miércoles, 29 de diciembre de 2010

RETROALIMENTACIÓN DEL SER







RETROALIMENTACIÓN DEL SER (la resurrección y los cuatro elementos)


En cuanto a Jesucristo, Judas Iscariote lo traicionó con un beso, Pablo de Tarso lo persiguió, Simón Pedro lo negó tres veces, Tomás el gemelo no creyó en su resurrección, los demás discípulos le abandonaron en su pasión y muerte y todos nosotros, los transgresores, los cristianos, lo crucificamos en el madero de tormento...


Hermanos en la luz de Dios: la materia, el espacio y el tiempo coexisten como nutrientes primigenios del Ser Viviente, sistema de coordenadas infinito e ilimitado de la materia, objeto, mana (inconsciente) para el Espíritu de vida, Hilecronotopo, el Cuerpo en el ambiente: "Nosotros estamos aquí quietos como la tierra, pero espiritualmente no estamos quietos; estamos girando alrededor de la Vida, por lo tanto, en estos momentos somos la Tierra que da alimento a la Vida que es el Espíritu" [1]. Pero también somos Almas conscientes, energía psíquica que nos libera de las leyes físicas de los infinitos universos paralelos, de materia, espacio y tiempo...: Hilecinética: propiedad emergente del cerebro humano fisiológico: “...Todos nosotros, en este momento, somos el Aire, porque nos despojamos de una materia que es tierra y volamos por los aires con la libertad del Espíritu...” [2]. Entre tanto, somos Espíritu: sagrada consagración de energía psíquica, supra-conciencia y voluntad, Ángel sempiterno, fuente eterna de liberación psicofísica: "Nosotros todos, en este momento, somos el Agua, porque nos hemos convertido en la fuente eterna del Espíritu; de ella bebemos para nutrir el cuerpo y calmar la sed del Alma...." [3]. No obstante, necesitamos del mundo, de un inconsciente colectivo[4] que da origen al sistema de cosificación incorporal en donde nos olvidamos de nosotros mismos para recordarnos luego... camino al calvario... donde cargar la cruz... holocausto de purificación... en donde nos sacrificamos religiosamente ante Dios... para convertirnos al retorno de la luz del Padre: "Todos nosotros, en este momento, somos un Fuego abrasador, porque nos hemos convertido en el Fuego del Espíritu que a todos nos devora, nos limpia y nos purifica”[5]. Todo en pro de una evolución material, biológica, cultural y mística del ente psicofísico y espiritual en la creación. "Así, queridos hermanos, nuestros cuerpos y nuestro Espíritu se integran para prepararnos hacia la Resurrección" [6].


1. El cuerpo hace alusión a la materia física, mas explícitamente a un conjunto de partículas indeterminadas en un sistema de coordenadas espacio temporal; que a la luz de principios cuánticos puede estar en distintos universos a la vez. Ahora bien, desde un punto de vista “psicológico”, la materia estaría en un estado de inconsciencia total; no obstante, de conciencia potencial en cuanto a la posibilidad de producir energía psíquica de acuerdo al orden estructural de la materia en el espacio y el tiempo.


2. Entre tanto, la energía psíquica es producto o propiedad emergente[7] del orden físico de las partículas en el relativo sistema de coordenadas. La mente o Alma consciente del sujeto pensante. A partir del Alma el hombre deja de ser una cosa física para convertirse en sujeto de acción y de elección. De acción porque es capaz de modificar el ambiente y de elección porque en él reside la facultad de elegir entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, entre el ser y el no ser.


3. No obstante, para sobrevivir en un ambiente hostil, el animal humano ha desarrollado unas facultades instintivas que poco a poco han ido evolucionando hasta crear todo un orden salvaje y racionalista de cosificación del ser, una sociedad conceptual denominada mundo. Un Dragón de fuego que lo constriñe y anula como individuo, lo reduce a simple pieza de un mecanismo mayor que subsiste gracias a una central enorme de energía psíquica enjaulada en el ente incorpóreo.


4. Pero el hombre es más que una bestia, una cosa o una ofrenda de sacrificio, el hombre puede llegar a ser Ángel sempiterno, como la fuerza sagrada que le dio origen desde el principio de la creación... entonces adquiere supra-consciencia del universo, se hace dios... se reconoce como Ser Vivo heredero del reino de su Padre Celestial. Retorna a Dios, pero purificado, resucitado de sus cenizas, elevado a fuente de agua viva.




Félix M. de Óç. [1] Evangelio gnóstico de Judas [2] Ibídem [3] Ibídem [4] Lo inconsciente colectivo es todo menos un sistema aislado y personal. Es objetividad, ancha como el mundo y abierta al mundo. Yo soy el objeto de todos los sujetos, en perfecta inversión de mi consciencia habitual, donde soy siempre sujeto que tiene objetos. Allí estoy en la más inmediata e íntima unión con el mundo, unido hasta tal punto que olvido demasiado fácilmente quien soy en realidad. «Perdido en sí mismo» es una frase adecuada para designar ese estado. Pero ese «mismo» es el mundo, o un mundo cuando puede verlo una consciencia. Por eso hay que saber quién se es. C. G. Jung. Sobre los arquetipos de lo inconsciente colectivo. [5] Evangelio gnóstico de Judas [6] Ibídem [7] Un Sistema Complejo está compuesto por varias partes interconectadas o entrelazadas cuyos vínculos crean información adicional no visible antes por el observador. Como resultado de las interacciones entre elementos, surgen propiedades nuevas que no pueden explicarse a partir de las propiedades de los elementos aislados. Dichas propiedades se denominan propiedades emergentes. (Wikipedia)


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sábado, 18 de diciembre de 2010

LA SAGRADA FAMILIA UNIVERSAL



LA SAGRADA FAMILIA UNIVERSAL

1.


Me pregunto hermanos: ¿Quién será más cristiano o creyente en Dios: un supuesto ateo, filantrópico: que ayuda a su prójimo, sin recibir nada a cambio, y sin importarle su raza, condición social, credo o cultura; o un ultra-cristiano fundamentalista, inquisidor que tuerce y quema al prójimo por que piensa distinto, cree diferente e incluso por que se considera ateo o agnóstico, y peor aun, aunque se sepa que no es injusto ni egoísta con los demás?


Veamos que dijo el maestro Jesús al respecto: “Entonces dirá el rey a los de su derecha: vengan ustedes que tienen la bendición de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Porque me dio hambre y ustedes me dieron de comer; me dio sed y me dieron de beber. Fui extraño y me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, y me vistieron. Enfermé y me cuidaron. Estuve en prisión y vinieron a mí. Entonces los justos le contestarán con las palabras: señor, ¿Cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión, y fuimos a ti? Y en respuesta el rey les dirá: en verdad les digo: al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos mis hermanos, a mí me lo hicieron. Entonces dirá, a su vez, a los de su izquierda: váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno que ha sido preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque me dio hambre, pero ustedes no me dieron de comer, y me dio sed, pero no me dieron de beber. Fui extraño, pero no me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, pero no me vistieron; enfermo y en prisión pero no me cuidaron. Entonces ellos también contestaran con las palabras: Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre, o con sed, o extraño, o desnudo, o enfermo, o en prisión, y no te servimos? Entonces les contestará con las palabras: en verdad les digo: al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me lo hicieron a mí. Y estos partirán al cortamiento eterno, pero los justos a la vida eterna”[1].


Impajaritablemente una persona que ama a los demás es una persona que cree en Dios y de verdad le ama, aun cuando aparentemente no reconozca su fe. Mientras que un cristiano confeso pero que odie y reprima a los otros, difícilmente podrá ser verdaderamente cristiano en su corazón. Amar a Dios es amar al prójimo como a nosotros mismos. Pues, Dios habita dentro y fuera de nosotros en sagrada familia. Así, si hacemos daño a los demás, le hacemos daño a Dios y a nosotros mismos. Por otro lado, es menester de todo cristiano perdonar incluso al enemigo. “Presten atención a ustedes mismos. Si tu hermano comete un pecado, dale una represión; y si se arrepiente perdónalo. Aun si siete veces al día peca contra ti y siete veces vuelve a ti, diciendo: me arrepiento, tienes que perdonarlo”[2].

2.


Hermanos en la luz de Dios: El ser no ha sido engendrado sino creado; por lo tanto será más viejo que el universo mismo que le contiene... aún en cualquiera de sus infinitas posibilidades[3]. Pues, “El padre hace un hijo y el hijo no tiene posibilidad de hacer a su vez un hijo: pues quien ha sido engendrado no puede engendrar por su parte, sino que el hijo se procura hermanos, pero no hijos”[4]. Nuestro único Padre-Madre es nuestro Dios y creador; mas todo aquello de Dios creado... serán nuestros Hermanos en Sagrada Familia Espiritual. Nuestra gran familia se extiende desde la materia inanimada a la energía dinámica y el espíritu que abarca el lugar infinito de la substancia consagrada y eterna.

