héroe, pero a su manera: sus triunfos y fracasos, el amor de la inigualable Dulcinea del Toboso, la fiel amistad de Sancho panza, su armadura y Rocinante, confrontar molinos y gigantes, visitar castillos y reyes, deslumbrar doncellas, enderezar entuertos… en otras palabras… haber cumplido sus sueños. Que si al final pareciera ser que todos fracasamos en nuestras empresas de vida, es cuestión natural que el tiempo se lo lleve todo, es cosa de entropía. No obstante, escribió Jorge Luis Borges: “Si pudiera vivir nuevamente mi vida. En la próxima trataría de cometer más errores”. Esto es una invitación a vivir plena y sencillamente nuestras vidas. Recordemos que tenía 85 años cuando escribió “instantes” y que se estaba muriendo.
“Para abrir nuestro corazón como un Buda, debemos abrazar las diez mil alegrías y las diez mil tristezas”[3]. La vida se compone de momentos y vivir cada uno de ellos a plenitud nos garantiza la felicidad.

Félix M. de Óç.


NOTAS:


[1] Gran Enciclopedia Espasa. Paginas: 10534 y 10535.
[2] Más allá del bien y el mal. Federico Nietzsche.
[3] Un tesoro de sabiduría oriental. Jack Kornfield.
Imagen tomada de internet.

CONFORMACIÓN DE LA OSCEDI





CONCLUSIÓN SOBRE LA FISIOLOGÍA Y EL ORIGEN DE LA OSCEDI






Hermanos de ARKHER
Lealtad y coraje

Definamos HILECINÉTICA como Tejido Existencial, o manifestación fenoménica extrínseca de formas energéticas, discontinuas y susceptibles de cambio; que en esencia (REIF) equivale a materia intrínseca que se desplaza en el espacio por el tiempo. En otras palabras, a Energía en transformación por Materia en movimiento.
Por consiguiente, la HILECINÉTICA sería la manifestación formal del mundo, la cara externa de las cosas y de los hechos, la realidad que circunscribe el orbe. Desde una partícula elemental, un fotón, un quark hasta una molécula de hidrogeno y de ADN, desde la célula más primaria hasta el hombre y su historia, desde las cavernas hasta la cultura tecnológica actual. Pero así mismo en esencia, el Tejido Existencial implica a la materia como contenido de un sistema, que a fuerza de moverse en el espacio que la contiene a guisa de frontera, genera los cambios en la energía, transforma la energía, modifica los asuntos; y todo, a la luz de la posibilidad que intrínsecamente le genera el tiempo. Así las cosas, en la frontera se concreta el intercambio de energía, la materia se mueve, ocupa un lugar y otro en el espacio y cada movimiento genera un destello en la forma. El mundo se hace maleable y el tiempo posibilita el cambio. Pero así mismo en la esencia el NIHIL ABSOLUTO in-existe a manera de fe, y el HILECRONOTOPO[1] cual conservación potencial de energía pasa a la esencia como existencia y sus componentes de inherencia absoluta en sí mismo, prácticamente se desunen en Materia, Espacio y Tiempo. Lo absoluto se relativiza entre tanto la materia se mueve y el mundo de las formas extrínsecas se transforma. Deja de ser, para ser la parte con respecto del algo.
En conclusión la HILECINÉTICA es el resultado de la REIF o sea de la Relación de Existencia, Inexistencia y Fenómenos que implica la unión del ser o HILECRONOTOPO y la nada o NIHIL ABSOLUTO en el universo.


Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.

[1] Definamos HILECRONOTOPO como ser existencial o aquella substancia inherente de materia, espacio y tiempo. Energía potencial o materia intrínseca en reposo absoluto.

