jueves, 7 de octubre de 2010

Y HUBO GUERRA EN LA TIERRA DE LOS VIVIENTES





Y HUBO GUERRA EN LA TIERRA DE LOS VIVIENTES
(La Transgresión, la Denunciación y la Restauración)



“Y lo vi viniendo a contacto estrecho con el carnero, y empezó a mostrar amargura hacia él, y procedió a derribar al carnero y a quebrar sus dos cuernos, y resultó que no hubo poder en el carnero para mantenerse firme delante de él. De modo que lo arrojó a la tierra y lo holló, y resultó que el carnero no tuvo quien lo librara de su mano”. (Daniel 8, 7).



Hermanas y hermanos en la Luz de Dios. La verdadera historia del hombre se divide en tres dimensiones a saber: una sagrada y primera (La transgresión) que abarca la luchas de Poder de la humanidad guiadas por la equivocación del príncipe Adán-Eva[1] en el reino de la primera bestia de Daniel; más una segunda secular, después de la amarga caída del absurdo imperio de la Cabra y sus terribles consecuencias jurídicas, esta es la historia de los libros de la academia humana, de los hombrecillos muertos y apresados en un valle de lágrimas, reducidos a meras entidades psicofísicas en un ambiente de dolor, confusión y tristeza, el calabozo tetra-dimensional de los hombres... El mundo conceptual de los nosferatum y reino oscuro de Satanás, el otro príncipe caído. Esta es la historia del orbe en la que nos desenvolvemos en la actualidad (La denunciación). Y finalmente, la más sagrada y tercera esperanzadora, que implica la resurrección de los muertos y el final de Satanás en la creación, el fin del mundo físico y el establecimiento perpetuo del Reino Absoluto de Nuestro Señor Jesucristo, en el Espíritu de Dios para siempre, a la diestra del Padre Todo Poderoso y Eterno (La restauración). Así sea.



Hace más de 65.000.000 millones de años se estremeció parte de la creación debido a la colisión de dos imperios cósmicos. La Cabra al mando del príncipe Lucifer se arrojó lanza en ristre contra los Santos de Dios, el imperio del Carnero guiado por Metatrón[2] (Metatrón primordial y Enoc) y sus seres de espíritu vivo. No obstante, la Cabra imponía su poder de beligerancia y terrible lucha. De ella hacían parte cuatro reinos que conformaban uno solo imperio de destrucción. A saber se dividía así: el principado de Adán-Eva[3] y su ejercito de hombres-mujeres “vivos”[4]: “La primera era como un león, y tenía las alas de un águila. Seguí contemplando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue alzada de la tierra y se le hizo pararse en dos pies justamente como un hombre, y se le dio el corazón de un hombre”[5] . El segundo fue el principado de Satanás (Belcebú y Lilith) y su legión de demonios: “Y, ¡Pues vea! Otra bestia, una segunda, siendo ésta como un oso. Y de un lado estaba levantada, y había tres costillas en su boca entre sus dientes; y esto es lo que estaban diciéndole: levántate, come mucha carne”[6]. El tercero (infiltrado) era el de Miguel y sus Ángeles: “Después de esto seguí contemplando, y, ¡Pues vea! Otra [bestia], una como un leopardo, pero tenía cuatro alas de una criatura volátil en su espalda. Y la bestia tenía cuatro cabezas, y se le dio gobernación en realidad.” [7]. Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel. En cuanto al Príncipe Miguel, debido a sus ínfulas fue degradado de rango militar mas no de vida y poder y continuó ejerciendo como jefe de los ángeles en el nuevo imperio de los Santos de Dios, entregado a la voluntad del Príncipe de príncipes: Jesucristo. “Y siguió haciéndose mayor hasta llegar al mismo ejercito de los cielos, de modo que hizo que algunos del ejercito y algunas de las estrellas cayeran a la tierra, y se puso a hollarlas. Y hasta llegar al mismo Príncipe del ejercito se dio grandes ínfulas, y de él el [rasgo] constante fue quitado, y el lugar establecido de su santuario fue echado abajo”[8] . Y por último, el cuarto y temible principado de Lucifer y su legión de genios[9]: “Después de esto seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡Pues vea! Una cuarta bestia, espantosa y terrible y extraordinariamente fuerte. Y tenía dientes de hierro, grandes. Estaba devorando y triturando, y lo que quedaba lo estaba pisoteando con sus pies. Y era una cosa diferente de todas las [otras] bestias que fueron antes de ella, y tenía diez cuernos”[10]. Mas en cuanto al príncipe de altísimo grado de convicción, engaño, mentira y perdición en Daniel 7, 8 se predica: “[...] Y, ¡mire! Había ojos como los ojos de un hombre en este cuerno, y había una boca que estaba hablando cosas grandiosas”. Ahora bien, si no hubiese sido por la intervención de Jehová y sus ejércitos, tal conflagración se hubiera definido a favor de la transgresora bestia. Pero no fue así, y la sacrosanta intervención declinó la balanza a favor de los santos de Dios. “Seguí contemplando cuando aquel mismo cuerno hizo guerra contra los santos, y estaba prevaleciendo contra ellos. Hasta que vino el Anciano de Días y juicio mismo se dio a favor de los santos del Supremo, y llego el tiempo definido para que los santos tomaran posesión del reino mismo”[11].