Félix M. de Óç.


[1] Mateo 25, 34-46
[2] Lucas 17, 3-4
[3] “En el año 2007 los científicos recién demostraron la existencia de los multi-universos a pesar de la frecuencia con la que aparecen en novelas y películas de ciencia ficción, los universos paralelos no eran, hasta ahora, más que una especulación científica. Sin embargo, matemáticos de la Universidad de Oxford demostraron que existen en realidad.Los universos paralelos existen. Así de contundentes fueron los resultados del estudio efectuado en el 2007 por científicos de la Universidad de Oxford, en el que demuestran matemáticamente que el concepto de estructura de árbol de nuestro universo es real. Esta propiedad del universo es la que sirve de base para crear nuestra realidad.La teoría de los universos paralelos fue propuesta por primera vez en 1950 por el físico estadounidense Hugh Everett, en la que intentaba explicar los misterios de la mecánica cuántica que resultaban completamente desconcertantes para los científicos. Expresado de una manera muy simplificada, lo que propuso Everett fue que cada vez que se explora una nueva posibilidad física, el universo se divide. Para cada alternativa posible se “crea” un universo propio.Un ejemplo puede ayudarnos a entender este concepto: imaginemos que un peatón escapa por poco de ser atropellado por un coche. Este evento tiene lugar en un universo, pero en otro puede haber resultado atropellado y estar recuperándose en un hospital. Y en un tercero, puede haber muerto. El número de posibilidades es infinito”. (www.laplegariadeunpagano.com)
[4] Evangelio de Felipe verso 29.

TRANSFIGURACIÓN



TRANSFIGURACIÓN






“Pero les digo verdaderamente: hay algunos de los que están en pie aquí que de ningún modo gustarán la muerte hasta que primero vean el reino de Dios. En efecto, unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro a y Juan y a Santiago y subió a la montaña a orar. Y mientras oraba la apariencia de su rostro se hizo diferente y su vestidura se volvió lustrosamente blanca. También, ¡mira! Dos varones conversaban con él, los cuales eran Moisés y Elías[1]”.


Hermanos en la luz de Dios:


Desde el enfoque de una matesis especulativa: el Ángel es igual al Hombre sobre la Bestia (Ángel = Hombre / Bestia) la Bestia equivalente al Hombre sobre el Ángel (Bestia = Hombre / Ángel) y el Hombre: al Ángel por la Bestia o a la Bestia por el Ángel (Hombre = Ángel * Bestia ó Bestia * Ángel).


De la oscuridad a la luz transita el ser viviente en medio de un Armagedón policromático, a través de una lucha interminable entre las fuerzas del bien y del mal... en procura de la evolución de la conciencia... de la conquista de la Divinidad Heredada, no sin antes como Hijo Prodigo, sumergirse en la profundidad acuosa del caos, del pánico existencial, de la cosificación del sujeto por el concepto, de los instintos primarios y la obnubilación de la mente por la fluidez endocrina del cuerpo; para luego emerger y retornar en un proceso dialéctico de progreso y conservación de la experiencia, cual Alma prístina o Ángel sempiterno a la blanquísima luz del Espíritu Santo de Dios... en la liberación absoluta de la vida eterna en un continuo progreso existencial.


La oscuridad de la nada como magma de fuego y azufre, alimenta la penumbra del desconcierto y lento fluir del devenir... que de un momento a otro se agita como un océano de carne; y luego, se evapora en espíritu... hasta alcanzar el sosiego del ser... de la conciencia liberada... del alma en reposo en el pleno esplendor del universo vivo... de Dios.


Ahora bien, “... El reino de Dios no viene de modo que sea llamativamente observable, ni dirán: ¡Miren acá! O, ¡Allá! Porque, ¡miren! El reino de Dios en medio de ustedes está[2]. Porque el Ángel habita el corazón del hombre santo y resplandece desde su interior como inspiración divina y transporta al hijo a las entrañas del Padre y le entrega su heredad correspondiente.


Sin embargo, Hermanos míos, en medio de mi más amarga desesperación, aquella noche oré al señor y reclamé de Él, consuelo y paz para mi alma... de repente... sentí un mareo y empecé a caer dentro de mi cuerpo y me halaron desde mi cabeza a una velocidad descomunal... sentí vértigo y miedo... era una fuerza impresionante que me llevaba por universos cuánticos al centro de la creación misma... y de pronto me detuve... y el vértigo cesó y estaba en frente de mí el León de Judá, inmenso, metálico, grandioso. Entonces lloré y dije: “¡oh! creatura viviente”. “Pero una de las personas de mayor edad me dice: deja de llorar. ¡Mira! El León que es de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el rollo y sus siete sellos[3]. Entonces comprendí que estaba ante el Cristo Sol Invicto que había vencido al reino oscuro de Satanás. ¡El nuevo orden del Cordero de Dios se ha establecido para siempre en el corazón de los hombres santos!




De verás que “no hay otra experiencia para nosotros que la que estamos teniendo. La experiencia del Espíritu de Cristo está en nuestra actual experiencia, y es aquí que hallaremos el Espíritu de Cristo y entraremos al abrazo del amado. El hecho del asunto es este: no nos falta nada, porque somos parte de la unidad sagrada que es Dios, y toda sensación de carencia es una ilusión en la mente[4].


“Entonces Jesús dijo: muchos están en la puerta, pero son los solitarios y escogidos los que entrarán a la cámara nupcial[5]. Félix M. de Óç. [1] Lucas 9, 27-30. [2] Lucas 17, 20-21. [3] Revelación 5, 5. [4] Los Evangelios Gnósticos de Santo Tomás. Tau Malachi. Círculo de Lectores. [5] Ibídem.

viernes, 12 de noviembre de 2010

LAS CLASES DE HOMBRES EN EL HOMBRE



LAS CLASES DE HOMBRES EN EL HOMBRE

Hermanas y hermanos en la luz de Dios. Como pueden observar, el hombre sufre y goza de una triple naturaleza a causa de su desobediencia. De su inframundo corporal el hombre-bestia lucha por subsistir en el campo de batalla del hombre-normal que direcciona su energía psíquica o bien hacia su bestialidad o bien hacía su ángel sempiterno. De tal confrontación de fuerzas puede surgir ingenio de vida o de destrucción... La humanidad encausa su conocimiento para desentrañar la energía oculta en la naturaleza para bien o para mal según quién predomine en la batalla del hombre-normal. Como por ejemplo: la energía nuclear, que puede ser utilizada como fuente energética para movilizar a una ciudad, suministrar electricidad a hospitales, hogares y empresas o para destruirla y matar a sus habitantes desatando al Hades preso en una bomba atómica. El hombre puede ser entonces: Eros o Tanatos.


En un debate sobre la paz, Freud de manera pesimista argumentaba contra Einstein la imposibilidad de evitar en el hombre su tendencia hacia la agresividad por considerarla parte de la naturaleza humana; no obstante, también establece el progreso cultural del hombre civilizado como posible talanquera a sus instintos. Transcribo a continuación apartes del debate sobre la posibilidad de la paz[1]:


“Estimando señor Freud, (...) ¿Ese posible dirigir la evolución psíquica de los hombres de modo tal que sean capaces de resistir la psicosis del odio y la destrucción? Muy cordialmente suyo, Albert Einstein”.