viernes, 2 de julio de 2010

EJERCICIOS ESPIRITUOSOS

EJERCICIOS ESPIRITUOSOS

Hermanos de ARKHER
Lealtad y coraje


“Hermano Félix, no prostituyas tu corazón, pues tu corazón nos pertenece”. Habló Mohamed en nombre de la cofradía. “Hermanos de Arkher, vuestro es mi corazón, pero la verga es mía”. Respondí aquella noche de bohemia. Sin lugar a dudas fue el prefacio a los ejercicios espirituosos y una vulgar respuesta ataviada de filosofía hedonista, que inauguró la nueva etapa de crecimiento espiritual dirigida a los instintos.
Lenocinio, alcoholismo y prosaica. Profano triunvirato irracional. No en vano el manifiesto arkheista convocó a sensuales hetairas para ser degustadas en febril himeneo en sacrosanto tálamo nupcial, abriendo la posibilidad de experimentar la prosaica, el adormecimiento de la razón, sublimación del sexo, liberación de la libido, música sensual, contornos femeninos al roce deliberado del tacto; así, como convidar a Baco y lo que representa su figura semi-bestial, espíritu dionisiaco: lujuriosa orgía, elevación de los instintos. Creedme que llegó junto con Venus Afrodita ebria y desnuda.
He aquí el preámbulo de lo que implica acceder a un hedonismo activo o positivo[1] medianamente extremo a la óptica de la sociedad patoja. Pero fue mi manera de reivindicar al individuo estético que me habita.
Así como la razón configura el códice bien estructurado, universal de la sociedad humana, "que en cada periodo de la historia podría elaborarse minuciosamente hasta formar un volumen que contendría… el conjunto de normas que presiden, orientan y sancionan el orden social"[2]; el instinto elevado a emoción ratifica al individuo dispuesto a liberarse de las opresivas cadenas de la sociedad. En el ámbito del Deber el sujeto se circunscribe como esclavo ético, en del Querer y el Poder el individuo renace a sí mismo. Se edifica como su propia creación, se hace arte.
No estoy a favor del oficio más viejo del mundo ni en contra, pero ocasionalmente este puede servir a los planes oscuros del instinto sin transgredir la ley ni los derechos de los otros, todo en pro de una revolución subjetiva. Tal vez sea inmoral, pero, permite la perfección de un hedonismo burgués, laxo e inequívoco de simple o elevada satisfacción sexual. No entiendo por qué esta forma de hedonismo citadino y burgues de bajos instintos perturba tanto al filósofo Michel Onfray si también contribuye a la transgresión de lo sistemático[3], siendo aquello lo más importante de la filosofía hedonista: la reivindicación del individuo de todo esquema opresor. Peor fuera recurrir al sadomasoquismo, al homosexualismo[4]; o al satanismo violando no sólo la moral sino también lo jurídico.
El alcohol por su parte agudiza la dimensión irracional del hombre. Así como la prosaica sintetiza la voz del redimido. Es otra forma de hacer poesía. Es expresar la suma emocional contenida en el corazón del poeta. Una manera elegante de estallar, de decir, de no callar, de transmitir ese sentimiento de libertad renovado por la nueva situación espirituosa, instintiva y artística.
Lo importante es sentirse ser. Vivir a plenitud lo poco de vida que nos queda a cada momento. Rescatarse de la jaula de la razón. Huir por unas cuantas horas de la agonía continua que ejerce la sociedad y los universales del Estado opresivo. Para Henry Miller la vida social es el aspecto inferior de la existencia, pues la vida real comienza cuando estamos solos con nuestro ser desconocido[5].
Recapitulemos entonces, la bohemia, el alcohol y la prosaica en mi caso han servido de estimulantes corporales, han generado ataraxia. Han hecho trascender el instinto a espíritu dionisiaco, a ocupar un lugar en el Olimpo. Me han liberado de lo obtuso e inexorable de la relación social por la razón. Me han hecho anarquista
Experimentar la dimensión irracional del hombre me ha enseñado a ser libre o al menos a intentarlo. Lo importante fue vislumbrar el instinto desde el arte y no sólo desde el instinto. O sea, a vivirlo consciente y creativamente, a disfrutar de los vicios de manera responsable, sin transgredir la constitución ni la ley… es más ha hacer uso del derecho legítimo del libre desarrollo de la personalidad.

Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.



[1] “El hedonismo se define de modo positivo por la búsqueda del placer, sin duda, pero también de modo negativo, como evitación de las posibilidades de displacer.” (La fuerza de existir de Michel Onfray).


[2] Darío Botero Uribe. (El poder de la filosofía y la filosofía del poder).


[3]En su defensa contra los que le acusaban de fascista critica el hedonismo burgués con las siguientes palabras: “se dio también lo más fácil: el hedonismo equiparado al goce grosero, trivial y contemporáneo del consumismo liberal”.

[4] En lo que se refiere al homosexualismo y al sadomasoquismo, no me opongo a ellas, pero no las comparto. Ambas tendencias son permitidas por la ley.

[5] Ver Erotismo y sociedad de consumo de Enrique Salgado.

ÉTICA Y ESTÉTICA OSCEDIANA



ÉTICA Y ESTÉTICA OSCEDIANA

Hermanos de ARKHER
Lealtad y coraje

1. Yo entiendo que la necesidad o carencia de algo, me impulsa a un interés o deseo de llenar dicho espacio o carencia. Así mismo, el satisfacer o no la necesidad, desemboca en placer o dolor como consecuencia del interés bien o mal logrado. En otras palabras, la satisfacción me produce placer y la insatisfacción dolor, entre tanto que el interés media como instrumento para acceder sólo al placer aun cuando falle su cometido. En dicho caso, el dolor inflige inmerecido castigo.
Sin embargo, pareciera ser que el dolor no implica ausencia de placer sino disminución del mismo e incluso en necesidad patológica se confunde con él. Por ejemplo: el dolor producido por la fractura de un hueso nos inmoviliza a la fuerza con el fin de prevenir un mayor daño. En este caso la inmovilidad es necesidad inexorable y requiere del dolor para cumplir su deseo. Así como también las aberraciones sexuales de los masoquistas, aun cuando en este caso el dolor produce placer, como la tristeza, alegría en los poetas; pero sobretodo, pagar impuestos que implica dolor y estrés por la obligación de suplir las necesidades del erario púbico y con ello en apariencia calmarle el hambre al asqueroso Estado Social de Derecho.
En conclusión mis amigos, la primera premisa rige de regla general y la otra de excepción. No obstante, en la última gobiernan más las circunstancias que nuestra voluntad, salvo en los poetas… que a lo mejor si están locos.