Una vez finiquitada la ostentosa batalla contra los cuatro vientos, se depuso a la gran bestia y se llevó a juicio a los transgresores según su complicidad en la rebelión contra los santos de Dios. “Seguí contemplando hasta que se colocaron tronos y el Anciano de Días se sentó. Su ropa era blanca justamente como la nieve, y el cabello de su cabeza era como lana limpia. Su trono era llamas de fuego; sus ruedas eran fuego ardiente. Había una corriente de fuego que fluía y salía de delante de él. Había mil millares que seguían ministrándole, y diez mil veces diez mil que seguían de pie directamente delante de él. El tribunal tomó asiento y libros se abrieron. Seguí contemplando en aquel tiempo debido al sonido de las palabras grandiosas que el cuerno estaba hablando[12]; seguí contemplando hasta que la bestia fue muerta y su cuerpo fue destruido y fue dado al fuego ardiente. Pero en cuanto a las demás bestias, sus gobernaciones fueron quitadas, y hubo un alargamiento de vida que se les dio por un tiempo y sazón” [13].



Y un nuevo reino se creó. Y este imperio celestial fue entregado al Hijo del Hombre. Al Hijo de Dios: ¡al Cristo! Al cordero que no transgredió la ley y se ofreció para salvaguardarnos de nuestra propia injusticia. De la transgresión nuestra, de la transgresión de la primera bestia del profeta Daniel. “Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡Pues vea! Con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante de aquel. Y a él fueron dados gobernación, dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno que no será reducido ruinas”[14].



En cuanto a los humanos se nos perdonó la vida pero fuimos echados del paraíso de Edén y arrojados a la tierra de hombres muertos como castigo[15] . De tal transgresión el mismo profeta Daniel se lamenta: “Y procedí a dirigir mi rostro hacía Jehová el Dios [verdadero], para buscarlo con oración y con súplicas, con ayuno, saco y cenizas. Y empecé a orar a Jehová mi Dios y a hacer confesión y decir: Ah Jehová el Dios [verdadero], el Grande e Inspirador de temor, que guarda el pacto y la bondad amorosa a los que lo aman y a los que guardan sus mandamientos, nosotros hemos pecado y hecho lo malo y actuado inicuamente y nos hemos rebelado; y ha habido un desviarnos de tus mandamientos y tus decisiones judiciales”[16].



Pero en cuanto a Satanás y sus demonios se les confirió poder (limitado en el tiempo) en el mundo conceptual de los hombres[17]; y desde allí han procedido junto a sus hijos los Nefilim a crear calamidad, apostasía y dolor en la tierra de los humanos recomprados por Jehová. Su intento será denunciar a las ovejas del Cristo, para que mueran junto con ellos en el final de los tiempos. (¡Oigan Hermanos míos! ¡Estamos en la era de la denunciación! ¡Mantengámonos firmes en Cristo y muy alertas! ¡Oremos al Espíritu Santo para que nos de sus siete dones para soportar con ahínco esta dura etapa de acusación! ¡Tengamos fe en Cristo Jesús! ¡Pidámosle al Padre Celestial fortaleza y perdón! Así sea). “Y en la parte final del reino de ellos, a medida que los transgresores actúen hasta lo completo, se pondrá de pie un rey de fiero semblante y que entenderá dichos ambiguos. Y su poder tiene que hacerse potente, pero no por su propio poder. Y de manera maravillosa causará ruina, y ciertamente resultará tener éxito y obrará con eficacia. Y realmente reducirá a la ruina a poderosos, también al pueblo hecho de los santos. Y según su perspicacia ciertamente hará que el engaño tenga éxito en su mano. Y en su corazón se dará grandes ínfulas, y durante un tiempo libre de cuidados arruinará a muchos. Y contra el Príncipe de príncipes, se pondrá de pie, pero será sin mano que será quebrado”[18].



Luego aparecerá el Cristo desde el naciente y desde el norte, para cumplir con el Logos de Dios. La Restauración se acerca; pero el Dragón venderá cara su derrota, su muerte. Y su venganza será hasta su último suspiro en el reino de los hombres muertos. El leviatán se alzará como león herido, como una gran ola de destrucción. Pero las murallas de la nueva Jerusalén son baluarte inevitable, la Santa Montaña está tan alta como para que una miserable gota de agua sangre la inunde. “Pero habrá informes que lo perturbarán, desde el naciente y desde el norte, y ciertamente saldrá en gran furia para aniquilar y dar a muchos irrevocablemente a la destrucción. Y plantará sus tiendas palaciegas entre [el] gran mar y la santa montaña de decoración; y tendrá que llegar hasta su mismo fin, y no habrá ayudante para él” [19].



