domingo, 27 de junio de 2010

DISCONTINUIDAD

DISCONTINUIDAD



Hermano
Abdul Halic Mohamed ibn Silva
Lealtad y coraje.



Permitidme que os defina discontinuidad como aquella divergencia multidimensional de la forma. La apoteosis de “la parte con respecto del algo”. La multiplicidad a partir de la parcialidad del todo. El espacio intersticial desde la esencia al fenómeno.
Tened en cuenta que la mejor manera de entender porque tú eres tú y yo soy yo, nace de visualizar alegóricamente la licuefacción en lo aparentemente sólido. El mar aparece como la conjunción de partes distintas, no obstante unidas al vaivén del océano. Mas sin embargo, una gota de agua no hace la mar, así como la mar no se reduce a una gota de agua. Así mismo, aun cuando habléis de humanidad, hombre como ser social o sujetos de derecho: ciudadanos, no abarcáis con ello, la particularidad de cada individuo. Cada uno es distinto, todo un océano pero en una molécula de H2O. Por ejemplo, la Óç., o si me lo permites: la parte (Tú) con respecto del algo (todo lo demás).
Ahora bien, si la parte y el algo cada una en sí mismas, las consideramos formas, sin embargo unidas no obstante divorciadas, el punto crítico de dicha divergencia corresponde en esencia al espacio intersticial, entendido además como cualidad externa o extrínseca de la forma, la discontinuidad o elemento de frontera termodinámica. Pluridimensional, pues es cuantificable en tanto su extensión y límite: Querer, Poder y Deber (Entended por Querer: la “res cogitans”, tal cual, como nos lo presenta Descartes: mente; mas aún, cogito, ergo sum”o principio fundamental de su método racionalista. No obstante, enfatizado en la voluntad. Así como la dimensión entitativa del hombre, la conciencia. En una sola palabra el alma. El Poder, en cambio, como facultad de la voluntad; y el Deber: como obligación o constreñimiento de la misma; mas, no solamente de carácter social y político sino también natural y biológico, discerniendo el derecho positivo como inclusión en el derecho natural. Entre tanto, multiplicidad porque aun cuando hablamos de totalidad dividida, hablamos también de infinitud en la conformación de las partes.
Me preguntarás sobre la idea jurídica del “iter criminis” en esta cuestión, no obstante, entended por ella como el espacio que circunscribe el campo de acción del ego o del ser. Idealización y planeación, tal cual como lo prescribe el derecho, sugiere la posición cognitiva o res cogitans, el mundo de la libertad, el querer del ego. Ejecución y resultado entre tanto, ya pone límites a la intención del ego, mas sin embargo, es en este punto en que se desarrolla la voluntad y genera efectos naturales, jurídicos y sociales, este es el mundo del poder, la practicidad del ego, la res extensa. Ahora bien, el recuadro negro que prescribe el control del sistema o Deber, también llamado Estado, y sin embargo, Naturaleza, aspirador de poderes individuales, tajantemente restringe al querer y poder del ego, mediante la disuasión por normas o coerción pública así como por leyes naturales y circunstancias. Este es el mundo de la represión; aunque en cierta medida también el de la ética, las buenas costumbres y la moral genéricamente entendida, en otras palabras la institucionalidad a conciencia del deber ser del ego. A sí pues, el Poder es el campo de acción del Querer, el medio en que este se desarrolla; entre tanto, el Deber hace de límite natural, social y jurídico a sus ambiciones. En el ámbito institucional la finalidad hace las veces del Deber, en consecuencia, la finalidad del Querer popular restringe al Poder político. Verbigracia, el Estado de Derecho en las Democracias y en el Absolutismo la Rebelión.
Vale la pena señalar como la dimensión conceptual originada en la realidad fáctica, o sea en el tiempo, a través de la cultura se iguala a la dimensión natural u objetiva y pervive en el Deber del tejido existencial humano.


Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.

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