“Estimado señor Einstein. (...) Se sorprende usted de que sea tan fácil excitar a los hombres a la guerra, y presume que en ellos haya algo -una pulsión al odio y la destrucción- que esté listo a acogerse a una instigación tal. No puedo sino coincidir sin reservas con usted. Yo creo en la existencia de tales pulsiones y en los últimos años he intentado estudiar precisamente sus manifestaciones. Presumo que las pulsiones del hombre sólo sean de dos tipos: las que tienden a conservar y a unir, a las que llamamos tanto eróticas (exactamente en el sentido en que platón usaba el término Eros en el Simposio) como sexuales (extendiendo intencionalmente el concepto popular de sexualidad), y las que tienden a destruir y matar. Estas últimas las agrupamos en la denominación de pulsión agresiva o destructiva. (...) Ahora bien: parece que casi nunca una pulsión de un tipo puede actuar de forma aislada; está siempre conectada (ligada, como decimos nosotros) con cierto monto de su contraparte, que la modifica a medias o, en ocasiones, subordina el alcance de esta última en determinadas condiciones. Así, por ejemplo, la pulsión de autoconservación es ciertamente erótica, pero ello no exime que deba recurrir a la agresividad para cumplir cuanto se espera. Del mismo modo, la pulsión amorosa, dirigida a los objetos, necesita un quid de la pulsión de apropiación si de veras quiere apoderarse de su objeto. La dificultad para aislar ambos tipos de pulsión en sus manifestaciones ha provocado que durante todo este tiempo no hayamos lograr identificarlas. (...) Es muy raro que el acto sea obra de un solo acto de pulsión, el cual por otra parte debe ser ya una combinación de Eros y de destrucción. (...) El placer de agredir y de destruir es, por cierto, uno de ellos. Innumerables crueldades de la historia y de la vida cotidiana confirman la existencia y la fuerza de los citados placeres. El hecho de que estos impulsos destructivos estén mezclados con otros, eróticos e ideales, facilita, obviamente, su satisfacción. (La agresividad social es una exteriorización del instinto de muerte) (...) Quisiera volver un momento más sobre nuestra pulsión destructiva, menos conocida de lo que requiere su importancia. Especulando un poco estamos persuadidos, en efecto, de que opera en todo ser vivo y que su aspiración es la de llevar a éste a la ruina, reconduciendo su vida al estado de la materia inanimada. Con toda seriedad se le adjudica el nombre de pulsión de muerte, mientras que las pulsiones eróticas vienen a representar los esfuerzos hacia la vida. La pulsión de muerte deviene pulsión destructiva cuando, con la ayuda de determinados órganos, se dirige hacia fuera, contra los objetos. Por decirlo así, el ser vivo defiende su vida en cuanto destruye la ajena. No obstante, una parte de la pulsión de muerte permanece activa dentro del ser vivo, y nosotros hemos intentado derivar una serie de fenómenos normales y patológicos a partir de esta interiorización de la pulsión destructiva. (...) Para los fines inmediatos que nos hemos propuesto, de lo dicho anteriormente extraemos la conclusión de que no hay esperanza de poder suprimir las inclinaciones agresivas de los hombres. (...) Partiendo de nuestra mitológica doctrina de las pulsiones, llegamos fácilmente a una fórmula para definir las vías indirectas de la lucha a la guerra. Si la propensión a la guerra es un producto de la pulsión destructiva, es obvia la necesidad de recurrir a la antagonista de esta pulsión: el Eros. Todo lo que hace que surjan vínculos emocionales entre los hombres, debe actuar contra la guerra. Estos vínculos pueden ser de dos tipos. En primer lugar, relaciones que, pese a carecer de meta sexual, se asemejan a las que se tienen con un objeto de amor. El psicoanálisis no necesita avergonzarse si aquí se habla de amor, porque la religión dice lo mismo: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Ahora bien, ésta es una exigencia fácil de plantear, pero difícil de realizar. El otro tipo de vínculo emocional es el que se establece mediante la identificación. Todo lo que provoca solidaridad significativa entre los hombres despierta sentimientos comunes de este tipo. Las identificaciones. Sobre ellas reposa buena parte del equilibrio de la sociedad humana. (...) ¿Cuánto debemos esperar hasta que también otros se vuelvan pacifistas? No se puede decir, pero quizá no sea utópico esperar a que la influencia de dos factores (una actitud más civilizada y el justificado temor a los efectos de una guerra futura) pongan fin a las guerras en el porvenir. Por medio de que vías, si directas o indirectas, es algo que no podemos adivinar. Entre tanto, hay algo que podemos decir: todo lo que favorece a la civilización, trabaja también contra la guerra”.


Así las cosas, nuestra agresividad no debe ser enfocada hacia nosotros mismos ni hacia nuestros congéneres: la especie humana y por extensión al medio ambiente en que vivimos; sino todo lo contrario, la lucha debe ser ajedrecística, encausada no a matar al rey negro sino enjaularlo... domar la bestia para que nos sirva... sin desconocer su real importancia en nuestra supervivencia o evolución perpendicular en la tierra... no obstante, nuestro ser espiritual debe reinar existencialmente, o sea, de mil maneras siete veces: debemos ser seres humanos pero Hombres-Divinos o Ángeles a la vez. Esto es reconocer nuestra Alma liberada en Espíritu Santo, y que sea nuestra bestia una cicatriz, un recuerdo, una ínfima manchita en el corazón palpitante de vida Eterna. Nuestra evolución psicofísico-espiritual debe ser equitativa, armoniosa y estable en cada uno de sus niveles universales.


El hombre es la conformación energética, discontinua y susceptible de cambio elevada a creación por el Logos Divino. El Hombre-Divino es el ser existencial, el Zeus en cada uno, es la energía vital o Ángel de vida eterna, el Alma infinita en el cielo: “Porque cuando se levanten de entre los muertos, ni se casan los hombres ni se dan las mujeres en matrimonio, sino que son como los ángeles en los cielos”[2]. El Hombre-Normal, la discontinuidad: la parte con respecto del algo... y su extensión, la humanidad: el Poseidón Fenoménico... el barro, la brisa y la profundidad acuosa, incluso el Leviatán: “Y procedió Jehová Dios a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente[3]... “Y quité el segundo sello y vi y observé al ángel del Agua. Y de sus labios fluía la Luz de la Vida y El se inclinó sobre la Tierra y le dio al hombre un océano de amor. Y el hombre entró a las aguas claras y relucientes. Y cuando tocó el agua, las corrientes claras se opacaron y las aguas de cristal se volvieron turbias y con lama. Y los peces agonizaban en la oscuridad inmunda y todas las criaturas murieron de sed. Y giré mi rostro con vergüenza[4]. Y finalmente el Hombre-Bestia, la susceptibilidad de cambio, el no ser debe ser su posibilidad de ser... el cambio implica la evolución natural y existencial del hombre. El equilibrio final entre el león y el ángel y el hombre. “Jesús dijo: Bienaventurado es el león que se convierte en hombre cuando es consumido por el hombre, y maldito es el hombre que el león consume, y el león se convierte en hombre[5].


Félix M. de Óç.

[1] La cita es tomada del Atlas Universal de Filosofía. OCEANO.
[2] Marcos 12, 25
[3] Génesis 2, 7
[4] Libro de las Revelaciones de los Esenios
[5] Evangelio de Tomás, versículo 7.

sábado, 6 de noviembre de 2010

¿QUÉ SIGNIFICA ARKHÉ?



¿QUÉ SIGNIFICA ARKHÉ?

1.
“Y procedió Dios a hacer las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para dominar el día y la lumbrera menor para dominar la noche, y también las estrellas” (Génesis 1, 16). Acaso este versículo no se refiere a las tres grandes religiones monoteístas del mundo... todos descendientes de nuestro ancestro Abrahán. Quisiera recordarles amigos que nuestra hermandad de Arkhé fue fundada por tres hermanos de diferentes credos religiosos, un Musulmán: Abdul Halic Mohamed ibn Silva, el otro el Gnóstico Riguel y el Cristiano Félix M. de Óç.

2.
Hermanos míos, el concepto griego de Arkhé[1] significa el origen de las cosas, del universo, de todo lo que existe y aún no existe, etc. Los fisiólogos griegos como por ejemplo: Tales de Mileto (624-546 a. C.) creía que el origen de todo era el agua... “Tales vio en el agua la materia primera de que todo se ha hecho. Él mismo dirigía una escuela de marinos, vivía junto al mar y contemplaba cómo el agua se dilataba hasta el infinito...”[2] . Para Heráclito de Éfeso (535-475 a. C.), era el devenir del mundo y la unidad de contrarios en él presente, la causa primigenia de la existencia de las cosas... “Todo lo permanente es apariencia que surge de que, transitoriamente, se equilibran fuerzas contrarias...”[3] . Para los pitagóricos el origen era el número, mas no comprendido este como un simple guarismo o cifra, tal como se concibe en la actualidad, sino como algo de carácter elevado, místico, de gran armonía musical y matemática... “A partir de la convicción según la cual el mundo posee una naturaleza matemática, Pitágoras (582-497 a. C.) llegó a una conclusión extraordinaria: todo el universo debe considerarse como un enorme instrumento musical...”[4] . Para Parménides de Elea (539-480 a. C.) el arkher será el Esfero. El ser. El ser es pensar. El ser, es lo que existe, porque incluso lo que no existe es: “[...] El uno, que el ser es y que el no-ser no es. Es el camino de la certeza, ya que acompaña a la verdad. El otro, que el ser no es y que necesariamente el no-ser es. Este camino es un estrecho sendero, en el que nada iluminará tus pasos. Ya que no puedes comprender lo que no es, pues no es posible, ni expresarlo por medio de palabras. Porque lo mismo es pensar y ser”[5]. Para el Gorgias de Leontino en Sicilia[6] (483-375 a. C.) el origen de todo es la nada. “ciertos filósofos (como Gorgias) sostuvieron que nada existe, que si algo existe es incognoscible y que si es cognoscible es inexpresable”[7] Pues si existiera algo, tendría que haber sido creado (cosa que para Parménides es imposible) o eterno. “si fuera eterno, tendría que ser también infinito. Ahora bien, un infinito no puede estar ni en algún lugar, ni en ningún lugar; por lo tanto no existe en absoluto. De donde se sigue que la naturaleza es el no-ser... Si algo existiera, no sería cognoscible... Pensar y ser son, según Parménides, lo mismo... (Y si se piensa en algo absurdo, ¿sólo porque se piensa es?)...si algo pudiera ser conocido, no podría ser expresado ¿Cómo puede estar la idea que yo tengo a la vez en mí y en otro?" [8]. Ahora bien, hubo otros filósofos que creyeron hallar el origen de todo cuanto exsite en otros conceptos o cosas, como por ejemplo: Anaximandro de Mileto (610-546 a. C.) en lo indefinido. Anaxímenes de Mileto (585-525 a. C.) en el aire. Zenón el dialéctico (490-430 a. C.) en el ser y en sus paradojas del no movimiento. Meliso el consumador (h. 444 a. C.) en el ser infinito. Empédocles de Agrigento (490-430 a. C.) en los cuatro elementos. Anaxágoras de Clazomene (500-428 a. C.) en elementos infinitos en número y la mente. Demócrito de Abdera (460-370 a. C.) en los átomo indivisibles, el espacio vacio y el movimiento. Pero fue para Jenófanes, el teólogo (580-485 a. C.) que el origen proviene del Dios universal. “Así predica Jenófanes por vez primera al Dios universal, al señor único de todos los pueblos, tal como ya antes lo había enseñado el Antiguo Testamento a los judíos”[9] .