En cuanto al Hijo del Hombre, Miguel contribuirá con su lucha. No obstante, es necesaria la gran tribulación para que al final se haga justicia. Y los Hijos de la Luz retornen a la Luz y con ello venzan a los hijos de la oscuridad para que perezcan en las sombras. “Y durante aquel tiempo se pondrá de pie Miguel, el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo. Y ciertamente ocurrirá un tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo. Y durante aquel tiempo tu pueblo escapará, todo el que se halle escrito en el libro. Y habrá muchos de los que están dormidos en el suelo del polvo que despertarán, estos a vida indefinidamente duradera y aquéllos a oprobios [y] a aborrecimiento indefinidamente duradero” [20]. Y todo aquel que cumpla su misión en la tierra y con paciencia cargue su cruz al lado del Cristo Hijo del Dios Vivo y Verdadero, al final se verá recompensado. “Y los que tengan perspicacia brillarán como el brillo de la expansión; y los que estén trayendo a los muchos a la justicia, como las estrellas hasta tiempo indefinido, aun para siempre” [21].




Félix María de Óç.


[1]SHEJINÁ: Significado en el Judaísmo. “Muchos sostienen que la Shejiná representa los atributos femeninos de la presencia de Dios (donde Shejiná es una palabra femenina en hebreo), con base especialmente en el Talmud”. WIKIPEDIA ¿Me pregunto que relación existirá entre la Shejiná y la creación de Adán y Eva, como en la sagrada concepción de María y el nacimiento de Jesús en la tierra? En ambos milagros existe una intervención directa de Dios. []

[2] No hay consenso acerca de su génesis o del rol que representa en la jerarquía del cielo y el infierno.
En la versión talmúdica leída por el erudito karaíta Kirkisani, Metatrón es una figura misteriosa llamada «YHWH menor».
Curiosamente, el término hebreo metátron es numéricamente equivalente a Shaddai, de acuerdo con el gematría hebreo, por lo que se dice que tiene un ‘nombre como su amo’. El Talmud también registra un incidente con Elisha ben Abuya, también llamado Aher (‘otro’), de quien se decía que había entrado en el Paraíso y había visto a Metatrón sentado (una posición que en el Cielo sólo se le permite a Yahvé mismo). Por lo tanto Elisha ben Abuya consideró que Metatrón era una deidad, y dijo: «¡Realmente hay dos poderes en el cielo!». Los rabinos explican que a Metatrón se le permitió sentarse debido a su función como escriba celestial, que registra todos los hechos de Israel.
De acuerdo con una doctrina judía, Enoc fue llevado por Yahwéh y transformado en Metatrón. Sin embargo esta opinión no es compartida por muchas autoridades talmúdicas. También parece que existen dos Metatrones, uno de siete letras y otro de seis. El primero sería el Metatrón primordial y el segundo Enoc.
El Zohar llama a Metatrón «el Joven», y lo identifica como el ángel que guió al pueblo de Israel en el desierto, luego del éxodo desde Egipto, y lo describe como un sacerdote celestial. También se menciona a Metatrón en los Seudoepígrafos, principalmente en el hebreo Libro de Enoc (también llamado el Tercer Enoc), en el cual reaparece su título como «el YHWH menor».
De acuerdo con Johann Eisenmenger, Metatrón transmite las órdenes diarias de Yahwéh a los ángeles Gabriel y Rafael. A veces a Metatrón se lo identifica como hermano gemelo de Sandalfón, quien se dice que fue el profeta Elías.
Según el escritor Robert Graves, el término metatron sería una corrupción hebrea del griego metradromos (‘el que persigue con venganza’) o de meta ton thronón (‘más cercano al trono’). WIKIPEDIA.
[3] Ver Génesis 2, 7 y 22.
[4] Ver Génesis 1, 27.
[5] Daniel 7, 4.
[6] Daniel 7, 5.
[7] Daniel 7, 6.
[8] Daniel 8, 10-11.
[9] LOS GENIOS EN EL CORAN 1.- Anuncia el Corán que los genios fueron creados del fuego, pero no necesariamente del fuego que quema cuanto alcanza, lo cual es compatible con creer que Dios les hubiera transformado después a otra naturaleza. Pues, el hombre fue creado del barro, pero no permaneció como tal, sino que Dios le transformó a otra naturaleza y así lo compuso de huesos, músculos, sangre, nervios..., según las leyes de Dios en el universo puesto que transforma las creaciones de un estado a otro. http://www.nurelislam.com/

[10] Daniel 7, 7.
[11] Daniel 7, 21-22.
[12] Hasta el mismo Daniel seguía aún escuchando las palabras hipnóticas de la bestia... Hasta que se le despertó en juicio.
[13] Daniel 7, 9-12.
[14] Daniel 7, 13-14.
[15] Ver Génesis 3, 24.
[16] Daniel 9, 3-5.
[17] Ver Lucas 4, 5-7.
[18] Daniel 8, 23-25.
[19] Daniel 11, 44-45.
[20] Daniel 12, 1-2.
[21] Daniel 12, 3.

Imagenes tomadas de internet

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