viernes, 2 de julio de 2010

EJERCICIOS ESPIRITUOSOS

EJERCICIOS ESPIRITUOSOS

Hermanos de ARKHER
Lealtad y coraje


“Hermano Félix, no prostituyas tu corazón, pues tu corazón nos pertenece”. Habló Mohamed en nombre de la cofradía. “Hermanos de Arkher, vuestro es mi corazón, pero la verga es mía”. Respondí aquella noche de bohemia. Sin lugar a dudas fue el prefacio a los ejercicios espirituosos y una vulgar respuesta ataviada de filosofía hedonista, que inauguró la nueva etapa de crecimiento espiritual dirigida a los instintos.
Lenocinio, alcoholismo y prosaica. Profano triunvirato irracional. No en vano el manifiesto arkheista convocó a sensuales hetairas para ser degustadas en febril himeneo en sacrosanto tálamo nupcial, abriendo la posibilidad de experimentar la prosaica, el adormecimiento de la razón, sublimación del sexo, liberación de la libido, música sensual, contornos femeninos al roce deliberado del tacto; así, como convidar a Baco y lo que representa su figura semi-bestial, espíritu dionisiaco: lujuriosa orgía, elevación de los instintos. Creedme que llegó junto con Venus Afrodita ebria y desnuda.
He aquí el preámbulo de lo que implica acceder a un hedonismo activo o positivo[1] medianamente extremo a la óptica de la sociedad patoja. Pero fue mi manera de reivindicar al individuo estético que me habita.
Así como la razón configura el códice bien estructurado, universal de la sociedad humana, "que en cada periodo de la historia podría elaborarse minuciosamente hasta formar un volumen que contendría… el conjunto de normas que presiden, orientan y sancionan el orden social"[2]; el instinto elevado a emoción ratifica al individuo dispuesto a liberarse de las opresivas cadenas de la sociedad. En el ámbito del Deber el sujeto se circunscribe como esclavo ético, en del Querer y el Poder el individuo renace a sí mismo. Se edifica como su propia creación, se hace arte.
No estoy a favor del oficio más viejo del mundo ni en contra, pero ocasionalmente este puede servir a los planes oscuros del instinto sin transgredir la ley ni los derechos de los otros, todo en pro de una revolución subjetiva. Tal vez sea inmoral, pero, permite la perfección de un hedonismo burgués, laxo e inequívoco de simple o elevada satisfacción sexual. No entiendo por qué esta forma de hedonismo citadino y burgues de bajos instintos perturba tanto al filósofo Michel Onfray si también contribuye a la transgresión de lo sistemático[3], siendo aquello lo más importante de la filosofía hedonista: la reivindicación del individuo de todo esquema opresor. Peor fuera recurrir al sadomasoquismo, al homosexualismo[4]; o al satanismo violando no sólo la moral sino también lo jurídico.
El alcohol por su parte agudiza la dimensión irracional del hombre. Así como la prosaica sintetiza la voz del redimido. Es otra forma de hacer poesía. Es expresar la suma emocional contenida en el corazón del poeta. Una manera elegante de estallar, de decir, de no callar, de transmitir ese sentimiento de libertad renovado por la nueva situación espirituosa, instintiva y artística.
Lo importante es sentirse ser. Vivir a plenitud lo poco de vida que nos queda a cada momento. Rescatarse de la jaula de la razón. Huir por unas cuantas horas de la agonía continua que ejerce la sociedad y los universales del Estado opresivo. Para Henry Miller la vida social es el aspecto inferior de la existencia, pues la vida real comienza cuando estamos solos con nuestro ser desconocido[5].
Recapitulemos entonces, la bohemia, el alcohol y la prosaica en mi caso han servido de estimulantes corporales, han generado ataraxia. Han hecho trascender el instinto a espíritu dionisiaco, a ocupar un lugar en el Olimpo. Me han liberado de lo obtuso e inexorable de la relación social por la razón. Me han hecho anarquista
Experimentar la dimensión irracional del hombre me ha enseñado a ser libre o al menos a intentarlo. Lo importante fue vislumbrar el instinto desde el arte y no sólo desde el instinto. O sea, a vivirlo consciente y creativamente, a disfrutar de los vicios de manera responsable, sin transgredir la constitución ni la ley… es más ha hacer uso del derecho legítimo del libre desarrollo de la personalidad.

Supervivencia y lúdica
Félix M. de Óç.



[1] “El hedonismo se define de modo positivo por la búsqueda del placer, sin duda, pero también de modo negativo, como evitación de las posibilidades de displacer.” (La fuerza de existir de Michel Onfray).


[2] Darío Botero Uribe. (El poder de la filosofía y la filosofía del poder).


[3]En su defensa contra los que le acusaban de fascista critica el hedonismo burgués con las siguientes palabras: “se dio también lo más fácil: el hedonismo equiparado al goce grosero, trivial y contemporáneo del consumismo liberal”.

[4] En lo que se refiere al homosexualismo y al sadomasoquismo, no me opongo a ellas, pero no las comparto. Ambas tendencias son permitidas por la ley.

[5] Ver Erotismo y sociedad de consumo de Enrique Salgado.

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