miércoles, 3 de noviembre de 2010

LAS MORADAS DE DIOS





LAS MORADAS DE DIOS




“En la casa de mi padre hay muchas moradas...” (Juan 14, 2).






Hermanos en la luz de Dios: La totalidad del logos de nuestro ser espiritual... conserva la unidad del logos restante... El cuerpo, cuyo logos se divide en número infinito de posibilidades evolutivas... Entidades psicofísicas que evolucionan perpendicularmente a nuestra Alma y que igualmente evoluciona en el Espíritu Santo de nuestro verdadero Dios Viviente. Cada cuerpo y su respectivo universo físico y conceptual, adhiere a su Alma un sinnúmero de información y experiencia en el proceso de crecimiento biotecnológico. Cada ser humano crece y sigue los pasos de la luz en una Súper-consciencia infinita y eterna. Pero casi siempre nuestra humanidad bestial nos arrastra hacia el abismo de oscuridad y distracciones conceptuales y permanecemos allí, abiertos la boca, mientras nuestro ser espiritual pugna por sacarnos de la cisterna... entonces efectivamente aparece la lucha entre la divinidad y la bestia y en medio el hombre como campo de batalla; pero “Jesús dijo: Bienaventurado es el león que se convierte en hombre cuando es consumido por el hombre, y maldito es el hombre que el león consume, y el león se convierte en hombre”( Evangelio gnóstico de santo Tomás versículo 7). De allí, que cortarle la cabeza a la bestia implica recobrar las alas del león... elevarse a consciencia espiritual por encima de la selvas de piedra...




“El que viene de arriba está sobre todos los demás. El que es de la tierra, de la tierra es y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está sobre todos los demás” (Juan 3, 31).

Félix M. de Óç.






Imagen tomada de internet

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