domingo, 23 de agosto de 2015

ODA A LA NUEVA GNOSIS 2


CANTO SEGUNDO

1.
Pensar que la penumbra... Malvada hibridación de entidades cibernéticas en el corazón humano, dio origen a demonios psicológicos que habitan el infierno conceptual del hombre...

 Todos los ángeles y demonios trabajaron juntos hasta que dieron forma al cuerpo psíquico. Mas durante mucho tiempo su creación no se agitó ni movió en absoluto.   (Libro secreto de Juan)

2.
El anticristo Jaldabaoz y su legión de demonios:
Todos ellos, seres perversos evolucionados de materia oscura…
Con ayuda de los vigilantes del orden cósmico, venidos desde el futuro del tiempo, desde la región lumínica de Sofía. Dirigidos por el arcángel Shemihaza. Después de hacer implotar parte de aquella fastuosa luminaria y luego, hacerla explotar en la sombra del averno...
(El 98% de este universo físico está compuesto de materia y energía oscura, tan sólo el 2% de él es materia y energía lumínica)
 Crearon copias obtusas del Pigeradamas primigenio, infectaron sus mentes con nano-creaciones demoniacas de energía psíquica, huevos de oscuridad.
 Transgredieron el orden preestablecido.
Hicieron malparir a Eva engendros putrefactos, como vástagos putrefactos creyó hacer malparir Adán a Lilith amante de Samael... Y les llamaron Gigantes..., Y Nefilim... Así como  Satanás, al hijo de Jaldabaoz,  gobernante de los demonios psicológicos, patriarca de la dimensión psíquica o infierno conceptual del hombre.

 “De esta manera toda la creación fue esclavizada para siempre, desde el principio del mundo hasta ahora”. (Libro secreto de Juan)

El mundo fue creado por culpa de una transgresión, pues el que lo creó quería hacerlo imperecedero e inmortal, pero cayó y no pudo realizar sus aspiraciones. De hecho no había incorruptibilidad ni para el mundo ni para quien lo había creado, ya que incorruptibles no son las cosas, sino los hijos, y ninguna cosa podrá ser perdurable de no ser que se haga hijo, pues ¿cómo podrá dar el que no está en disposición de recibir?”. (Evangelio gnóstico de Felipe)


Félix M. de Óç.



Imagen de internet

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