sábado, 6 de noviembre de 2010

¿QUÉ SIGNIFICA ARKHÉ?



¿QUÉ SIGNIFICA ARKHÉ?

1.
“Y procedió Dios a hacer las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para dominar el día y la lumbrera menor para dominar la noche, y también las estrellas” (Génesis 1, 16). Acaso este versículo no se refiere a las tres grandes religiones monoteístas del mundo... todos descendientes de nuestro ancestro Abrahán. Quisiera recordarles amigos que nuestra hermandad de Arkhé fue fundada por tres hermanos de diferentes credos religiosos, un Musulmán: Abdul Halic Mohamed ibn Silva, el otro el Gnóstico Riguel y el Cristiano Félix M. de Óç.

2.
Hermanos míos, el concepto griego de Arkhé[1] significa el origen de las cosas, del universo, de todo lo que existe y aún no existe, etc. Los fisiólogos griegos como por ejemplo: Tales de Mileto (624-546 a. C.) creía que el origen de todo era el agua... “Tales vio en el agua la materia primera de que todo se ha hecho. Él mismo dirigía una escuela de marinos, vivía junto al mar y contemplaba cómo el agua se dilataba hasta el infinito...”[2] . Para Heráclito de Éfeso (535-475 a. C.), era el devenir del mundo y la unidad de contrarios en él presente, la causa primigenia de la existencia de las cosas... “Todo lo permanente es apariencia que surge de que, transitoriamente, se equilibran fuerzas contrarias...”[3] . Para los pitagóricos el origen era el número, mas no comprendido este como un simple guarismo o cifra, tal como se concibe en la actualidad, sino como algo de carácter elevado, místico, de gran armonía musical y matemática... “A partir de la convicción según la cual el mundo posee una naturaleza matemática, Pitágoras (582-497 a. C.) llegó a una conclusión extraordinaria: todo el universo debe considerarse como un enorme instrumento musical...”[4] . Para Parménides de Elea (539-480 a. C.) el arkher será el Esfero. El ser. El ser es pensar. El ser, es lo que existe, porque incluso lo que no existe es: “[...] El uno, que el ser es y que el no-ser no es. Es el camino de la certeza, ya que acompaña a la verdad. El otro, que el ser no es y que necesariamente el no-ser es. Este camino es un estrecho sendero, en el que nada iluminará tus pasos. Ya que no puedes comprender lo que no es, pues no es posible, ni expresarlo por medio de palabras. Porque lo mismo es pensar y ser”[5]. Para el Gorgias de Leontino en Sicilia[6] (483-375 a. C.) el origen de todo es la nada. “ciertos filósofos (como Gorgias) sostuvieron que nada existe, que si algo existe es incognoscible y que si es cognoscible es inexpresable”[7] Pues si existiera algo, tendría que haber sido creado (cosa que para Parménides es imposible) o eterno. “si fuera eterno, tendría que ser también infinito. Ahora bien, un infinito no puede estar ni en algún lugar, ni en ningún lugar; por lo tanto no existe en absoluto. De donde se sigue que la naturaleza es el no-ser... Si algo existiera, no sería cognoscible... Pensar y ser son, según Parménides, lo mismo... (Y si se piensa en algo absurdo, ¿sólo porque se piensa es?)...si algo pudiera ser conocido, no podría ser expresado ¿Cómo puede estar la idea que yo tengo a la vez en mí y en otro?" [8]. Ahora bien, hubo otros filósofos que creyeron hallar el origen de todo cuanto exsite en otros conceptos o cosas, como por ejemplo: Anaximandro de Mileto (610-546 a. C.) en lo indefinido. Anaxímenes de Mileto (585-525 a. C.) en el aire. Zenón el dialéctico (490-430 a. C.) en el ser y en sus paradojas del no movimiento. Meliso el consumador (h. 444 a. C.) en el ser infinito. Empédocles de Agrigento (490-430 a. C.) en los cuatro elementos. Anaxágoras de Clazomene (500-428 a. C.) en elementos infinitos en número y la mente. Demócrito de Abdera (460-370 a. C.) en los átomo indivisibles, el espacio vacio y el movimiento. Pero fue para Jenófanes, el teólogo (580-485 a. C.) que el origen proviene del Dios universal. “Así predica Jenófanes por vez primera al Dios universal, al señor único de todos los pueblos, tal como ya antes lo había enseñado el Antiguo Testamento a los judíos”[9] .

Y este es el verdadero origen de la creación. Nuestro Arkhé por lo tanto será el Logos Sagrado de Dios. Su Santísima Palabra. Que fue revelada al hombre para que este crea: “Es por eso que en la región de la luz tienen que glorificar a Jehová, en las islas del mar el nombre de Jehová, el Dios de Israel. Desde la extremidad de la tierra hay melodías que hemos oído: ¡Decoración al justo!”[10] Porque el Logos Divino, es la fuerza creadora de todo lo visible e invisible. La palabra de Dios por lo tanto, une a todo hombre creyente y hace de cada uno: REY, SACERDOTE Y PROFETA. Rey: para que domine su cuerpo en el mundo, Sacerdote: para que se comunique con su Alma en Espíritu Santo y Profeta: para que revele a la humanidad los secretos del cielo por boca de Dios.

Félix M.de Óç.

[1] Arché (según otros, arjé, o también arkhé, del griego ἀρχή, "fuente", "principio" u "origen") es un concepto en filosofía de la antigua Grecia, significando el comienzo del universo o el primer elemento de todas las cosas. También puede significar sustancia o materia, es decir, aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir, sólo él mismo. WIKIPEDIA.

[2] Manual de Historia de la Filosofía. Johann Fischl. Ed. Herder.
[3] Ibídem.
[4] Atlas Universal de Filosofía. OCEANO
[5] Texto de los Grandes Filósofos. Edad antigua. R. Verneaux. Ed. Herder.
[6] Académicamente no puede considerarse al Gorgias como arkheista, pues hace parte del segundo periodo de los filósofos griegos. A la filosofía ática: más exactamente a los sofistas.
[7] Diccionario de Filosofía. J. Ferrater Mora.
[8] Manual de Historia de la Filosofía. Johann Fischl. Ed. Herder.
[9] Ibídem.
[10] Isaías 24, 15

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