domingo, 20 de septiembre de 2015

ODA A LA NUEVA GNOSIS 14


CANTO DÉCIMO CUARTO

1.

La energía física es el combustible básico de la conciencia, pues sin cerebro no hay conciencia; pero sin conciencia, el cerebro es sólo una antena oxidada a la intemperie del caos… Por ende, tanto energía física como energía psíquica se complementan [1]

[1] “[…] Yo recrimino a los otros que afirman que (la carne) no va a resucitar, pues ambos yerran. Tú dices que la carne no resucitará. Entonces dime: ¿qué es lo que va a resucitar?, para que podamos hacerte los honores. Tú dices que el espíritu (está) dentro de la carne y que también esta luz está dentro de la carne. Mas el Logos es eso otro que asimismo está dentro de la carne, pues —cualquiera de las cosas a que te refieras— (nada podrás aducir) que se encuentre fuera del recinto de la carne. Es, pues, necesario resucitar en esta carne, ya que en ella está todo contenido”. (Evangelio gnóstico de Felipe)

2.

Sin pasado no hay futuro, el eterno presente depende de este enlace inevitable…
El universo en el pasado de los hombres es el eterno presente en el futuro excelso de los dioses [1] De allí que la creación de Jaldabaoz [2] siempre ha sido un mal necesario para la grandeza de Set y su descendencia divina [3]… El invento de Jaldabaoz es la caldera que impulsa el motor de la evolución y la existencia de los inmortales…

[1] “[…] Dios hizo [al hombre y] el hombre hizo a Dios”. (Evangelio gnóstico de Felipe)

[2] “El mundo fue creado por culpa de una transgresión, pues el que lo creó quería hacerlo imperecedero e inmortal, pero cayó y no pudo realizar sus aspiraciones. De hecho no había incorruptibilidad ni para el mundo ni para quien lo había creado, ya que incorruptibles no son las cosas, sino los hijos, y ninguna cosa podrá ser perdurable de no ser que se haga hijo, pues ¿cómo podrá dar el que no está en disposición de recibir?”   (Evangelio gnóstico de Felipe)

[3]  “Lo que el padre posee le pertenece al hijo, pero mientras éste es pequeño no se le confía lo que es suyo. Cuando se hace hombre, entonces le da el padre todo lo que posee”.   (Evangelio gnóstico de Felipe)  



Félix M. de Óç.  




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