2. A diferencia de Epicuro que hace énfasis más en evitar el dolor que en perseguir el placer; yo considero que se debe a toda costa y dentro de las posibilidades, buscar y encontrar el placer con el fin de evitar la frustración de no encontrarlo por imposibilidad y con ello acarrear el dolor.
Les recuerdo de mi adhesión a la corriente de “Dorian Gray” en la búsqueda de espiritualizar los sentidos. Para ello he convocado el hálito translucido de la embriaguez, recorrer en zigzagueante paso las vides de Baco en compañía de las voluptuosas hetairas, alimentarnos del afrodisiaco goce del placer sexual y pernotar toda la noche o lo que quede de ella en las rubicundas habitaciones de la diosa prostituta. Hacer el amor indiscriminadamente al calor de unas copas, pero mucho más allá del juicio pudibundo de una sociedad enferma por el ascetismo paulino. A esto he denominado el hacer del "Ejercicio Espirituoso" mi salvación a la monotonía.

3. “No hagas lo que no quieres que te hagan”. Imperativo categórico, principio moral y ético; no obstante, equivalente a “ojo por ojo y diente por diente”. Y al fin y al cabo conducta loable y recompensa, o crimen y castigo o en el mejor de los casos abstención a causar perjuicio ajeno por beneficio de recibir a efecto perjuicio propio.
Lo claro de la vana disertación está en el punto de vista desde donde se mira la equivalencia. El código de Hammurabi para el bajo mundo y el imperativo categórico para el orbe racional, moral y ético. La consecuencia, lo primordial: el bienestar común.

4. La clave tal ves para una tranquilidad de espíritu resida en equilibrar el querer, poder y deber en el hombre. Entiéndase querer como voluntad, bien, determinada o no, de cualquier forma ese sentir de pretender algo a conciencia a guisa de autonomía; y poder, como el desarrollo de la anterior. En contraste con el deber o las circunstancias que permiten el hacer de dicho sentimiento, su cristalización, o su negación de acto.
Para que preocuparme por satisfacer necesidades no naturales ni necesarias, aludiendo a Epicuro, si dicho menester me trae más problema que solución. Que necesidad tengo de complicarme la vida para solucionarla si caigo en la paradoja de sufrir por bienestar. Resignación, conformismo o equilibrio; el sustantivo depende de la disposición de ánimo.
Vale la pena adaptarse de la manera más simple a las circunstancias. Observarlas con ojos de poeta más bien como aliadas que enemigas; la guerra que es la visión del soldado, solamente como válvula de escape a aquellas contadas como contraproducentes, por fortuna más exiguas que las otras y que dejan más experiencia y menos tiempo para reflexionar.

5. Si existiera una finalidad en el hombre sería la de darse identidad. Separarse del rebaño sin dejar de pastar; o sea, servirse del logro colectivo siendo auténtico, en reciprocidad igual solidario. Ser amo y señor de uno mismo y hermano de los demás. En otras palabras, procurar vivir la vida existencialmente pero en el jardín de Epicuro.
Tomar conciencia de identidad es empezar a ser libre. El querer-poder en equidad: la libertad total, tranquilidad de espíritu. Mi voluntad es el querer, el poder el campo de acción de mi voluntad. Si yo quiero lo que puedo, soy libre; si no puedo lo que quiero, esclavo. La libertad consiste en equilibrar ambos lados de la balanza. El querer debe ser directamente proporcional al poder. He ahí la lontananza.

6. La felicidad mis amigos se debe construir a pesar de las dificultades y atropellos de la naturaleza y de la sociedad.
Las circunstancias nos rodean y limitan a tal punto de reducirnos a una triste figura de miserables hombres éticos. Por ello, jamás crean en la quimera de conseguir felicidad mediante el concurso del Estado, que a guisa de fundamentarse en la absurda idea del interés general, nos reprime plenamente y premia sólo en apariencia.
No obstante, la ignominia del Estado y el cruel desdén de la naturaleza; don quijote nos redime de la injusticia y salva nuestro espíritu de morir ahogado en el truculento mar de las obligaciones.
La utopía quijotesca anida el alma del hombre estético, le libera del mundo del constreñimiento y le hace un auténtico hombre de felicidad. Libre y emancipado de la muerte en vida de ser: ser social y limitado por la naturaleza.


Supervivencia y lúdica.
Félix M. de Óç.