Y este es el verdadero origen de la creación. Nuestro Arkhé por lo tanto será el Logos Sagrado de Dios. Su Santísima Palabra. Que fue revelada al hombre para que este crea: “Es por eso que en la región de la luz tienen que glorificar a Jehová, en las islas del mar el nombre de Jehová, el Dios de Israel. Desde la extremidad de la tierra hay melodías que hemos oído: ¡Decoración al justo!”[10] Porque el Logos Divino, es la fuerza creadora de todo lo visible e invisible. La palabra de Dios por lo tanto, une a todo hombre creyente y hace de cada uno: REY, SACERDOTE Y PROFETA. Rey: para que domine su cuerpo en el mundo, Sacerdote: para que se comunique con su Alma en Espíritu Santo y Profeta: para que revele a la humanidad los secretos del cielo por boca de Dios.

Félix M.de Óç.

[1] Arché (según otros, arjé, o también arkhé, del griego ἀρχή, "fuente", "principio" u "origen") es un concepto en filosofía de la antigua Grecia, significando el comienzo del universo o el primer elemento de todas las cosas. También puede significar sustancia o materia, es decir, aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir, sólo él mismo. WIKIPEDIA.

[2] Manual de Historia de la Filosofía. Johann Fischl. Ed. Herder.
[3] Ibídem.
[4] Atlas Universal de Filosofía. OCEANO
[5] Texto de los Grandes Filósofos. Edad antigua. R. Verneaux. Ed. Herder.
[6] Académicamente no puede considerarse al Gorgias como arkheista, pues hace parte del segundo periodo de los filósofos griegos. A la filosofía ática: más exactamente a los sofistas.
[7] Diccionario de Filosofía. J. Ferrater Mora.
[8] Manual de Historia de la Filosofía. Johann Fischl. Ed. Herder.
[9] Ibídem.
[10] Isaías 24, 15

miércoles, 3 de noviembre de 2010

LAS MORADAS DE DIOS





LAS MORADAS DE DIOS




“En la casa de mi padre hay muchas moradas...” (Juan 14, 2).






Hermanos en la luz de Dios: La totalidad del logos de nuestro ser espiritual... conserva la unidad del logos restante... El cuerpo, cuyo logos se divide en número infinito de posibilidades evolutivas... Entidades psicofísicas que evolucionan perpendicularmente a nuestra Alma y que igualmente evoluciona en el Espíritu Santo de nuestro verdadero Dios Viviente. Cada cuerpo y su respectivo universo físico y conceptual, adhiere a su Alma un sinnúmero de información y experiencia en el proceso de crecimiento biotecnológico. Cada ser humano crece y sigue los pasos de la luz en una Súper-consciencia infinita y eterna. Pero casi siempre nuestra humanidad bestial nos arrastra hacia el abismo de oscuridad y distracciones conceptuales y permanecemos allí, abiertos la boca, mientras nuestro ser espiritual pugna por sacarnos de la cisterna... entonces efectivamente aparece la lucha entre la divinidad y la bestia y en medio el hombre como campo de batalla; pero “Jesús dijo: Bienaventurado es el león que se convierte en hombre cuando es consumido por el hombre, y maldito es el hombre que el león consume, y el león se convierte en hombre”( Evangelio gnóstico de santo Tomás versículo 7). De allí, que cortarle la cabeza a la bestia implica recobrar las alas del león... elevarse a consciencia espiritual por encima de la selvas de piedra...




“El que viene de arriba está sobre todos los demás. El que es de la tierra, de la tierra es y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está sobre todos los demás” (Juan 3, 31).

Félix M. de Óç.






Imagen tomada de internet

CUERPO Y ALMA IGUAL ANDRÓGINO


EL CUERPO Y EL ALMA ANTES Y DESPUÉS DE LA TRANSGRESIÓN...


“Por lo tanto Jehová mismo les dará a ustedes una señal: ¡Miren! La doncella misma realmente llegará a estar en cinta, y ella está dando a luz un hijo, y ciertamente le pondrá por nombre Emmanuel.” (Isaías 7, 14).


Hermanos en la luz de Dios. Cuando Jesús el Cristo se ofreció al Padre en sacrificio nuestro... vio reducida su Substancia Vital de Espíritu Santo a mera energía en disolución de esencia. En otras palabras, fue animalizado su cuerpo para ofrenda de holocausto. “Pero contemplamos a Jesús, que ha sido hecho un poco inferior a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber sufrido la muerte, para que la bondad inmerecida de Dios gustase la muerte por todo [hombre]”[1]. Ahora bien, según el libro del Génesis los Hombres Vivos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios; no obstante, de barro (materia-espacio-tiempo) o sea, hechos de energía purísima una vez consagrada por el Logos Divino del Padre Celestial. Y vino a ser el hombre una unidad indisoluble de cuerpo y alma en habitad del Edén. “Y procedió Dios a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: Sean fructíferos y háganse muchos [...]”[2] . En consecuencia, en los orígenes: el Hombre fue creado como unidad de contrarios: macho y hembra en un solo ser de Vida Eterna y sin embargo procedentes de Dios: “Es por eso que el hombre dejará a su padre y a su madre y tiene que adherirse a su esposa y tienen que llegar a ser una sola carne.”[3]. Si bien fuimos creados, irrevocablemente por nuestro Padre-Madre que es Dios[4]... Él nos levantó de la energía dinámica mediante una bendición de Vida Eterna... en consecuencia, conservamos su imagen y semejanza en el ser creado hasta antes de la caída... pero a partir de allí, se nos disolvió en dos partes: en un Alma o Ser Espiritual en Edén y en un Cuerpo o Entidad Psicofísica en el ambiente.


