sábado, 5 de febrero de 2011

ÁNGELA MARÍA



ÁNGELA MARÍA

A
brió sus ojitos aún soñolientos…
su cabello alborotado,
pero suave…
como su corazón
y el mío cuando miré su despertar…

¡La bebé me sonrió!

Cuanto amor existe en la sonrisa de esa nena…
Que gran paz acompaña su despertar.

¡“Mugrosa” no sabes cuanto te amo!

Félix M. de Óç.



Imagen de internet

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