viernes, 25 de septiembre de 2015

ODA A LA NUEVA GNOSIS 24



CANTO VIGÉSIMO CUARTO

1.

“Como parte de los hombres estaban siendo aniquilados, su grito subía hasta el cielo”. (Libro de Enoc)

Entonces Dijo Jehová a Sariel: 

"En seguida enseña al Justo, al hijo de Lamec, lo que debe hacer para preservar su alma para la vida y escapar definitivamente, pues por él será sembrada una planta y serán establecidas todas las generaciones".  (Libro de Enoc)

Después a Noé:

 “Después de eso Dios le dijo a Noé: ‘el fin de toda carne ha llegado delante de mí, porque la tierra está llena de violencia como resultado de ellos; y aquí estoy arruinándolos junto con la tierra”.   (Génesis) 

Así el nieto de Enoc estaba predestinado a construir el Arca De Noé. Una especie de frigorífico que salvaguardaría toda la información genética de los seres vivos en la tierra. Antes de la gran inundación (El primer gobernante ahora como enemigo de Lucifer se encargaría de ejecutar el diluvio [1]) y guerra, que supondría el fin de los hijos de Shemihaza...

 [1] “El primer gobernante lamentó todo lo que había nacido a través de él. Una vez más hizo un plan y decidió traer una inundación sobre el mundo humano”. (Libro secreto de Juan) 


2.

Ahora bien, por mandato del Anciano de días, los Nuevos Vigilantes iniciaron una persecución acérrima en contra de los Nefilim,  que junto con la hibridación de hombres y dragones, procuraban detener la venganza de Lucifer como respuesta a la piedra de fundamento…

Entonces Jehová dijo a Gabriel:

"Procede contra los bastardos y réprobos hijos de la fornicación y haz desaparecer a los hijos de los Vigilantes de entre los humanos y hazlos entrar en una guerra de destrucción, pues no habrá para ellos muchos días”. (Libro de Enoc)

Entonces Jehová dijo a Miguel:

 "Destruye todos los espíritus de los bastardos y de los hijos de los Vigilantes porque han hecho obrar mal a los humanos”.  (Libro de Enoc)

En conclusión, a causa de la persecución angélica la gran mayoría de ellos murieron, Pero unos pocos lograron salvarse [1]. En tanto, que Jaldabaoz y la descendencia de Caín, se sublevaron también en su contra.

[1] “Pero los hombres que habían subido con él dijeron: “No podemos subir contra la gente, porque es más fuerte que nosotros”.  Y siguieron presentando a los hijos de Israel un informe malo acerca de la tierra que habían espiado, diciendo: “La tierra, por la cual pasamos para espiarla, es una tierra que se come a sus habitantes; y toda la gente que vimos en medio de ella son hombres de tamaño extraordinario.  Y allí vimos a los nefilim, los hijos de Anaq, que son de los nefilim; de modo que llegamos a ser a nuestros propios ojos como saltamontes, y así mismo llegamos a ser a los ojos de ellos”. (Números)  



 Félix M. de Óç.



Imagen de internet

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