Los antiguos griegos tuvieron comprensión de tal situación y a su manera, en el mito del andrógino lo escribieron. En el libro el banquete de Platón se dice: “En primer lugar, eran tres los géneros de los hombres, no dos, como ahora, masculino y femenino, sino que había también un tercero que participaba de estos dos, cuyo nombre perdura hoy en día, aunque como género ha desaparecido. Era en efecto entonces el andrógino una sola cosa, como forma y como nombre, partícipe de ambos sexos, masculino y femenino, mientras que ahora no es más que un nombre sumido en el oprobio. Se comenta de ellos que “Eran, pues seres terribles por su vigor y su fuerza; grande era además la arrogancia que tenían, y atentaron contra los dioses. De ellos también se dice, lo que cuenta Homero de Efialtes y de Oto, que intentaron hacer una escalada al cielo para atacar a los dioses. Entonces, Zeus y los demás dioses deliberaron qué debían hacer, y se encontraban en grande aprieto. No les era posible darles muerte y extirpar su linaje, fulminándolos con el rayo como a los gigantes, pues en ese caso los honores y los sacrificios que recibían de los hombres se hubieran acabado, ni tampoco consentirles su insolencia. Con gran trabajo, al fin Zeus concibió una idea y dijo: Me parece tener una solución para que pueda haber hombres y para que, por haber perdido fuerza, cesen su desenfreno. Ahora mismo voy a cortarlos en dos a cada uno de ellos y así serán a la vez más débiles y más útiles para nosotros por haberse multiplicado su número” (El Banquete de Paltón. Editorial Folio). Ahora bien, comparemos el mito del andrógino con el Génesis en el capítulo 6: “Después de eso dijo Jehová: ciertamente no obrará mi espíritu para con el hombre por tiempo indefinido, ya que también es carne. Por consiguiente sus días tendrán que llegar a ser ciento veinte años”. En consecuencia, en este pasaje bíblico el hombre es reducido a ser mortal; no obstante, su inmortalidad se sostiene en su alma, deduciendo lo anterior, de la imagen y semejanza de Dios en la creación del hombre. Ahora bien, en cuanto a la arrogancia de los hombres y la maldad y destrucción de los nefilim o gigantes, veamos que dice el Génesis sobre esto: “Los nefilim se hallaban en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos del Dios [verdadero] continuaron teniendo relaciones con las hijas de los hombres y ellas les dieron a luz hijos, estos fueron los poderosos que eran de la antigüedad, los hombres de fama. Por consecuencia vio Jehová que abundaba la maldad del hombre en la tierra y que toda inclinación de los pensamientos de su corazón era solamente mala todo el tiempo. [...] y la tierra llegó a estar arruinada a la vista del Dios [verdadero] y se llenó la tierra de violencia. [...] De modo que vio Dios la tierra y, ¡mire! Estaba arruinada, porque toda carne había arruinado su camino sobre la tierra. Después de eso Dios le dijo a Noé: el fin de toda carne ha llegado delante de mí, porque la tierra está llena de violencia como resultado de ellos: y aquí estoy arruinándolos junto con la tierra. [...] Y de veras que establezco mi pacto contigo; y tienes que entrar en el arca, tú y tus hijos y tu esposa y las esposas de tus hijos contigo”. En el anterior pasaje los nefilim son destruidos como los gigantes en el mito de Platón, pero a Noé y su descendencia se les perdona la vida; no obstante su descendencia es arrogante como los andróginos y por lo tanto es dividida y así cesa la construcción de la torre de Babel. En otras palabras se les impide tomar el cielo por asalto. En el Génesis 11 se escribe: “Ahora bien, toda la tierra continuaba siendo un solo lenguaje y de un solo conjunto de palabras. [...] y empezaron a decirse, cada uno al otro: ¡Vamos! Edifiquemos una ciudad y también una torre con su cúspide en los cielos, y hagámonos un nombre célebre, por temor de que seamos dispersados por toda la superficie de la tierra. Y procedió Jehová a bajar para ver la ciudad y la torre que habían edificado los hijos de los hombres. A continuación dijo Jehová: ¡Mira! Son un solo pueblo y hay un solo lenguaje para todos ellos, y esto es lo que comienzan a hacer. Pues, ahora no hay nada que tengan pensado hacer que no les sea posible lograr[5]. ¡Vamos bajemos! Confundamos allí su lenguaje para que no escuche el uno el lenguaje del otro. Por consiguiente, los dispersó Jehová de allí sobre toda la superficie de la tierra, y poco a poco dejaron de edificar la ciudad. Por eso se le dio el nombre de Babel, porque allí había confundido Jehová el lenguaje de toda la tierra, y de allí los había dispersado Jehová sobre toda la superficie de la tierra”.


El resultado de la transgresión como en el antiguo testamento se predica[6] determinó la caída de los Hombres Vivientes. Tal caída además, generó como consecuencia inevitable la división del ser original en dos códigos complementarios y su consecuente proceso evolutivo de restauración o purgación en el mundo de denunciación o sufrimiento (para el cuerpo o entidad psicofísica) y para el alma como garante del espíritu... o ángel de Dios para los hombres. En Efesios capítulo 4 versículos del 3 al 6, el apóstol Pablo menciona tal unidad y división a la vez, y como debemos esforzarnos para conservar dicha integración en Dios al actuar de manera tolerante entre nosotros, a la letra nos dice: “...esforzándose encarecidamente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz. Un cuerpo hay, y un espíritu, así como ustedes fueron llamados en la sola esperanza a la cual fueron llamados; un señor, una fe, un bautismo; un Dios y Padre de todos y por todos y en todos”.


Ahora bien, doxásticamente digamos, que se creó un universo físico para la entidad somática y otro conceptual para la mente. Entre tanto el ser espiritual continuó como señal del primer pacto en el Edén. “Y ciertamente me acordaré de mi pacto que hay entre mí y ustedes y toda alma viviente entre toda carne... y tiene que ocurrir el arcoíris en la nube, y ciertamente lo veré para acordarme del pacto hasta tiempo indefinido entre Dios y toda alma viviente entre toda carne que está sobre la tierra”[7]. Pues bien, lo que el logos creador había unido para beneficio de la vida en la creación se vio disuelto por la arrogancia de los hombres en la búsqueda de su libertad en compañía de los otros tres reinos transgresores. El pecado original como alejamiento de Dios aparece y con él sus consecuencias devastadoras para nuestra conciencia en evolución. El hombre como en la parábola del hijo prodigo pide su herencia a su Padre y le abandona, para asumir su soledad en el mundo. Nuestras Almas y Cuerpos se separan en un viaje de depuración espiritual, un viaje perpendicular entre la tierra y el cielo... que pronto re-encausará su camino en Dios.


Desde un punto de vista físico-religioso nuestros cuerpos se componen de materia ordinaria fruto de la evolución material desarrollada desde la creación del universo. No obstante la materia ordinaria, existe además su contraparte de materia extraordinaria o antimateria que posee idénticas propiedades, pero que al ser unificadas, las dos explotan en una desintegración total de energía. “¿Qué es entonces la antimateria? Una roca hecha de antimateria tendría el aspecto de una roca, y lo mismo ocurriría con una persona, o con una estrella. Además, el material hecho de antimateria exhibiría las mismas propiedades físicas que la materia normal: el agua herviría a 100 grados Celsius y se congelaría a 0 grados; no obstante, cuando la materia y la antimateria entran en contacto se aniquilan mutuamente, pues la masa se convierte completamente en energía produciendo una explosión increíblemente violenta[8]. Esto siempre y cuando la integración de la masa ocurra “fuera del control” del Logos Creador; o sea de manera natural. Pero si a la unión de dichas formas creadas de energía simple se agrega La Palabra de Dios cual bendición sacra, el resultado de tal matrimonio será el nuevo Hombre viviente... un ser poderoso de energía purísima: un semi-dios o tal vez un dios. Me pregunto: ¿Qué relación podrá existir entre mi Maestro Jesucristo y su Madre, la Madre de Dios María Santísima? ¿Serán acaso el complemento perfecto entre Alma y Cuerpo? ¿Cómo lo fue Adán y Eva en el origen del primer Hombre Viviente? Lo cierto es que para mí, María Santísima significa la manifestación femenina de Dios en el altar... con eso al respecto creo decirlo todo.


En conclusión hermanos, el hombre fue dividido en Alma y Cuerpo. La primera subsiste como garante de vida eterna; entre tanto que el cuerpo evoluciona como antítesis del espíritu... esperando el feliz retorno a la vida eterna... en una hermosa síntesis con Dios a través de nuestro hermano mayor Jesucristo. “Jesús le dijo: Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”[9].


Félix M. de Óç.


[1] Hebreos 1, 9.
[2] Génesis 1, 27-28.
[3] Génesis 2, 24.
[4] El Dios Vivo de Abrahán, Jacob, Ismael e Israel. Por lo tanto un solo Dios verdadero (monoteísmo).
[5] Compárese con Génesis 3, 22
[6] Ver Daniel capítulos: 7 y 8, Génesis capítulos: 2, 6 y 11
[7] Génesis 9, 15 y 16
[8] Arrugas en el tiempo. George Smoot y Keay Davidson. CÍRCULO DE LECTORES
[9] Juan 14, 6

sábado, 30 de octubre de 2010

EL NUEVO SER





EL NUEVO SER


“Y él les dijo: ¿de quien es esta imagen e inscripción? Dijeron de César. En seguida les dijo: Por lo tanto, paguen de vuelta a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios” [1].



Hermanos en la luz de Dios: el hombre subsiste entre sus demonios psicológicos y las virtudes humanas, así como con sus sentimientos y manifestaciones externas de fe. Tal tridimensionalidad de vida puede desequilibrar su existencia en cualesquier conducta según la facultad psíquica de predominio en su ser. Así por ejemplo: un individuo puede ser bohemio cuando su ser genital hala hacia la tierra y priman en él los instintos de su cuerpo como volcán activo hedonista de lava ardiente y fuego interior de sexo y hambre de placer animal. Diríamos entonces que el hombre se puede reducir a bestia salvaje, a sátiro sin control. “Que la fornicación e inmundicia de toda clase o avaricia ni siquiera se mencionen entre ustedes, así como es propio de personas santas”[2].



Pero por otra parte en contra posición a la bestia humana, el hombre puede hallar en el flagelo del dolor y el distanciamiento social, un hilo débil que puede halarlo hacia el cielo, desde las santas manos de su ángel sempiterno: su alma o ser espiritual; mas sin embargo, el hilo es frágil como el viento, como brisa mañanera y las formas externas de divinización no progresan más allá de una devota oración. La manifestación del monje se reduce a castigo físico... su cerebro emocional se entristece... todo ascetismo es dolor... todo en él es sufrimiento. “También, no estén contristando el espíritu santo de Dios, con el cual ustedes han sido sellados para un día de liberación por rescate”[3].



Desestimando las dos conductas anteriores, queda el simple ciudadano positivo liberal o socialista, cuyas virtudes racionales hacen juego con el constructo ideológico en que se desenvuelve. La supremacía del intelecto figura como virtud primigenia, todo lo demás será absurdo, o simplemente objeto de estudio siempre y cuando se compruebe o produzca bienes materiales. El ciudadano positivo, puede ser sujeto individual o social, pero siempre reducido a esclavo de una idea, de una ideología, o de la satisfacción de una necesidad básica. “Sean esclavos con buenas inclinaciones, como a Jehová y no a los hombres”[4].



Por el contrario a las tres anteriores concepciones, el nuevo ser debe buscar un equilibrio entre su fuego interno del bohemio y el lamento del monje, aire que sopla para extinguirlo; además de la indiferencia del ciudadano enfrascado en producir riqueza o desarrollo social, pero siempre hallando como visión teleológica: la economía de sus Estados liberales o sociales.



En conclusión: el nuevo ser debe reconocer la existencia de su alma, de su ser espiritual en una evolución vertical y existencial con respecto a su evolución natural y horizontal (material, biológica y cultural). En otras palabras, el hombre y la mujer deben equilibrar sus entes psicosomáticos o psicofísicos con su par espiritual o alma, complemento extraordinario de la especie humana, pero siempre en torno a Dios... “a fin de que ya no seamos pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de la astucia de tramar el error. Antes bien, hablando la verdad, por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo. De él todo el cuerpo, estando unido armoniosamente y haciéndosele cooperar por medio de toda coyuntura que da lo que se necesita, conforme al funcionamiento de cada miembro respectivo en la debida medida, contribuye al crecimiento del cuerpo para la edificación de sí mismo en amor” [5]



La paradoja del buen creyente será por lo tanto hermanos: hacer de nuestra prisión en la tierra un paraíso celestial. Vivamos en paz y armonía con nuestras necesidades físicas y mentales, démosles satisfacción adecuada según las buenas costumbres, sin desconocer nuestro ser espiritual en Cristo, dador de vida y guía incuestionable a la verdad de Dios, a su luz en Espíritu Santo.

Félix María de Óç.





[1] Mateo 22; 20,21
[2] Efesios 5, 3
[3] Efesios 4, 30
[4] Efesios 6, 7
[5] Efesios 4, 14-16

jueves, 7 de octubre de 2010

JEHOVÁ DIOS EN EL MUNDO



JEHOVÁ DIOS EN EL MUNDO


“En aquel tiempo dijo Salomón: Jehová mismo dijo que había de residir en las densas tinieblas. He tenido éxito en edificar una casa de morada excelsa para ti, un lugar establecido en que mores hasta tiempo indefinido. [...] Y Salomón procedió a ponerse de pie delante del altar de Jehová enfrente de toda la congregación de Israel, y ahora extendió las palmas de sus manos a los cielos; y paso a decir: Oh Jehová el Dios de Israel, no hay Dios como tú en los cielos arriba ni en la tierra abajo, que guardas el pacto y la bondad amorosa para con tus siervos que están andando delante de ti con todo su corazón.” (1Reyes 8; 12-13, 22-23).


Hermanas y hermanos en la Luz. No os dejéis engañar cuando irresponsables o inicuos digan: que en 1Reyes 8, 12, se dice que Jehová habita en las densas tinieblas y que por ende es un demonio de maldad. Recordad hermanos, que hasta la misma prisión perpetua del Apostata (el mundo conceptual de los hombres muertos) es lugar de Dios... Pues Dios está en todas partes, incluso en el infierno si lo quisiera, nada escapa a su poder de ubicuidad. ¿Ahora bien, que podemos esperar de nuestro mundo físico y prisión nuestra? ¿Qué acaso creemos que en estas mazmorras de polvo hay luz? ¿Qué acaso este milagro en vez de estremecernos, no debiera reconfortarnos en gran medida?


... Nunca creáis hermanos que este purgatorio es luz... Es oscuridad... Y si Dios se manifiesta en Él es porque nos ama y nada más... De allí, que bien podríamos decir que nuestra cárcel es penumbra. Los templos en la tierra no son sino piedras superpuestas determinadas a caer[1]; y sin embargo, en ellos recordamos a Dios... y a nosotros antes de la caída y a nuestros prójimos vivientes antes de caer y morir como nosotros en la tierra de los “nosferatum”.


“No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio” (Juan 5, 28-29).
Por eso no posterguemos nuestras condenas oyendo estupideces de obnubilados e inicuos. “Si un ciego guía a otro ciego ambos van a parar al hoyo”. Lo único real es la fe en Dios y en su Hijo Jesucristo... el mismo maestro en Mateo 10, 27 nos dice: “Lo que les digo en la oscuridad, díganlo en la luz; y lo que oyen al oído, predíquenlo desde las azoteas” . Dios es grande y poderoso y siempre estará con nosotros, inclusive, en este universo físico, calabozo de terror y de densa oscuridad.


Félix María de Óç.


[1] “Pues yo les digo que algo mayor que el templo está aquí.” (Mateo 12, 6).

Y HUBO GUERRA EN LA TIERRA DE LOS VIVIENTES





Y HUBO GUERRA EN LA TIERRA DE LOS VIVIENTES
(La Transgresión, la Denunciación y la Restauración)



“Y lo vi viniendo a contacto estrecho con el carnero, y empezó a mostrar amargura hacia él, y procedió a derribar al carnero y a quebrar sus dos cuernos, y resultó que no hubo poder en el carnero para mantenerse firme delante de él. De modo que lo arrojó a la tierra y lo holló, y resultó que el carnero no tuvo quien lo librara de su mano”. (Daniel 8, 7).



Hermanas y hermanos en la Luz de Dios. La verdadera historia del hombre se divide en tres dimensiones a saber: una sagrada y primera (La transgresión) que abarca la luchas de Poder de la humanidad guiadas por la equivocación del príncipe Adán-Eva[1] en el reino de la primera bestia de Daniel; más una segunda secular, después de la amarga caída del absurdo imperio de la Cabra y sus terribles consecuencias jurídicas, esta es la historia de los libros de la academia humana, de los hombrecillos muertos y apresados en un valle de lágrimas, reducidos a meras entidades psicofísicas en un ambiente de dolor, confusión y tristeza, el calabozo tetra-dimensional de los hombres... El mundo conceptual de los nosferatum y reino oscuro de Satanás, el otro príncipe caído. Esta es la historia del orbe en la que nos desenvolvemos en la actualidad (La denunciación). Y finalmente, la más sagrada y tercera esperanzadora, que implica la resurrección de los muertos y el final de Satanás en la creación, el fin del mundo físico y el establecimiento perpetuo del Reino Absoluto de Nuestro Señor Jesucristo, en el Espíritu de Dios para siempre, a la diestra del Padre Todo Poderoso y Eterno (La restauración). Así sea.



Hace más de 65.000.000 millones de años se estremeció parte de la creación debido a la colisión de dos imperios cósmicos. La Cabra al mando del príncipe Lucifer se arrojó lanza en ristre contra los Santos de Dios, el imperio del Carnero guiado por Metatrón[2] (Metatrón primordial y Enoc) y sus seres de espíritu vivo. No obstante, la Cabra imponía su poder de beligerancia y terrible lucha. De ella hacían parte cuatro reinos que conformaban uno solo imperio de destrucción. A saber se dividía así: el principado de Adán-Eva[3] y su ejercito de hombres-mujeres “vivos”[4]: “La primera era como un león, y tenía las alas de un águila. Seguí contemplando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue alzada de la tierra y se le hizo pararse en dos pies justamente como un hombre, y se le dio el corazón de un hombre”[5] . El segundo fue el principado de Satanás (Belcebú y Lilith) y su legión de demonios: “Y, ¡Pues vea! Otra bestia, una segunda, siendo ésta como un oso. Y de un lado estaba levantada, y había tres costillas en su boca entre sus dientes; y esto es lo que estaban diciéndole: levántate, come mucha carne”[6]. El tercero (infiltrado) era el de Miguel y sus Ángeles: “Después de esto seguí contemplando, y, ¡Pues vea! Otra [bestia], una como un leopardo, pero tenía cuatro alas de una criatura volátil en su espalda. Y la bestia tenía cuatro cabezas, y se le dio gobernación en realidad.” [7]. Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel. En cuanto al Príncipe Miguel, debido a sus ínfulas fue degradado de rango militar mas no de vida y poder y continuó ejerciendo como jefe de los ángeles en el nuevo imperio de los Santos de Dios, entregado a la voluntad del Príncipe de príncipes: Jesucristo. “Y siguió haciéndose mayor hasta llegar al mismo ejercito de los cielos, de modo que hizo que algunos del ejercito y algunas de las estrellas cayeran a la tierra, y se puso a hollarlas. Y hasta llegar al mismo Príncipe del ejercito se dio grandes ínfulas, y de él el [rasgo] constante fue quitado, y el lugar establecido de su santuario fue echado abajo”[8] . Y por último, el cuarto y temible principado de Lucifer y su legión de genios[9]: “Después de esto seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡Pues vea! Una cuarta bestia, espantosa y terrible y extraordinariamente fuerte. Y tenía dientes de hierro, grandes. Estaba devorando y triturando, y lo que quedaba lo estaba pisoteando con sus pies. Y era una cosa diferente de todas las [otras] bestias que fueron antes de ella, y tenía diez cuernos”[10]. Mas en cuanto al príncipe de altísimo grado de convicción, engaño, mentira y perdición en Daniel 7, 8 se predica: “[...] Y, ¡mire! Había ojos como los ojos de un hombre en este cuerno, y había una boca que estaba hablando cosas grandiosas”. Ahora bien, si no hubiese sido por la intervención de Jehová y sus ejércitos, tal conflagración se hubiera definido a favor de la transgresora bestia. Pero no fue así, y la sacrosanta intervención declinó la balanza a favor de los santos de Dios. “Seguí contemplando cuando aquel mismo cuerno hizo guerra contra los santos, y estaba prevaleciendo contra ellos. Hasta que vino el Anciano de Días y juicio mismo se dio a favor de los santos del Supremo, y llego el tiempo definido para que los santos tomaran posesión del reino mismo”[11].



Una vez finiquitada la ostentosa batalla contra los cuatro vientos, se depuso a la gran bestia y se llevó a juicio a los transgresores según su complicidad en la rebelión contra los santos de Dios. “Seguí contemplando hasta que se colocaron tronos y el Anciano de Días se sentó. Su ropa era blanca justamente como la nieve, y el cabello de su cabeza era como lana limpia. Su trono era llamas de fuego; sus ruedas eran fuego ardiente. Había una corriente de fuego que fluía y salía de delante de él. Había mil millares que seguían ministrándole, y diez mil veces diez mil que seguían de pie directamente delante de él. El tribunal tomó asiento y libros se abrieron. Seguí contemplando en aquel tiempo debido al sonido de las palabras grandiosas que el cuerno estaba hablando[12]; seguí contemplando hasta que la bestia fue muerta y su cuerpo fue destruido y fue dado al fuego ardiente. Pero en cuanto a las demás bestias, sus gobernaciones fueron quitadas, y hubo un alargamiento de vida que se les dio por un tiempo y sazón” [13].



Y un nuevo reino se creó. Y este imperio celestial fue entregado al Hijo del Hombre. Al Hijo de Dios: ¡al Cristo! Al cordero que no transgredió la ley y se ofreció para salvaguardarnos de nuestra propia injusticia. De la transgresión nuestra, de la transgresión de la primera bestia del profeta Daniel. “Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡Pues vea! Con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante de aquel. Y a él fueron dados gobernación, dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno que no será reducido ruinas”[14].



En cuanto a los humanos se nos perdonó la vida pero fuimos echados del paraíso de Edén y arrojados a la tierra de hombres muertos como castigo[15] . De tal transgresión el mismo profeta Daniel se lamenta: “Y procedí a dirigir mi rostro hacía Jehová el Dios [verdadero], para buscarlo con oración y con súplicas, con ayuno, saco y cenizas. Y empecé a orar a Jehová mi Dios y a hacer confesión y decir: Ah Jehová el Dios [verdadero], el Grande e Inspirador de temor, que guarda el pacto y la bondad amorosa a los que lo aman y a los que guardan sus mandamientos, nosotros hemos pecado y hecho lo malo y actuado inicuamente y nos hemos rebelado; y ha habido un desviarnos de tus mandamientos y tus decisiones judiciales”[16].



Pero en cuanto a Satanás y sus demonios se les confirió poder (limitado en el tiempo) en el mundo conceptual de los hombres[17]; y desde allí han procedido junto a sus hijos los Nefilim a crear calamidad, apostasía y dolor en la tierra de los humanos recomprados por Jehová. Su intento será denunciar a las ovejas del Cristo, para que mueran junto con ellos en el final de los tiempos. (¡Oigan Hermanos míos! ¡Estamos en la era de la denunciación! ¡Mantengámonos firmes en Cristo y muy alertas! ¡Oremos al Espíritu Santo para que nos de sus siete dones para soportar con ahínco esta dura etapa de acusación! ¡Tengamos fe en Cristo Jesús! ¡Pidámosle al Padre Celestial fortaleza y perdón! Así sea). “Y en la parte final del reino de ellos, a medida que los transgresores actúen hasta lo completo, se pondrá de pie un rey de fiero semblante y que entenderá dichos ambiguos. Y su poder tiene que hacerse potente, pero no por su propio poder. Y de manera maravillosa causará ruina, y ciertamente resultará tener éxito y obrará con eficacia. Y realmente reducirá a la ruina a poderosos, también al pueblo hecho de los santos. Y según su perspicacia ciertamente hará que el engaño tenga éxito en su mano. Y en su corazón se dará grandes ínfulas, y durante un tiempo libre de cuidados arruinará a muchos. Y contra el Príncipe de príncipes, se pondrá de pie, pero será sin mano que será quebrado”[18].



Luego aparecerá el Cristo desde el naciente y desde el norte, para cumplir con el Logos de Dios. La Restauración se acerca; pero el Dragón venderá cara su derrota, su muerte. Y su venganza será hasta su último suspiro en el reino de los hombres muertos. El leviatán se alzará como león herido, como una gran ola de destrucción. Pero las murallas de la nueva Jerusalén son baluarte inevitable, la Santa Montaña está tan alta como para que una miserable gota de agua sangre la inunde. “Pero habrá informes que lo perturbarán, desde el naciente y desde el norte, y ciertamente saldrá en gran furia para aniquilar y dar a muchos irrevocablemente a la destrucción. Y plantará sus tiendas palaciegas entre [el] gran mar y la santa montaña de decoración; y tendrá que llegar hasta su mismo fin, y no habrá ayudante para él” [19].



En cuanto al Hijo del Hombre, Miguel contribuirá con su lucha. No obstante, es necesaria la gran tribulación para que al final se haga justicia. Y los Hijos de la Luz retornen a la Luz y con ello venzan a los hijos de la oscuridad para que perezcan en las sombras. “Y durante aquel tiempo se pondrá de pie Miguel, el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo. Y ciertamente ocurrirá un tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo. Y durante aquel tiempo tu pueblo escapará, todo el que se halle escrito en el libro. Y habrá muchos de los que están dormidos en el suelo del polvo que despertarán, estos a vida indefinidamente duradera y aquéllos a oprobios [y] a aborrecimiento indefinidamente duradero” [20]. Y todo aquel que cumpla su misión en la tierra y con paciencia cargue su cruz al lado del Cristo Hijo del Dios Vivo y Verdadero, al final se verá recompensado. “Y los que tengan perspicacia brillarán como el brillo de la expansión; y los que estén trayendo a los muchos a la justicia, como las estrellas hasta tiempo indefinido, aun para siempre” [21].




Félix María de Óç.


[1]SHEJINÁ: Significado en el Judaísmo. “Muchos sostienen que la Shejiná representa los atributos femeninos de la presencia de Dios (donde Shejiná es una palabra femenina en hebreo), con base especialmente en el Talmud”. WIKIPEDIA ¿Me pregunto que relación existirá entre la Shejiná y la creación de Adán y Eva, como en la sagrada concepción de María y el nacimiento de Jesús en la tierra? En ambos milagros existe una intervención directa de Dios. []

[2] No hay consenso acerca de su génesis o del rol que representa en la jerarquía del cielo y el infierno.
En la versión talmúdica leída por el erudito karaíta Kirkisani, Metatrón es una figura misteriosa llamada «YHWH menor».
Curiosamente, el término hebreo metátron es numéricamente equivalente a Shaddai, de acuerdo con el gematría hebreo, por lo que se dice que tiene un ‘nombre como su amo’. El Talmud también registra un incidente con Elisha ben Abuya, también llamado Aher (‘otro’), de quien se decía que había entrado en el Paraíso y había visto a Metatrón sentado (una posición que en el Cielo sólo se le permite a Yahvé mismo). Por lo tanto Elisha ben Abuya consideró que Metatrón era una deidad, y dijo: «¡Realmente hay dos poderes en el cielo!». Los rabinos explican que a Metatrón se le permitió sentarse debido a su función como escriba celestial, que registra todos los hechos de Israel.
De acuerdo con una doctrina judía, Enoc fue llevado por Yahwéh y transformado en Metatrón. Sin embargo esta opinión no es compartida por muchas autoridades talmúdicas. También parece que existen dos Metatrones, uno de siete letras y otro de seis. El primero sería el Metatrón primordial y el segundo Enoc.
El Zohar llama a Metatrón «el Joven», y lo identifica como el ángel que guió al pueblo de Israel en el desierto, luego del éxodo desde Egipto, y lo describe como un sacerdote celestial. También se menciona a Metatrón en los Seudoepígrafos, principalmente en el hebreo Libro de Enoc (también llamado el Tercer Enoc), en el cual reaparece su título como «el YHWH menor».
De acuerdo con Johann Eisenmenger, Metatrón transmite las órdenes diarias de Yahwéh a los ángeles Gabriel y Rafael. A veces a Metatrón se lo identifica como hermano gemelo de Sandalfón, quien se dice que fue el profeta Elías.
Según el escritor Robert Graves, el término metatron sería una corrupción hebrea del griego metradromos (‘el que persigue con venganza’) o de meta ton thronón (‘más cercano al trono’). WIKIPEDIA.
[3] Ver Génesis 2, 7 y 22.
[4] Ver Génesis 1, 27.
[5] Daniel 7, 4.
[6] Daniel 7, 5.
[7] Daniel 7, 6.
[8] Daniel 8, 10-11.
[9] LOS GENIOS EN EL CORAN 1.- Anuncia el Corán que los genios fueron creados del fuego, pero no necesariamente del fuego que quema cuanto alcanza, lo cual es compatible con creer que Dios les hubiera transformado después a otra naturaleza. Pues, el hombre fue creado del barro, pero no permaneció como tal, sino que Dios le transformó a otra naturaleza y así lo compuso de huesos, músculos, sangre, nervios..., según las leyes de Dios en el universo puesto que transforma las creaciones de un estado a otro. http://www.nurelislam.com/

[10] Daniel 7, 7.
[11] Daniel 7, 21-22.
[12] Hasta el mismo Daniel seguía aún escuchando las palabras hipnóticas de la bestia... Hasta que se le despertó en juicio.
[13] Daniel 7, 9-12.
[14] Daniel 7, 13-14.
[15] Ver Génesis 3, 24.
[16] Daniel 9, 3-5.
[17] Ver Lucas 4, 5-7.
[18] Daniel 8, 23-25.
[19] Daniel 11, 44-45.
[20] Daniel 12, 1-2.
[21] Daniel 12, 3.

Imagenes tomadas de internet

sábado, 2 de octubre de 2010

EL PECADO ORIGINAL Y LA CAÍDA



EL PECADO ORIGINAL


“Gracias a Jesucristo que recordamos que somos hijos de Dios, hermanos de los hombres y enemigos de Satanás”[1].

Hermanos en la Luz de Dios. Tengo para vosotros hoy dos noticias, una buena y halagadora y otra pésima y destructiva. Empecemos pues por la última: Sabéis hermanos, que todos nosotros desde antes del origen de la creación conceptual, o sea, poco después de la creación del hombre por Dios[2], hace más de 65.000.000 mil millones de años. Todos nosotros desde los más “chicos” hasta los más “viejos” desde los vivos hasta los “muertos” e incluso aún, los no “nacidos de madre terrenal”... Co-participamos todos juntos con Adán y Eva en un levantamiento absurdo contra nuestro Dios y señor Jehová y contra su primogénito Jesucristo. Y que pactamos por engaño, tal levantamiento, con la Bestia... “Ante esto, la mujer le dijo a la serpiente: del fruto de los arboles del jardín podemos comer. Pero en cuanto a [comer] del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios; no deben comer de él, no deben tocarlo para que no mueran. Ante esto la serpiente le dijo a la mujer: positivamente no morirán. Porque Dios sabe que el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo. Por consiguiente, vio la mujer que el árbol era bueno para alimento y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo. Después dio de él a su esposo cuando [él estuvo] con ella y él empezó a comerlo. [...]Con eso Jehová Dios le dijo a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho? A lo cual respondió la mujer: la serpiente... ella me engañó y así es que comí...”[3] y así es que comimos cada uno de nosotros del fruto prohibido... obnubilados desde adentro por el sonido de tambor hipnótico de la Bestia: que nos hablaba de poder y progreso, y nos hizo creer que éramos el centro de toda creación y que como nosotros los seres humanos no podría haber nada más grande en el paraíso... ¡aún escucho esa maldita voz de amarga trompeta! Ahora bien, Dios alarmado tal vez por nuestra desgracia, pero sabiendo de ante mano su plan, juntó a todo su séquito de estrellas y profirió sentencia: “Y pasó Jehová Dios a decir: Mira que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros al conocer lo bueno y lo malo, y ahora para que no alargue la mano y efectivamente tome fruto también del árbol de la vida y coma y viva hasta tiempo indefinido... Con eso Jehová Dios lo echó del Jardín de Edén para que cultivase el suelo del cual había sido tomado. De modo que expulsó al hombre y situó al este del jardín de Edén los querubines y la hoja llameante de una espada que daba vueltas continuamente para guardar el camino al árbol de la vida.” [4]. Por ende fuimos arrojados al mundo virtual de leyes físicas y positivas e injusticia total de los Hombres muertos. Creación humana, pero liderada por Satanás.


Ahora bien, como en Daniel se profiere: el ídolo de metal que causaba repugnancia se vino al suelo al estar sustentado por unos pies de barro y hierro que le daban soporte, la humanidad. Y a través de nuestra Hermana y Reina María entró el Cristo a la tierra y puso fin a la bestia... “En lo que respecta a aquella imagen, su cabeza era de buen oro, sus pechos y sus brazos eran de plata, su vientre y sus muslos eran de cobre, sus piernas eran de hierro, sus pies eran en parte de hierro y en parte de barro moldeado. Seguiste mirando hasta que una piedra fue cortada, no por manos, y dio contra la imagen en sus pies de hierro y de barro moldeado y los trituró. En aquel tiempo el hierro, el barro moldeado, el cobre, la plata y el oro fueron, todos juntos, triturados y llegaron a ser como el tamo de la era del verano, y el viento se los llevó de modo que no se halló ningún rastro de ellos. Y en cuanto a la piedra que dio contra la imagen, llegó a ser una gran montaña y llenó toda la tierra”[5].


Y esta es la buena noticia hermanos, que nos divorciamos del Dragón y nos casamos con Cristo. Y bajo la potestad del Padre Celestial, en unión con Jesús: se reivindicaron nuestras Almas. El cordero pago con su vida por nosotros. Se sacrificó por la humanidad y Dios nos perdonó los pecados, nos conmutó la condena. Así las cosas hermanos, la bestia salió perdiendo. Pues ella se quedará por siempre en este infierno; mientras que nosotros poco a poco iremos saliendo de esta cárcel mundana, de este purgatorio infernal, poco a poco iremos pagando nuestras justas condenas, lentamente devolveremos el precio de nuestra absurda traición. Y no obstante, la recompensa por entregar a Satanás será el cielo. Un nuevo Reino Espiritual con Jesucristo a la cabeza. “Y en los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo nunca será pasado a otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y el mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”[6].


Hermanos míos, de verdad que ocupamos el lugar más bajo de la rebelión; y sin embargo fuimos el caballo de Troya en la reducción de Satanás. Por la humanidad fue que entró la piedra de fundamento: el Cristo que puso fin a la injusticia... “Jesús les dijo: ¿Nunca leyeron las escrituras: la piedra que los edificadores rechazaron es la que ha venido a ser la principal piedra angular. De parte de Jehová ha venido a ser esto, y es maravilloso a nuestros ojos? Es por eso que les digo: El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos. También, el que caiga sobre esta piedra será hecho pedazos. En cuanto a cualquiera sobre quien ella caiga, lo pulverizará.” (Mateo 21, 42-44).


Por eso hermanos nunca digamos que Dios ha sido injusto con la humanidad. Y que los males en la tierra son causa de Él. Los inicuos fuimos nosotros que nos apartamos del Altísimo, por querer ser libres, grandes y maravillosos, y sólo terminamos siendo egoístas, antropocéntricos e injustos, divididos como “nosferatum” en la tierra; y lo peor, esclavos de Satanás.


Hermanos: Nuestro verdadero poder está en Dios y en Jesucristo, solamente a través de Él podremos estar en Espíritu Santo. Solamente a su lado seremos libres, grandes y maravillosos... “¡Despierta, despierta, ponte tu fuerza, oh Sion! ¡Ponte tus hermosas prendas de vestir, oh Jerusalén, la ciudad santa! Porque ya no volverá a entrar en ti el incircunciso e inmundo. [...] Porque esto es lo que ha dicho Jehová: fue por nada que ustedes fueron vendidos y será sin dinero que serán recomprados.”[7].

Félix María de Óç.



[1] Palabras inspiradas al Hermano Riguel.
[2] “Y procedió Dios a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó”. (Génesis 1, 27).

[3] Génesis 3, 2-6.
[4] Génesis 3, 22-24
[5] Daniel 2, 32-35
[6] Daniel 2, 44
[7] Isaías 52, 1y 3
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